Contra ETA viv¨ªamos mejor

Pocas semanas despu¨¦s del anuncio del cese definitivo del terrorismo de ETA, en octubre de 2011, el dirigente del PP Jaime Mayor Oreja vaticinaba, en una entrevista en el desaparecido diario La Gaceta, que la banda terrorista volver¨ªa a las andadas tras la celebraci¨®n de las elecciones vascas en noviembre de 2012. Su tesis era que el lobo se pon¨ªa la piel de oveja para ayudar a Bildu en las elecciones vascas y luego mostrar¨ªa su aut¨¦ntica faz. Aquel augurio de Mayor Oreja, de una nueva tregua-trampa de ETA, no solo no se cumpli¨®. Al contrario, tras dos a?os largos del cese definitivo del terrorismo, lo que resulta cada vez m¨¢s claro es que el final de ETA es irreversible, y de ¨¦l solo quedan pendientes unos flecos.

No era presumible que Mayor Oreja reconociera su grave error de vaticinio. Pero no deja de sorprender que una parte importante de la derecha medi¨¢tica siga elogi¨¢ndole estos d¨ªas, cuando su nombre ha reaparecido al quedar fuera de la lista europea del PP por su visi¨®n pol¨ªtica sobre el Pa¨ªs Vasco. Mayor Oreja hace a?os que est¨¢ alejado de la realidad vasca y su desprecio hacia quienes la conocen, como sus j¨®venes compa?eros del PP vasco, le lleva a desbarrar de modo sobresaliente. Pero en Mayor Oreja hay algo m¨¢s. La desaparici¨®n de ETA, que ya es una realidad en nuestra vida cotidiana ¡ªno ataca ni amenaza¡ª, est¨¢ acarreando muchas consecuencias. Una de ellas, y no la menor, es que algunos representantes de la derecha pol¨ªtica, como Mayor Oreja y Mar¨ªa San Gil, han perdido el eje de su discurso, pr¨¢cticamente su raz¨®n de ser en la vida pol¨ªtica. Algunos de tal modo, como Santiago Abascal, que han montado un nuevo partido, Vox, con la vieja pol¨ªtica antiterrorista como una clave de su propia existencia.

No hay que olvidar que la lucha contra el terrorismo de ETA fue un elemento movilizador social y aglutinador clave del centro derecha en la etapa de Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. El terrorismo etarra, en la etapa de Aznar, ya se encontraba a la desesperada y, tras la ruptura de la tregua de 1998-1999, entr¨® en una din¨¢mica de asesinato a los vascos no nacionalistas que propici¨® una enorme movilizaci¨®n social e in¨¦dita contra ETA. La torpeza pol¨ªtica del lehendakari nacionalista Ibarretxe, que pact¨® con el brazo pol¨ªtico de ETA, en aquellas circunstancias, permiti¨® al presidente Aznar encabezar una ofensiva nacional contra el nacionalismo vasco en su conjunto que, en clave electoral, le result¨® muy rentable para conseguir la mayor¨ªa absoluta en 2000.

Pero aquel escenario pol¨ªtico, afortunadamente, ha cambiado. Ibarretxe fue descabalgado por el PNV y hoy manda en el primer partido vasco un t¨¢ndem pragm¨¢tico formado por I?igo Urkullu y Andoni Ortuzar, que aborrece esa etapa. ETA est¨¢ pr¨¢cticamente derrotada. Ha cesado de forma irreversible el terrorismo etarra y se est¨¢ a la espera de un proceso de desarme y disoluci¨®n. Su anterior brazo pol¨ªtico rechaza expresamente la violenta de ETA y aunque le queda pendiente el reconocimiento del da?o causado por su pasada complicidad con el terrorismo, hoy es un valladar que garantiza que ETA no volver¨¢.

?Qu¨¦ es lo que no ha cambiado? Una parte de la derecha pol¨ªtica y medi¨¢tica, que sigue diciendo que ¡°ETA est¨¢ m¨¢s viva que nunca¡± porque la izquierda abertzale est¨¢ en las instituciones y ¡°los presos etarras no cumplen ¨ªntegramente sus penas¡±. ?Qui¨¦n encabeza esa corriente en clave pol¨ªtica? Aznar y Mayor Oreja, que viven de la nostalgia del pasado, del ¡°contra ETA viv¨ªamos mejor¡±. Ambos han comprobado que con el final de ETA pierden un elemento cohesionador, del que ahora est¨¢ tan necesitado el centro derecha, y movilizador social de primera magnitud que capitalizaron electoralmente. Y se resisten a reconocer ese final, aferr¨¢ndose al espantajo de ETA con falacias como que ¡°Bildu es ETA¡±. Pero sus falacias han topado con su propio partido en el Pa¨ªs Vasco, que hace ya tiempo, con Antonio Basagoiti, comprendi¨® que tras el cese definitivo del terrorismo era insostenible el viejo discurso. Un PP vasco que ahora est¨¢ dispuesto a dar la cara contra Mayor Oreja y Aznar y que se convierte en un motor del cambio del discurso pol¨ªtico en el centro derecha de este pa¨ªs, que ya no puede tener como eje de cohesi¨®n el espantajo de ETA.