Un esp¨ªa en el Gobierno valenciano
Presidencia de la Generalitat se lanza a la caza del topo tras la difusi¨®n de gastos de Fabra
El presidente valenciano, Alberto Fabra, lleva meses buscando un fantasma. Desde que en mayo del a?o pasado un topo empez¨® a filtrar contratos menores y gastos de Presidencia de la Generalitat ¡ªy a empa?ar la imagen de Fabra y la de su entorno m¨¢s pr¨®ximo¡ª, la caza del esp¨ªa se ha convertido en una prioridad para el Gobierno valenciano.
Los interrogatorios, esta misma semana, a una docena de funcionarios del departamento de Contrataci¨®n de la Generalitat, en busca del posible filtrador de unas facturas, han desvelado el alto nivel de tensi¨®n y malestar existente en la Administraci¨®n de Alberto Fabra. ¡°El t¨¦rmino interrogatorio tiene un tono peyorativo porque se trata de un expediente informativo con todas las garant¨ªas legales y no se ha obligado a nadie a comparecer¡±, argumenta el vicepresidente del Gobierno valenciano, Jos¨¦ Ciscar. Un intento de quitar hierro a unos interrogatorios grabados en audio, transcritos y firmados por los funcionarios, que han aceptado someterse al mismo, como si fuese una declaraci¨®n judicial.
Los sindicatos de la Administraci¨®n valenciana consideran que el m¨¦todo utilizado por el Gobierno valenciano para buscar al esp¨ªa es ¡°excepcional¡±, sobre todo si se tiene en cuenta que la Generalitat ha ignorado durante a?os otras denuncias sobre supuestas irregularidades mucho m¨¢s graves. Lo cierto es que en apenas seis meses el topo ha logrado socavar la imagen personal de Fabra, incapaz de atajar las filtraciones sobre distintas contrataciones de asesores o gastos en viandas.
Las primeras alarmas sonaron en mayo, al difundirse la contrataci¨®n, con dinero p¨²blico, de un asesor para que Fabra mejorase sus aptitudes de liderazgo. El esc¨¢ndalo al conocerse que el coach se iba a pagar con cargo al presupuesto p¨²blico oblig¨® a rectificar al presidente valenciano, que recul¨® y anunci¨® que pagar¨ªa la formaci¨®n de su bolsillo.
La divulgaci¨®n de este contrato confirm¨® los peores temores de Fabra. El presidente valenciano est¨¢ convencido de que existe un plan, del que participan elementos de su propia Administraci¨®n, para desestabilizarlo. Su repentino ascenso al poder ¡ªsustituy¨® en julio de 2011 al dimitido Francisco Camps por designaci¨®n del PP nacional¡ª provoc¨® que algunos sectores del partido en la Comunidad Valenciana cuestionasen el liderazgo de Fabra. Unas cr¨ªticas que se convirtieron en profundo malestar tras anunciar el presidente de la Generalitat que no incluir¨ªa cargos imputados en las candidaturas municipales y auton¨®micas de 2015. Una declaraci¨®n de la que el propio Fabra se ha convertido en reh¨¦n y que le llev¨® el a?o pasado a forzar la salida del PP de Rafael Blasco, que hab¨ªa sido su portavoz en las Cortes Valencianas y exconsejero de Francisco Camps y Eduardo Zaplana.
Una docena de funcionarios han sido interrogados por las filtraciones
En la direcci¨®n regional del PP nadie quiere hablar abiertamente, pero todos destacan la coincidencia entre el inicio de las filtraciones, la aparici¨®n en escena de una desconocida Asociaci¨®n contra la Corrupci¨®n en la Comunidad Valenciana y las presiones a Blasco ¡ªhoy sentado en el banquillo por un fraude millonario en las ayudas a la cooperaci¨®n en su etapa de consejero¡ª para que abandonase el PP.
La Asociaci¨®n contra la Corrupci¨®n, vinculada al sindicato Manos Limpias, ha impulsado, sin demasiado ¨¦xito hasta ahora, la presentaci¨®n de querellas por supuestos casos de corrupci¨®n contra Fabra; el secretario regional del PP, Seraf¨ªn Castellano, y la secretaria auton¨®mica de Organizaci¨®n de Presidencia de la Generalitat, Esther Pastor.
Casualidad o no, lo cierto es que las filtraciones del topo han afectado en exclusiva a la Consejer¨ªa de Presidencia y, casi todas ellas se refieren a Fabra y a Pastor, una persona de la estricta confianza del presidente valenciano desde su etapa de alcalde de Castell¨®n, que ha acumulado poder e influencia y despertado no pocos recelos en el propio Gobierno valenciano. As¨ª, tras el esc¨¢ndalo del coach, el topo, en semanas sucesivas, ha filtrado la contrataci¨®n de un cocinero en Presidencia, el pago de cursos de comunicaci¨®n, la n¨®mina de Fabra y distintos gastos en hoteles y viandas autorizados por Pastor.
La fuga continuada de informaci¨®n, m¨¢s all¨¢ del debate sobre la transparencia de la Administraci¨®n valenciana, ha tenido dos efectos indeseados para Fabra. Por un lado, las bromas sobre el topo han crecido en la calle al mismo ritmo que aumentaban la crispaci¨®n en el Gobierno. Por otro, el esp¨ªa ha creado un clima de desconfianza que ha acabado por distanciar a Fabra de su vicepresidente, a cuyo departamento se le atribuy¨® inicialmente el origen de las filtraciones.
Ahora, tras meses de tensi¨®n, Fabra conf¨ªa en que la investigaci¨®n interna y una denuncia presentada ante Fiscal¨ªa sean suficientes para detener al esp¨ªa ¡°por el bien de la instituci¨®n¡±.
Los que tiran de la manta
Si existiese el vud¨², la Asociaci¨®n contra la Corrupci¨®n de la Comunidad Valenciana manipular¨ªa el mu?eco de Alberto Fabra. Cada movimiento de esta min¨²scula organizaci¨®n induce, desde hace diez meses, un espasmo al presidente popular. Solo dos ejemplos: Airearon que su asesora m¨¢s pr¨®xima, Esther Pastor, pag¨® con 3.000 euros de fondos p¨²blicos una compra de cocido, chocolate, chorizos y pechuga de pollo en una tienda gourmet. Tambi¨¦n divulgaron una factura de m¨®vil de 7.000 euros de la abogada de la Generalitat. ¡°No damos abasto en Valencia¡±, admite el presidente de la Asociaci¨®n, el sexagenario industrial de la madera Enrique Soriano.
Su cuartel general pasa inadvertido en un acristalado enjambre de oficinas a las afueras de Valencia. Mide 25 metros. Tiene dos mesas y un ordenador. Y un archivo rebosante de supuestas corruptelas y chanchullos. La documentaci¨®n llega de soplos an¨®nimos. Una veintena de sobres sin remitente nutre la munici¨®n de esta organizaci¨®n que guarda copias de seguridad en lugares inconfesables. Afirman tener 40 socios, un presupuesto anual de 7.000 euros y m¨²sculo financiero para tambalear al poder durante meses. Nadie cobra.
Su estrategia pivota sobre la ofensiva judicial. Cinco abogados ¡ªprofesionales y becarios¡ª de un despacho externo tejen la decena de denuncias presentadas desde abril contra el entorno de Fabra. El pseudosindicato Manos Limpias les asesora gratis. Su triunfo se reduce a la admisi¨®n a tr¨¢mite de una querella por malversaci¨®n contra la asesora Pastor por cargar a las arcas p¨²blicas ocho noches de hotel por 671 euros para supuesto uso privado.
Se desmarcan de siglas. Su nexo con los pol¨ªticos se resume, dicen, a reuniones de cortes¨ªa con diputados auton¨®micos. Han contactado con el PSPV y Esquerra Unida. Quiz¨¢ por eso, saltan como un resorte cuando se les vincula con el exconsejero Rafael Blasco, un dirigente con fama de maquiav¨¦lico expulsado del PP de Fabra tras sentarse en el banquillo por el presunto desvi¨® millonario de fondos de la cooperaci¨®n internacional.
Son las 12.00 horas y un sobre aterriza en el di¨¢fano despacho. Un confidente an¨®nimo advierte de que el hermano de un alto cargo cobra en negro su trabajo como m¨²sico. Una minucia para una organizaci¨®n que promete jugosas entregas. Y que insiste en la legalidad de sus movimientos. Una vi?eta colgada de su puerta con la imagen de un topo despide al visitante: ¡°Nosotros no filtramos. Solo aplicamos la Ley de Transparencia¡±.
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