Mensaje de reforma
La Espa?a en que quepamos todos solo puede ser una Espa?a en la que quieran estar todos
?Es posible una ¡°actualizaci¨®n de los acuerdos de convivencia¡±, expresamente mencionados en el mensaje de Navidad del Rey, que no pase por una reforma de la Constituci¨®n? ?Ser¨ªa aceptable ¡°para esas voces que hay en nuestra sociedad que quieren¡± dicha actualizaci¨®n una respuesta diferente? Como no puede ni debe ser de otra manera, dada la posici¨®n que ocupa en nuestro sistema constitucional, el Rey no mencion¨® expresamente la reforma de la Constituci¨®n, pero en un momento en que el pa¨ªs est¨¢ viviendo la primera crisis de identidad nacional desde la entrada en vigor de la Constituci¨®n, cabe deducir que esa era la opci¨®n que estaba en la cabeza del Monarca al pronunciar tales palabras. Es dif¨ªcil imaginar que pudiera ser otra.
¡°La Espa?a en que quepamos todos¡±, a la que el Rey aludi¨® en otro momento de su mensaje, solo puede ser una Espa?a en la que ¡°quieran¡± estar todos, pues la voluntad de pertenencia es lo que constituye a una comunidad pol¨ªtica. La voluntad de vivir juntos y la de proyectarse tanto hacia dentro como hacia fuera como una unidad pol¨ªtica es lo que constituye un Estado. Esto es lo que los espa?oles hicimos en el proceso constituyente de 1977-78, prolongado a trav¨¦s de los procesos estatuyentes de 1979-83, mediante los cuales las distintas ¡°nacionalidades y regiones¡± se constituyeron en comunidades aut¨®nomas, construyendo de esta manera un Estado ¨²nico, el Estado auton¨®mico, en el que hemos convivido de manera estable y pac¨ªfica durante 35 a?os.
Por razones que no caben en el espacio del que dispongo, este pacto constituyente de convivencia bajo un Estado com¨²n se ha visto erosionado de manera progresiva, con una primera manifestaci¨®n en el Pa¨ªs Vasco y una segunda en Catalu?a. Erosi¨®n que se ha visto acompa?ada por una crisis econ¨®mica de magnitud extraordinaria y por una crisis institucional tambi¨¦n de enorme alcance. No parece, dada la magnitud de la erosi¨®n, que se pueda seguir haciendo descansar en dicho Pacto de 1977-78 el futuro de la convivencia de las ¡°nacionalidades y regiones¡± en un mismo Estado, en el que ¡°voluntariamente¡± quepamos todos.
Si he entendido bien el mensaje, esto es lo que significaba la alusi¨®n a la ¡°actualizaci¨®n de los acuerdos de convivencia¡±, valorados, por lo dem¨¢s, de manera muy positiva por el Rey a lo largo del mismo. Hay que reformar para conservar, para poder seguir viviendo juntos, porque de preservar la unidad pol¨ªtica de un Estado, en el que puedan entenderse y convivir estable y pac¨ªficamente los ciudadanos de las distintas ¡°nacionalidades y regiones¡±, es de lo que se trata.
En el pacto constituyente se expresa la voluntad pol¨ªtica de vivir bajo un mismo Estado. En dicho pacto constituyente descansa la legitimidad de origen del Estado. ?nicamente a trav¨¦s de la reforma constitucional se puede proyectar esa legitimidad de origen en legitimidad de ejercicio indefinida en el tiempo. En esas estamos.
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