Rajoy conf¨ªa en salir del pozo en 2014
"Hay cosas que no se me pueden pedir", en relaci¨®n a la celebraci¨®n de la consulta El presidente se concentra en la econom¨ªa para evitar hablar del aborto o B¨¢rcenas Apoya la reforma abanderada por Gallard¨®n: ¡°Tomamos la decisi¨®n que quer¨ªamos¡±
A Mariano Rajoy no le gusta hablar de pol¨ªtica. Al menos no con periodistas delante. No es un t¨®pico, es la realidad. No solo en las ruedas de prensa, tambi¨¦n en las conversaciones informales. El presidente se explaya cuando se habla de asuntos econ¨®micos. En cuanto llega la pol¨ªtica, aparecen las evasivas, los silencios, los intentos por cambiar de tema. Y as¨ª fue la rueda de prensa de balance de 2013, la ¨²nica con una decena de preguntas en La Moncloa en todo el a?o. Rajoy quer¨ªa hablar de econom¨ªa, de su confianza en que 2014 ser¨¢ el a?o de la recuperaci¨®n. Y de todo lo dem¨¢s, aborto, corrupci¨®n, Catalu?a, impuestos, no quiso decir mucho, casi nada.
El presidente hizo su propio balance de 2013 al arrancar la comparecencia. Y ah¨ª no encontr¨® lugar para los asuntos que m¨¢s quebraderos de cabeza le han dado este a?o. Ni el caso B¨¢rcenas, ni la entrada de la polic¨ªa en la sede del PP, ni las divisiones en su partido por el aborto. Solo estaba la econom¨ªa; y, de refil¨®n, la crisis catalana.
Con la cabeza ya en las elecciones europeas ¡ªen los pr¨®ximos d¨ªas de vacaciones decidir¨¢ el candidato¡ª y la necesidad de lanzar alg¨²n mensaje positivo y dejar atr¨¢s la dur¨ªsima primera mitad de su legislatura, Rajoy se entreg¨® casi a un discurso triunfalista poco habitual en ¨¦l.
¡°Lo peor ha quedado atr¨¢s. Hace un a?o dije que 2013 iba a ser muy duro. Pero dije que mejorar¨ªa en la segunda mitad. Los hechos nos han dado la raz¨®n. El plan para evitar el hundimiento y el rescate se ha cumplido. 2014 ser¨¢ un a?o mucho mejor, con m¨¢s actividad y crecimiento. Tenemos un fundado derecho a la esperanza. El a?o que viene dejaremos atr¨¢s el miedo. Si 2012 fue el a?o del ajuste y 2013 el de las reformas, 2014 ser¨¢ el del inicio de la recuperaci¨®n¡±, sentenci¨®.
En realidad, si se hace un repaso de sus discursos desde que lleg¨® a La Moncloa, Rajoy siempre ha dicho ¡°el a?o que viene ser¨¢ mejor que este¡±. Y con esa idea ha ido ganando tiempo y vuelve a hacerlo ahora. Eso s¨ª, el presidente sigue tomando medidas restrictivas a pesar de su entusiasmo. Y si ya hab¨ªa decidido que en 2014 las pensiones subir¨¢n solo un 0,25%, este viernes aprob¨® congelar el salario m¨ªnimo interprofesional, que afecta especialmente a quienes cobran los sueldos m¨¢s bajos.
Los datos positivos que exhibi¨® ten¨ªan que ver con la prima de riesgo ¡ªcuya bajada ha supuesto un ahorro de m¨¢s de 8.000 millones de euros al Estado¡ª, con las exportaciones, con la inversi¨®n extranjera ¡ªun aumento del 75% este a?o, dijo¡ª y con otras grandes cifras. Pero eso no llega al ciudadano, admiti¨®. Por eso dej¨® para 2014 esa salida del pozo econ¨®mico. Y sin dar detalles apunt¨® de nuevo hacia una bajada de impuestos para 2015, a?o electoral, aunque no est¨¢ nada claro el margen que le dejar¨¢ Bruselas para hacerla.
Tampoco quiso entrar, pese a ser un asunto econ¨®mico, en la gran batalla que ha marcado el final de a?o: la del Gobierno contra las el¨¦ctricas. Tras dos a?os, el Ejecutivo no ha sido capaz de cambiar las cosas como para evitar que la luz siga subiendo. El presidente anunci¨® una ¡°soluci¨®n temporal¡± para que la luz suba un 2,4% en el primer trimestre y no el 11% como apunt¨® la ¨²ltima subasta, que el Ejecutivo ha anulado, pero traslad¨® una clara frustraci¨®n e impotencia. ¡°No podemos tener la tercera electricidad m¨¢s cara de Europa¡±, insisti¨® sin aclarar qu¨¦ har¨¢ para evitarlo.
El jefe del Ejecutivo dijo que a ¨¦l, como a cualquiera, le hubiera gustado gobernar ¡°en ¨¦poca de bonanza, hacer carreteras y trenes, mejorar la sanidad, no congelar el salario m¨ªnimo, es humano. Pero es obligatorio hacer frente a los problemas¡±.
Sin un atisbo de autocr¨ªtica ¡ª¡°hicimos lo que ten¨ªamos que hacer¡±¡ª, el presidente intent¨® no salirse una coma del guion escrito de la recuperaci¨®n econ¨®mica. Ni siquiera cuando le preguntaron por un asunto central de su legislatura y en el que ¨¦l ha tomado la decisi¨®n final ante la divisi¨®n que hab¨ªa dentro de su Gobierno: el aborto.
Rajoy no hab¨ªa hablado a¨²n sobre la nueva y pol¨¦mica ley que se aprob¨® la semana pasada mientras ¨¦l estaba en Bruselas. Por eso se esperaban sus palabras. La reforma no solo divide al PP. Tambi¨¦n ha escandalizado por su dureza a buena parte de la prensa europea, incluido el conservador The Times. Se le pregunt¨® por qu¨¦ la derecha espa?ola no acepta una ley de plazos como la italiana, francesa o alemana. Y sobre si es consciente de las cr¨ªticas en la prensa europea y de que solo le ha apoyado la ultraderechista Le Pen de momento.
El presidente esquiv¨® casi todas las preguntas directas. Se le ve¨ªa muy inc¨®modo, con ganas de huir de un asunto sensible que ha dejado en manos de Alberto Ruiz-Gallard¨®n, que es quien asumir¨¢ el coste pol¨ªtico. Se limit¨® a se?alar que se pretende volver al esp¨ªritu de la ley de 1985, aunque el nuevo texto es claramente mucho m¨¢s restrictivo, sobre todo porque elimina el supuesto de malformaci¨®n del feto. Rajoy apoy¨® la reforma como ¡°equilibrada¡± aunque sin frases contundentes ¡ªni siquiera lleg¨® a pronunciar la palabra aborto¡ª. Pero no desautoriz¨® a Gallard¨®n: ¡°El Gobierno ha tomado la decisi¨®n que quer¨ªa tomar¡±, dijo.
?Posibilidades de suavizarla ante el esc¨¢ndalo? No abri¨® ninguna expresamente, se limit¨® a se?alar que esto ahora est¨¢ en manos del Parlamento, algo que tampoco es cierto porque a¨²n volver¨¢ al Consejo de Ministros desde el Consejo de Estado. Ni siquiera aclar¨® si permitir¨¢ a los diputados y diputadas de su grupo libertad de voto ante las voces discrepantes que se empiezan a escuchar en su propia formaci¨®n. Tampoco les dio mucha importancia. ¡°Hay posiciones diferentes en mi partido y en otras fuerzas pol¨ªticas¡±, aclar¨®.
Tampoco quer¨ªa hablar de corrupci¨®n. Se le pregunt¨® si alguien va a asumir alguna responsabilidad por el hecho de un juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, haya revelado en un auto la escasa colaboraci¨®n del PP con la Justicia, hasta el punto de que ha tenido que mandar a la polic¨ªa a la sede, algo que solo pas¨® con el PSOE por Filesa, para buscar los papeles que no le daban. ¡°El PP colaborar¨¢ siempre con la justicia y har¨¢ todas las modificaciones legales necesarias para impedir situaciones indeseadas¡±, contest¨® el presidente como si el auto no existiera.
En lo ¨²nico que s¨ª se mostr¨® tajante fue en el asunto catal¨¢n, aunque para mantener sus posiciones. Insisti¨® en que la consulta no se celebrar¨¢.
Y tampoco sigui¨® la l¨ªnea marcada por el Rey, que pidi¨® di¨¢logo y buscar un ¡°nuevo pacto de convivencia¡±. El presidente no se mostr¨® abierto a cambiar la Constituci¨®n, por ejemplo. ¡°Yo digo s¨ª a dialogar con todo el mundo pero digo no a dividir Espa?a¡±. ¡°Al presidente del Gobierno no le pueden pedir lo que no puede hacer. De la soberan¨ªa nacional no dispongo yo, es de todos los espa?oles¡±, se?al¨®, para aclarar que tampoco est¨¢ encima de la mesa la posibilidad de hacer un refer¨¦ndum en toda Espa?a sobre este asunto. El presidente ten¨ªa un guion y un mensaje sobre el que centrar¨¢ todo 2014: la recuperaci¨®n. Y nadie ni ninguna pregunta pudo sacarle de ah¨ª.
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