Rajoy intenta silenciar el debate del aborto en el PP
La direcci¨®n deja caer que hab¨ªa que satisfacer al electorado conservador para las europeas La c¨²pula conservadora se plantea suavizar el texto tras los comicios
Casi nadie se siente c¨®modo en el PP en el debate del aborto, pero ya es innegable: ¡°Va a ser el debate del a?o¡±, admite un miembro del Gobierno. El m¨¢s inc¨®modo de todos parece el propio Mariano Rajoy, que est¨¢ jugando a dos bandas, seg¨²n analizan diversos dirigentes. Por un lado, apoya la ley, que solo ha podido salir con su aprobaci¨®n. De hecho, ¨¦l ha hablado de este asunto con varios ministros muchas veces en los ¨²ltimos meses. La interpretaci¨®n m¨¢s extendida es que ha optado por la opci¨®n m¨¢s dura, que planteaba Alberto Ruiz-Gallard¨®n, para satisfacer al electorado conservador. Pero por otro lado, en p¨²blico y en privado, ha mostrado su incomodidad, tanto que ni siquiera pronunci¨® la palabra ¡°aborto¡± y lo llam¨® ¡°ese asunto¡±. Un doble juego frecuente en el presidente.
En este 2014 que estar¨¢ marcado por el largo debate del aborto ¡ªla norma a¨²n tiene que pasar por varios organismos y volver al Consejo de Ministros antes de ir al Congreso para una lenta y pol¨¦mica tramitaci¨®n parlamentaria¡ª Rajoy quiere intentar silenciar, al menos de momento, un debate que divide al partido incluso m¨¢s de lo esperado.
La semana y el a?o pol¨ªtico arrancan con una reuni¨®n del Comit¨¦ Ejecutivo del PP, el mi¨¦rcoles, que ser¨¢ la primera ocasi¨®n para debatir internamente el asunto. Nadie espera que Rajoy lo saque. ?l ahora est¨¢ concentrado en la econom¨ªa, en los buenos datos del paro y de la prima de riesgo. Y arranca una gira internacional que le llevar¨¢ este mes a la Casa Blanca, a Davos (Suiza) y a Roma, donde tratar¨¢ de cambiar la imagen internacional de la econom¨ªa espa?ola.
Rajoy quiere hablar de econom¨ªa. Tanto, que algunos dirigentes, inquietos por la fractura interna que genera el aborto y por los riesgos que tienen para el electorado de centro, no entienden por qu¨¦ se ha colocado este asunto ahora en la agenda. ¡°Nadie lo ped¨ªa, solo una minor¨ªa irrelevante. No era necesario. Y menos ahora, cuando Rajoy puede vender datos econ¨®micos mejores. Es un error grave. Queremos contentar al electorado m¨¢s a la derecha, pero el coste es enorme, perdemos el centro¡±, resume un dirigente.
Rajoy tratar¨¢ as¨ª de evitar el asunto, pero Gallard¨®n, dispuesto a defender contra viento y marea su ley, est¨¢ preparado para intervenir en el Comit¨¦ Ejecutivo si alguien saca el asunto. Y aunque ha sucedido otras veces que nadie se anima a hablar, otros esperan que alguno s¨ª lo haga. Al menos los que han hablado en p¨²blico, como Alberto N¨²?ez Feij¨®o o Jos¨¦ Antonio Monago, y otros que suelen hacerlo en estas reuniones, como Celia Villalobos.
La direcci¨®n no ha contestado a los cr¨ªticos. Ni siquiera ha habido una llamada al orden a los que han hablado, ni en p¨²blico ni en privado. Pero s¨ª se est¨¢ dejando caer internamente la idea de que la ley presentada ahora tiene la intenci¨®n de satisfacer al electorado m¨¢s conservador pensando en las elecciones europeas, y que despu¨¦s se acabar¨¢ suavizando en el Congreso. Este mensaje se lanza discretamente, en privado, con la intenci¨®n de frenar la sangr¨ªa, de que no salgan m¨¢s cr¨ªticos. De momento lo han logrado, aunque tambi¨¦n gracias a las vacaciones navide?as.
Evidentemente la fecha para aprobar el anteproyecto de ley del aborto, un 20 de diciembre, estaba buscada. Desde entonces la actividad ha sido m¨ªnima. Ni siquiera hubo Consejo de Ministros el 3 de enero. Tampoco reuniones del partido ni del Congreso. Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, por ejemplo, una persona a la que los moderados miran para buscar mensajes en contra de la ley o promesas de que se suavizar¨¢, no ha dicho una palabra desde ese d¨ªa 20, cuando se limit¨® a se?alar que con esta norma ella est¨¢ ¡°tan c¨®moda como con la ley del 85¡±.
Gallard¨®n defender¨¢ su ley el mi¨¦rcoles. Rajoy y Santamar¨ªa le dejan todo el coste
Rajoy y Santamar¨ªa se han apartado as¨ª de la pol¨¦mica y han dejado todo el coste pol¨ªtico para Gallard¨®n. De hecho, algunos dirigentes creen que el presidente ha dejado hacer a su ministro y le culpan a ¨¦l de la dureza de la norma. Aunque todos asumen que si S¨¢enz de Santamar¨ªa o Rajoy hubieran querido pararla o suavizarla, el anteproyecto no habr¨ªa salido como sali¨®.
El PSOE va a centrar el tiro precisamente en Santamar¨ªa. Era ella quien presid¨ªa el Consejo de Ministros que aprob¨® el anteproyecto ¡ªRajoy estaba en la cumbre europea de Bruselas¡ª. Los socialistas buscan destruir la imagen de uno de los miembros mejor valorados del Gobierno y clara aspirante a la sucesi¨®n de Rajoy. Dentro del PP, varios dirigentes consultados no se explican c¨®mo es posible que ella no frenara o suavizara esta norma que tambi¨¦n, por mucho que intente huir del asunto, va a perjudicar su imagen, aseguran.
Otras mujeres clave del PP, como Dolores de Cospedal, tambi¨¦n han mantenido un discreto silencio. Pero ahora se acaban las vacaciones y se ver¨¢n obligadas a mojarse. Tambi¨¦n otras que suelen opinar de casi todo y van por libre, como Esperanza Aguirre, han evitado hablar. Ella tambi¨¦n estar¨¢ en ese Comit¨¦ Ejecutivo del mi¨¦rcoles.
En la c¨²pula preocupa la reacci¨®n interna que se ha producido, mayor de la esperada. Por cada dirigente que habla en p¨²blico, hay otros muchos que piensan lo mismo pero solo hablan en privado. En la c¨²pula preocupa Feij¨®o m¨¢s que Monago. El extreme?o siempre es visto como una rara avis dentro del PP, forzado por el hecho de que gobierna gracias a IU. Pero Feij¨®o ha marcado territorio, con algunos alcaldes, mostrando que a los barones les preocupa que esta ley pueda hundir a¨²n m¨¢s sus ya complejas expectativas electorales para 2015.
La ley, con la pol¨¦mica eliminaci¨®n del supuesto de malformaci¨®n, solo gusta a los m¨¢s conservadores. Los dem¨¢s conf¨ªan en que se imponga el sentir mayoritario dentro del PP y se suavice. Gallard¨®n ha sido tajante al asegurar que no se cambiar¨¢, pero en el PP todos asumen que decidir¨¢ finalmente Rajoy y el ministro acatar¨¢ lo que ¨¦l diga. La mayor¨ªa de los consultados conf¨ªa en que la ley tendr¨¢ retoques importantes, sobre todo en el asunto de la malformaci¨®n, aunque no habr¨¢ una rectificaci¨®n radical. No tendr¨ªa sentido, explican, asumir este coste pol¨ªtico enorme, que ha derechizado la imagen del Gobierno dentro y fuera de Espa?a, para luego echarse atr¨¢s en el ¨²ltimo momento.
El problema, en cualquier caso, no parece estar en el grupo parlamentario. El PP no se plantea en este momento dar libertad de voto. Pero no se temen fugas masivas cuando llegue la norma. El grupo est¨¢ muy controlado y no es ah¨ª donde han surgido las cr¨ªticas. Entre diputados y senadores nadie se presenta a las elecciones a pecho descubierto, como les pasa a los barones o a los alcaldes. Van en una lista y en realidad solo elige uno: Rajoy, que es quien decide si repiten o no en las listas los que est¨¢n ahora. La disciplina interna siempre ha funcionado, incluso en la guerra de Irak, cuando el PSOE, como har¨¢ ahora, forz¨® una votaci¨®n secreta que fue un fracaso porque el PP no se rompi¨®.
Hay dirigentes preocupados por la derechizaci¨®n, pero no habr¨¢ revuelta
Con los resultados que est¨¢n viendo en las encuestas, en especial la ¨²ltima de El Mundo, la ¨²nica publicada despu¨¦s de la presentaci¨®n de la ley, que daba nueve puntos de ventaja sobre el PSOE, algunos dirigentes asumen, incluso aunque no les guste la ley, que la estrategia de derechizaci¨®n est¨¢ dando resultados.
La clave, de momento, est¨¢ en las europeas. ¡°El PSOE las est¨¢ convirtiendo en una especie de plebiscito sobre esta ley del aborto. Es un riesgo enorme, porque si el PP saca un solo voto m¨¢s que el PSOE, y es muy posible que suceda, se quedan sin argumentos para una d¨¦cada¡±, se?ala un miembro del Gobierno. ¡°Est¨¢ claro que esta ley se ha hecho para gustar a una parte de nuestro electorado. El resultado de las europeas nos mostrar¨¢ si esa estrategia acert¨®¡±, resume otro miembro de la c¨²pula.
En estos d¨ªas de vacaciones est¨¢ previsto que Rajoy aproveche para pensar y tomar decisiones. Las m¨¢s urgentes son precisamente el candidato a las europeas, que si es un ministro como Miguel Arias Ca?ete forzar¨¢ a retoques en el Gobierno, y el nuevo l¨ªder del PP andaluz. Esta espera es una nueva exhibici¨®n de poder de Rajoy, a su manera. ?l y solo ¨¦l, sin primarias, sin debate interno, sin nada, elige qui¨¦n encabeza la lista europea, qui¨¦n entra o sale del Gobierno y qui¨¦n manda en Andaluc¨ªa. Y aunque los barones del PP andaluz lleven meses reclamando que se elija ya al nuevo l¨ªder, Rajoy retrasa la decisi¨®n todo lo que quiera sin que nadie se atreva a rechistar.
El PP est¨¢ ya en modo de campa?a electoral. Y Rajoy tambi¨¦n piensa ya en el debate del estado de la naci¨®n de febrero y la convenci¨®n nacional como gran plataforma de campa?a. Las europeas son importantes como toma de temperatura, pero sobre todo los dirigentes locales y regionales ya piensan en 2015. Para las europeas la estrategia se concentra en el electorado m¨¢s conservador. Pero para las otras hace falta abrir mucho m¨¢s el espacio. En esa lucha de intereses, y de ideas, se mueve la fractura interna del PP con el aborto.
M¨¢s cr¨ªticas internas de las previstas
Crecen las voces cr¨ªticas de altos cargos en el seno del PP (donde tambi¨¦n hay silencios que implican falta de apoyo) contra la reforma de la Ley del Aborto. El m¨¢s claro de alto nivel fue Jos¨¦ Antonio Monago, presidente de Extremadura: ¡°Nadie puede negar a nadie su derecho a ser madre, ni tampoco nadie puede obligarle a nadie a serlo¡±. Su hom¨®logo gallego, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, tambi¨¦n lanz¨® un aviso: ¡°bien vale la pena mejorar ese texto¡±, dijo sobre el anteproyecto.
La delegada de Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha asegurado que ella apuesta por una ¡°regulaci¨®n de plazos¡± y no ¡°de supuestos¡±. Al presidente del PP de Gipuzkoa, Borja S¨¦mper, tampoco le gusta la reforma. Apuesta por dejar libertad de voto a los diputados y sostiene que ¡°hay que respetar el derecho de una mujer a decidir sobre su propio cuerpo y su propia vida y hacerlo compatible con proteger a quien no puede hacerlo¡±. Tambi¨¦n ha mostrado su incomodidad la alcaldesa de Zamora, Rosa Valde¨®n, que es miembro de la directiva nacional del PP. ¡°Determinadas situaciones quedan desprotegidas. La ley debe favorecer a quienes, por los motivos de grave malformaci¨®n o riesgo para la salud de la madre, se vean en la obligaci¨®n de tomar esa dif¨ªcil decisi¨®n¡±. Otra voz d¨ªscola la ha puesto la diputada popular de la Asamblea de Madrid Isabel D¨ªaz Ayuso. ¡°Yo tampoco estoy a favor de la reforma del aborto tal y como se ha planteado. Interfiere en el ¨¢mbito personal y no soluciona nada¡±.
Mientras, el secretario de Derechos y Libertades del PP, I?aki Oyarz¨¢bal, se mostr¨® confiado en que su partido este ¡°abierto¡± al consenso con otros grupos antes de poner en marcha la nueva ley.
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