Espa?a: el PP o la nada
El presidente del Gobierno exige silencio o paneg¨ªrico a Rubalcaba, eso s¨ª, con el ¡®Marca¡¯ por bandera
La convenci¨®n del Partido Popular, celebrada en Valladolid el pasado fin de semana, ha tenido la virtud de eludir todos los debates y de aplazar todas las decisiones requeridas en el ecuador de la legislatura, cuando se escucha el sonido de las urnas, a menos de cuatro meses de las elecciones al Parlamento Europeo. Hicieron de teloneros las fierecillas domadas de las distintas baron¨ªas territoriales. Se pronunciaron sobre cuestiones ajenas a sus competencias, como por ejemplo el proyecto de ley del aborto. El punto culminante lo alcanz¨® la secretaria general y presidenta de la Comunidad de Castilla-La Mancha, Mar¨ªa Dolores de Cospedal. Fiel a su estilo, basado en reiteraciones e interrogantes ret¨®ricos, ech¨® un vistazo sobre la situaci¨®n de Espa?a, para se?alar que las opciones son el PP o la nada. Esfuerzo in¨²til si pretend¨ªa ocultar las fracturas abiertas por los disidentes en fuga, o invalidar las nuevas banderas, de convicci¨®n o de conveniencia, que acababan de ser izadas en la derecha.
El Partido Popular o la nada, o sea, contarse entre los gozadores del reino de los Cielos o quedar echados fuera a las tinieblas exteriores, donde es el llanto y el crujir de dientes. Es la dial¨¦ctica maximalista de los monote¨ªsmos ¡ªfuera de la Iglesia no hay salvaci¨®n¡ª y de los totalitarismos ¡ªmejor equivocarse con el Partido que acertar en contra suya¡ª. En todo caso, la cuesti¨®n de la nada tiene antecedentes muy remotos. El profesor Tom¨¢s Poll¨¢n ha vuelto sobre ellos al traducir y prologar con el t¨ªtulo La nada y las tinieblas la carta de Fridegiso de Tours (Editorial La u?a RoTa. Segovia 2012), fechada en marzo del a?o 800. All¨ª Fridegiso razonaba que la nada y las tinieblas eran cosas realmente existentes. Una afirmaci¨®n extravagante que, de otra parte, parec¨ªa confirmar la autoridad de la Biblia, donde escrito est¨¢ que el mundo ¡°fue creado a partir de la nada¡±, cuando ¡°las tinieblas cubr¨ªan la faz de la tierra¡±. Cu¨¢nto mejor hubiera sido extremar el cuidado con este concepto de la nada, cuesti¨®n l¨ªmite que ha marcado el destino de Occidente. Tambi¨¦n prescindir del c¨®nyuge, Ignacio L¨®pez del Hierro, en vez de sentarlo en el centro de la primera fila. Porque quien echa por delante a su pareja no puede quejarse si suscita cr¨ªticas. Qu¨¦ diferencia frente a Rajoy, tan lejos del Bambi que en vez de ca?a quer¨ªa dar ejemplo.
Ahora el presidente del Gobierno exige silencio o paneg¨ªrico al socialista Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, eso s¨ª, con el Marca por bandera. Hubiera podido exhibir El Norte de Castilla, l¨ªder en la regi¨®n; La Vanguardia, por catal¨¢n; El Mundo, para saber del relevo de Jota Pedro; The Financial Times, atento a Escocia; o The New York Times, interesado en la tensi¨®n ¨¢rabe-israel¨ª. ?Pero qu¨¦ mejor dieta medi¨¢tica que la de la prensa deportiva en papel?
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