La oferta de nacionalidad a sefard¨ªes satura los consulados espa?oles en Israel
La medida fue anunciada el viernes como anteproyecto de ley en el Consejo de Ministros Se beneficiar¨¢n, seg¨²n las agrupaciones sefard¨ªes, hasta 3,5 millones de personas
La decisi¨®n del gobierno de Mariano Rajoy de modificar el C¨®digo Civil para conceder la nacionalidad espa?ola a los descendientes de los jud¨ªos que en 1492 fueron expulsados de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, anunciada el viernes, ha despertado un desmesurado inter¨¦s en los ciudadanos israel¨ªes, que con sus consultas han saturado los consulados espa?oles en Tel Aviv y Jerusal¨¦n. Hasta ahora los llamados sefard¨ªes pod¨ªan solicitar la nacionalidad espa?ola con procedimientos lentos y farragosos, y renunciando a sus otros pasaportes. A partir de ahora, por una iniciativa del ministerio de Justicia que a¨²n debe votarse en el parlamento, podr¨¢n conservar m¨¢s nacionalidades aparte de la espa?ola.
Calculan las organizaciones sefard¨ªes citadas por medios israel¨ªes que 3,5 millones de personas podr¨ªan beneficiarse de esta medida. El pasado fin de semana, los medios de Israel ya circularon una lista con 5.200 apellidos sefard¨ªes, lo que propici¨® un aluvi¨®n de consultas a las misiones consulares espa?olas. El motivo es que en el anteproyecto de ley se citan seis posibles certificaciones de la condici¨®n de sefard¨ª, entre ellas ¡°los apellidos del interesado¡± y ¡°el idioma familiar¡±, en referencia al castellano medieval conocido como ladino, adem¨¢s de ¡°otros indicios que demuestren su pertenencia a la comunidad jud¨ªa sefard¨ª¡± o ¡°la vinculaci¨®n o parentesco del solicitante con una persona o familia de las mencionadas en el apartado anterior¡±.
Fuentes consulares espa?olas reconoc¨ªan este lunes el gran volumen de consultas y aconsejaban prudencia a los israel¨ªes. ¡°Esto es todav¨ªa un anteproyecto de ley que debe considerarse en el Congreso. El Ministerio ha enunciado una serie de criterios, y entre ellos est¨¢ que el solicitante sea sefard¨ª, pero tambi¨¦n que tenga una especial vinculaci¨®n con Espa?a. Es un asunto que no se puede valorar hasta que el parlamento lo apruebe de forma definitiva. En todo caso habr¨¢ que esperar a que se publique en el Bolet¨ªn Oficial del Estado para iniciar cualquier proceso¡±, dijeron esas fuentes, que pidieron anonimato porque el proceso legislador est¨¢ a¨²n en fase embrionaria.
Sefard¨ªes no hay solo en Israel, pero son una gran parte de la poblaci¨®n de seis millones de jud¨ªos de este pa¨ªs. Su inter¨¦s por la oferta gubernamental espa?ola ha quedado patente en los medios de comunicaci¨®n nacionales, que se preguntaban este lunes, anticip¨¢ndose a los hechos, si Espa?a est¨¢ lista para asimilar a 3,5 millones de jud¨ªos. El diario Yedioth Aharonoth titulaba dos informaciones: ¡®El sue?o espa?ol¡¯ y ¡®De repente, todos somos espa?oles¡¯. En esta ¨²ltima aseguraba que ¡°ya hay bastante gente en Israel que espera en la cola para pasaportes¡± pero se vio obligado a advertir a sus lectores de que ¡°la nueva ley no le ofrecer¨¢ autom¨¢ticamente la ciudadan¨ªa a todos los israel¨ªes¡±.
La expulsi¨®n de los jud¨ªos la ordenaron los Reyes Cat¨®licos en 1492 en su campa?a de homogeneizaci¨®n religiosa de Espa?a. Muchos sefard¨ªes se asentaron en comunidades nuevas en el Norte de ?frica, en los Balcanes y en el imperio Otomano. El Estado de Israel se declar¨® en 1948 como patria del pueblo jud¨ªo, y las autoridades conceden pasaporte israel¨ª inmediatamente a cualquiera que pueda probar que pertenece a ese grupo ¨¦tnico-religioso.
¡°Yo ya me siento espa?ol, y pongo de relieve que es por mis ra¨ªces jud¨ªas¡±, asegura Avraham Haim, de 72 a?os, que hoy preside el Consejo de las Comunidades Sefard¨ªes de Jerusal¨¦n. Sus ancestros pasaron por los Balcanes al salir de Espa?a, para acabar en Hebr¨®n, en lo que hoy es Cisjordania. ¡°Este anuncio hace mucha ilusi¨®n, porque yo nunca me he sentido extranjero cuando he visitado Espa?a¡±, dice. Sus tres hijos tambi¨¦n solicitar¨¢n la nacionalidad, a pesar, como ¨¦l mismo admite, de que ¡°no han manifestado nunca una gran cercan¨ªa con Espa?a¡±.
De momento, el Gobierno israel¨ª ha mantenido un escrupuloso silencio sobre la medida. Es l¨®gico que haya cierto recelo hacia la idea de que otro pa¨ªs conceda pasaportes propios a un significativo grupo de jud¨ªos, muchos de ellos israel¨ªes. Aun as¨ª el gesto espa?ol se interpretado como de buena voluntad y adem¨¢s a¨²n no queda claro cu¨¢les ser¨¢n los procedimientos autorizados por el ministerio de Justicia.
Hasta hoy los sefard¨ªes pueden solicitar pasaporte espa?ol por dos v¨ªas. Bien tras residir dos a?os legalmente en Espa?a o bien por carta de naturaleza, una concesi¨®n de nacionalidad que otorga de forma discrecional el Consejo de Ministros. Ambas requieren que el interesado prescinda de otros pasaportes.
La intenci¨®n del Gobierno espa?ol es modificar los art¨ªculos del C¨®digo Civil que contemplan esos supuestos, sobre todo el 23, que es el que obliga a la renuncia de otros pasaportes. La propuesta de Justicia es modificar ese ¨²ltimo para que incluya, entre aquellos que quedan exentos de renunciar a otras nacionalidades, a los sefard¨ªes, junto a las personas procedentes ¡°de pa¨ªses iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial o Portugal¡±.
Seg¨²n un anuncio previo de los ministerios de Justicia y Exteriores de 2012, iba a ser la Federaci¨®n de Comunidades Jud¨ªas de Espa?a (FCJE) la que concediera los expedientes que certifican el origen sefard¨ª del solicitante. En el futuro podr¨¢ asumir esa labor, pero sus certificaciones pasar¨¢n a ser solo un medio m¨¢s entre los que se consideran leg¨ªtimos, y el encargado de emitir una validaci¨®n final, seg¨²n el anteproyecto de ley, ser¨¢ ¡°el encargado del Registro Civil del domicilio del interesado bien en Espa?a o en el consulado correspondiente¡±.
¡°Es un gesto muy, muy importante¡±, dec¨ªa este lunes a este diario el presidente de la FCJE, Isaac Querub Caro. ¡°No hay que olvidar que esta medida no s¨®lo tiene una dimensi¨®n sentimental, sino tambi¨¦n pr¨¢ctica, pues puede salvar vidas de jud¨ªos en Estados en los que corren peligro. De hecho gestos como este han salvado ya vidas en el pasado, como durante la Segunda Guerra Mundial. Y lo cierto es que todav¨ªa hay pa¨ªses donde los jud¨ªos no est¨¢n tan c¨®modos o protegidos como en otros, y en alg¨²n momento pueden necesitar de la generosidad y hospitalidad espa?ola¡±.
Los sefard¨ªes en Espa?a consideran que unas palabras del rey Juan Carlos en Madrid en 1992 sirvieron de precedente a esta decisi¨®n del ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallard¨®n. En el acto de recuerdo de los 500 a?os de la expulsi¨®n de los jud¨ªos, el monarca dijo: ¡°No debemos decir que los jud¨ªos en Sefarad [top¨®nimo b¨ªblico de Espa?a en hebreo] se sienten como en casa, porque los hispano-jud¨ªos est¨¢n en su propia casa¡±.
Como recuerdo de esa misma expulsi¨®n, el diario israel¨ª Haaretz publicaba este lunes junto a un an¨¢lisis de lo que la nueva medida supone, la reproducci¨®n de un cuadro de Isabel la Cat¨®lica, atestiguando que sus decisiones siguen influyendo en la historia de Espa?a. En clave m¨¢s ligera, la vi?eta del d¨ªa mostraba una cola de israel¨ªes con camisetas y bufandas del Bar?a haciendo ya cola en la embajada espa?ola, en ambiente festivo.
Como pruebas: certificados del rabino, apellidos o ladino
Los requisitos alternativos que el anteproyecto de ley establece como suficientes para conceder la nacionalidad espa?ola a los sefard¨ªes:
- Un certificado de la autoridad rab¨ªnica competente, reconocida legalmente en el pa¨ªs de la residencia habitual.
- Apellidos del interesado o el idioma familiar (ladino).
- Un certificado de la Federaci¨®n de Comunidades Jud¨ªas de Espa?a en el que se acredite que el interesado es sefard¨ª.
- La inclusi¨®n del peticionario o su descendencia directa en las listas de familias sefard¨ªes protegidas por Espa?a.
- La vinculaci¨®n o parentesco del solicitante con una persona o familia de las mencionadas en el apartado anterior.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.