Rota: la punta de lanza del escudo

Las predicciones meteorol¨®gicas anuncian cielo encapotado y probabilidad de lluvia el pr¨®ximo martes en Rota (C¨¢diz). As¨ª que los 338 tripulantes del USS Donald Cook quiz¨¢ se sientan inicialmente decepcionados al no encontrarse con el rinc¨®n paradis¨ªaco, un balc¨®n frente a la costa africana, que se les anunci¨® cuando el pasado 31 de enero zarparon desde su base de Norfolk (Virginia) en medio de una nevada.

Tampoco los 29.000 habitantes de esta localidad gaditana (4.200 de ellos en paro) apreciar¨¢n, en un primer momento, el man¨¢ econ¨®mico que esperan del desembarco de m¨¢s de 3.000 nuevos vecinos (1.300 militares y 1.800 civiles) llegados del otro lado del Atl¨¢ntico. Habr¨¢ que esperar al verano para que se instalen los primeros familiares y a 2015 para que se complete el despliegue de los cuatro destructores de la clase Arleigh Burke que compondr¨¢n el FDNF (Forward Deployed Naval Forces o Despligue Avanzado de Fuerzas Navales). En junio de este a?o arribar¨¢ el USS Ross y en 2015, le seguir¨¢n el USS Porter y el USS Carney.

Los buques, dotados con el sistema de combate Aegis y misiles SM-3, forman el componente naval del escudo antimisiles ¡ªcuya primera fase incluye tambi¨¦n un radar en Turqu¨ªa¡ª que se completar¨¢, m¨¢s adelante, con bases terrestres de interceptores en Ruman¨ªa y Polonia.

Los cuatro a?os transcurridos desde que la OTAN lanzara, en la cumbre de Lisboa, en noviembre de 2010, su programa de defensa antimisiles (BMD) no han servido para disipar los recelos de Mosc¨², que ha respondido con el despliegue de misiles t¨¢cticos en el enclave b¨¢ltico de Kaliningrado; e incluso ha amenazado con retirarse del tratado START, de reducci¨®n de armas nucleares estrat¨¦gicas. Para el presidente ruso, Vladimir Putin, el escudo ¡°solo es defensivo de nombre. En realidad, constituye una parte significativa del potencial ofensivo de la OTAN¡±.

En la conferencia de seguridad de Munich, el pasado d¨ªa 1, el jefe del Pent¨¢gono, Chuck Hagel, insisti¨® en que el programa BMD no se ha concebido contra Rusia, sino para hacer frente a la amenaza que representan otros Estados con probado inter¨¦s en dotarse del arma nuclear, como Ir¨¢n o Corea del Norte. Aunque el argumento ha perdido peso tras el acuerdo provisional para poner bajo control de la comunidad internacional el programa at¨®mico iran¨ª y Pyongyang queda demasiado lejos incluso para el alcance del radar del Aegis: unos 500 kil¨®metros.

La base gaditana acoger¨¢ a 1.300 nuevos militares y 1.800 familiares

¡°Yo no mencionar¨ªa a Ir¨¢n ni a ning¨²n otro pa¨ªs. Gobiernos que hoy son amigos pueden dejar de serlo ma?ana. Y a la inversa¡±, afirma el almirante retirado Jos¨¦ Mar¨ªa Trevi?o, exjefe del Estado Mayor del Mando de la OTAN en Lisboa (Portugal). En su opini¨®n, el despliegue de los cuatro destructores en Rota es un buen negocio. ¡°Hemos afianzado nuestra posici¨®n como aliado fiel y nos hemos convertido en un pilar del sistema de defensa antimisiles de la OTAN sin que nos cueste un duro¡±, alega.

La Armada espa?ola espera beneficiarse de la presencia en Rota de cuatro de los mejores buques de la Navy, realizando ejercicios conjuntos y compartiendo gastos de instalaciones. El astillero p¨²blico Navantia se ha hecho con un contrato de 190 millones para mantener los destructores durante cuatro a?os, aunque sin tocar su sancta sanctorum: el sistema de combate.

Las fragatas F-100 de la Marina espa?ola tambi¨¦n disponen del sistema Aegis, pero su versi¨®n solo tiene capacidad antia¨¦rea, no antimisil. T¨¦cnicamente ser¨ªa posible adaptarlas, pero econ¨®micamente resulta ¡°prohibitivo¡±, en palabras del jefe de la Armada, el almirante Jaime Mu?oz-Delgado. Seg¨²n los expertos, la adaptaci¨®n de cada fragata costar¨ªa unos 200 millones, sin contar el precio del misil SM-3: unos 10 millones unidad.

Nada se sabe de los 1.000 empleos a los que aludi¨® el presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero cuando, para sorpresa de todos, anunci¨® en octubre de 2011, a mes y medio de las elecciones generales, el acuerdo para acoger los cuatro destructores.

Eva Corrales, alcaldesa de Rota, del PP, est¨¢ convencida de que ¡°habr¨¢ generaci¨®n de empleo, directo e indirecto¡±, aunque reconoce que ni el Ministerio de Defensa ni la Embajada de EE UU en Madrid le han querido dar una cifra. Lo cierto es que en los ¨²ltimos a?os la plantilla del personal laboral espa?ol en la base se ha reducido sustancialmente, mientras se multiplicaban las subcontratas.

Corrales conf¨ªa en que la escasez de viviendas dentro de la base llevar¨¢ a muchas familias estadounidenses a alquilar casas en el pueblo, sin contar con el efecto dinamizador que tendr¨¢ su llegada en sectores como el comercio, la restauraci¨®n o los taxis. Respecto a los inconvenientes, no cree que la presencia de los buques suponga un riesgo a?adido. ¡°Todos sabemos que ah¨ª no se fabrican mu?ecas. El riesgo existe desde que est¨¢ la base y de eso hace ya 60 a?os¡±, alega.

La interceptaci¨®n de hipot¨¦ticos ataques con misiles bal¨ªsticos no ser¨¢ la ¨²nica tarea, ni la m¨¢s frecuente, de los destructores. Operaciones con la OTAN, ejercicios bilaterales y multilaterales, misiones de seguridad mar¨ªtima e intervenciones r¨¢pidas en caso de crisis figuran entre los cometidos del USS Donald Cook, que particip¨® en la guerra de Irak lanzando misiles Tomahawk. ¡°El despliegue avanzado en Rota nos permitir¨¢ estar en el lugar adecuado no solo en el momento adecuado, sino en todo momento¡±, en palabras del secretario de la Navy, Ray Mabus.