M¨¢s devoluciones irregulares de inmigrantes a trav¨¦s de la valla de Melilla
La Guardia Civil concentra a subsaharianos ante la verja para expulsarles a Marruecos
Los subsaharianos son llevados de vuelta a los furgones en los que les hab¨ªa tra¨ªdo la Guardia Civil hasta la puerta n¨²mero A 13 de la verja de Melilla, un lugar vetado al tr¨¢fico civil, donde no hay c¨¢maras de vigilancia y donde los inmigrantes suelen ser expulsados de noche en caliente, es decir incumpliendo aparentemente la ley de extranjer¨ªa. Las fuerzas de seguridad marroqu¨ªes han readmitido a algunos ¨Cque trasladan en dos furgonetas- pero despu¨¦s se niegan a recibir a m¨¢s. ?Ser¨¢ porque son demasiados o porque est¨¢n heridos?
Hasta ahora se dispon¨ªa de testimonios de subsaharianos y de un archivo audio, colgado en la web de este peri¨®dico, que indicaban que el instituto armado llevaba a cabo en Melilla esas expulsiones irregulares. Ahora un v¨ªdeo rodado por un colaborador de la ONG Melillense Prodein, en la ma?ana del 15 de enero, ilustra con im¨¢genes esa pr¨¢ctica en la valla de once kil¨®metros que separa a la ciudad aut¨®noma de Marruecos.
Ese d¨ªa, sobre las siete de la ma?ana, unos 300 subsaharianos, por un lado, y otros 150 por otro, trataron de entrar en Melilla saltando la valla. Unos 60 lo lograron, seg¨²n informaci¨®n facilitada por la Delegaci¨®n del Gobierno. A sabiendas que no se les esperaba en la porci¨®n de la verja donde han sido colocadas, a finales de 2013, las llamadas concertinas (alambre entremezclado con cuchillas) algunos lo intentaron en esa zona y sufrieron severos cortes. El fot¨®grafo Jos¨¦ Col¨®n, que cubri¨® el salto, lo atestigua.
Un par de horas despu¨¦s empez¨® la expulsi¨®n de los subsaharianos a los que la Guardia Civil ech¨® el guante en la ciudad antes de que pudieran llegar a la Jefatura Superior de Polic¨ªa. La ley estipula que los extranjeros que entren irregularmente en Espa?a ser¨¢n conducidos ¡°con la mayor brevedad posible a la correspondiente comisar¨ªa¡± de polic¨ªa ¡°para que pueda procederse a su identificaci¨®n y, en su caso, a su devoluci¨®n¡±. Tendr¨¢n ¡°derecho a la asistencia jur¨ªdica, as¨ª como a la asistencia de un int¨¦rprete¡±.
El colaborador de la ONG Prodein, que rod¨® las im¨¢genes desde una loma, asegura que justo antes de que empezase a grabar dos furgones blancos marroqu¨ªes se alejaron de la valla. Sospecha que estaban repletos de inmigrantes. En el v¨ªdeo se ve un trasiego de guardias civiles y de subsaharianos entre la puerta A 13, abierta, y los furgones que les trasladan.
Marruecos ya no admite a m¨¢s ¡°y un joven herido, que permaneci¨® tumbado delante de la puerta durante un par de horas, es arrastrado hasta la furgoneta¡±, relata el autor del v¨ªdeo. Hasta ahora las devoluciones en caliente se efectuaban de noche, por lo que era imposible grabarlas desde lejos, pero el 15 de febrero se practicaron a plena luz del d¨ªa.
El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik el Barkani, asegura que las fuerzas de seguridad cumplen a rajatabla la ley. El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fern¨¢ndez de Mesa, asegur¨® en noviembre que estudiaba emprender acciones legales contra aquellos que sosten¨ªan lo contrario.
La rama melillense de la Asociaci¨®n Unificada de Guardias Civiles no tiene, por su parte, dudas de que se producen este tipo de expulsiones, y ya en junio pasado pidi¨® el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, que investigue su legalidad, algo que no ha hecho hasta el momento.
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