Majadahonda, el inicio del fin
Francisco Correa lleg¨® a tener un control casi absoluto del Ayuntamiento Logr¨®, entre otras cosas, que su entonces esposa, Carmen Rodr¨ªguez Quijano, fuera contratada como jefa de gabinete del alcalde, Guillermo Ortega, Willy, un buen amigo
Majadahonda, 30.000 habitantes en 1990, 70.000 en 2013, es la madre de todas las poblaciones que pululan entrel¨ªneas en el caso G¨¹rtel. Hablamos de Guillermo Ortega, conocido en la elegante nomenclatura de Francisco Correa como Willy, El Rata o La Rata, alcalde de Majadahonda desde 2001 a 2005, imputado en el caso G¨¹rtel por los delitos de cohecho, fraude fiscal o blanqueo de capitales. En unos pocos p¨¢rrafos veremos sus haza?as, pero conviene echar un poco atr¨¢s la moviola, porque no hay hijo sin padre ni nieto sin abuelo. Como dice Manuel Fort, concejal del PSOE durante 11 a?os en Majadahonda, "aqu¨ª llevaba a?os utiliz¨¢ndose el urbanismo y el dinero procedente del urbanismo indebidamente y produciendo ping¨¹es beneficios a muchas personas, y no solo a los promotores. Y seguramente despu¨¦s de la trama G¨¹rtel ha seguido y seguir¨¢". Porque Majadahonda es territorio amigo. All¨ª tambi¨¦n hac¨ªa sus negocios con la trama el socio y amigo de Agag, Jacobo Gordon. En una de sus promociones de lujo, Twain Jones, que aparece varias veces en la causa, vivieron alg¨²n tiempo los consuegros de Aznar. Y del PP de Majadahonda era concejal Jos¨¦ Luis Pe?as, del que ya hemos conocido su papel protagonista en la denuncia de este aquelarre.
Ricardo Romero de Tejada, nombre que aparece una y otra vez en las hemerotecas de la cr¨®nica negra de la Comunidad de Madrid, fue alcalde de Majadahonda desde 1989 hasta 2001, a?o en el que decidi¨® dedicarse de lleno a la secretar¨ªa regional del PP, cargo que ya ocupaba desde 1996 debido a sus muchas gracias, aunque algunas gentes maliciosas dicen que tambi¨¦n por sus muchas capacidades para la colecta de pesetas y euros. Hombre modesto, dej¨® que le pagara durante a?os las cuotas a la Seguridad Social una empresa de fotocopias propiedad de unos hermanos, los S¨¢nchez-L¨¢zaro, que ten¨ªan algunos intereses inmobiliarios. Cuando aquella verg¨¹enza sali¨® a la luz, nadie se ruboriz¨® y la direcci¨®n de G¨¦nova, en lugar de montar en c¨®lera, opt¨® por la magnanimidad, dio un paso adelante y dijo que no hay problema, pagamos nosotros, que mucho le debemos. Curioso este Romero de Tejada, nombre que te tropiezas a cada poco si quieres investigar aquel sancocho infame que fue el tamayazo de 2003.
Grosso modo, los inicios de las relaciones entre el ayer y el hoy de los gatuperios majariegos pueden resumirse -o as¨ª lo hacen quienes conocen el pa?o- en una guerra entre los m¨¢s ortodoxos del PP -Romero de Tejada y Narciso de Fox¨¢, recaudaci¨®n de recorrido in situ/Comunidad/G¨¦nova-, y los modernos que aparecen en el lugar, recaudaci¨®n in situ, tambi¨¦n, pero reparto a dos manos entre Ortega y Correa, que para llev¨¢rselo otros aqu¨ª estamos nosotros, la savia nueva del PP criada a los pechos del aznarismo. Romero de Tejada ya hab¨ªa creado su empresa para manejar el suelo, Pammasa, al margen de las odiosas obligaciones legales. Al frente situ¨® a su hombre de confianza, el concejal Narciso de Fox¨¢, que al final se qued¨® con el santo y la limosna: hoy, tantos a?os despu¨¦s, sigue siendo el alcalde de la localidad. La bronca clave data de los primeros a?os 2000, cuando sale Romero de Tejada de la alcald¨ªa y deja a Ortega como alcalde, que parec¨ªa poca cosa, para reservar a Fox¨¢ en su sitio clave al mando del urbanismo y la compra-venta de suelo. Y de aquellas tierras, estos barros, porque resulta que Ortega, que no parec¨ªa un peligro para el estatus quo, sali¨® como sali¨®.
Para hacerlo breve, aunque no es f¨¢cil, Pammasa jugaba con los derechos para hacer vivienda protegida y se los cambiaba a los promotores para hacer vivienda libre en las parcelas que se sacaban a concurso, con denominaciones tales como RN1 o D2. Lo que la oposici¨®n socialista llam¨® "el permutazo". Y es que si una vivienda protegida -hablamos de los tiempos del ladrillazo- val¨ªa 180.000 euros, una libre pod¨ªa costar 600.000. Calculen ustedes a cu¨¢nto ascend¨ªa el premio gordo de hacerte en pleno boom inmobiliario con alguno de aquellos chollos. 250 de estos derechos de p¨²blica a privada, traducidos en 250 pisos de lujo, por ejemplo, significaba una muy significativa cifra de cien millones de euros. As¨ª que trucar o influir en alguno de esos concursos era una pelea a muerte entre las constructoras y sus protectores. Afar 4, propiedad de Antonio Cubo, era la empresa que lograba m¨¢s obra en Majadahonda mientras Romero de Tejada y Fox¨¢ promov¨ªan los concursos para llevar a cabo los "permutazos". Pero a Ortega -a Correa, en realidad- no le gustaba nada que se le birlara esa parte del pastel. En la denuncia ante la fiscal¨ªa est¨¢ grabada esta frase de Ortega con su grupo municipal: "No voy a aceptar que el arquitecto municipal cambie su informe de la parcela para que se la lleve Afar 4. Lo siento en el alma, pero no lo voy a aceptar". Y es que Correa ya hab¨ªa presentado a varias empresas suyas para hacerse con el bot¨ªn.
Por este tipo de operaciones se mont¨® un esc¨¢ndalo -una primera permuta en 2000, y otra en 2003- por el que se tiraron de los pelos Fox¨¢, el hombre del PP m¨¢s vertebrado, y Guillermo Ortega, a quien cuidaba con primor Francisco Correa. Tanto que la esposa de este ¨²ltimo, Carmen Rodr¨ªguez Quijano, conocida por el sobrenombre de la Barbie, ya se hab¨ªa convertido, ni m¨¢s ni menos, que en la jefa de gabinete de Willy, El Rata o "cerebro de mosquito" como se le oye decir al gran capo en las grabaciones de Pe?as, para guiar al alcalde hasta cotas ni tan siquiera so?adas por el simp¨¢tico Willy. Como tener, por ejemplo, alguna cuenta en Suiza, en la que figuraba como beneficiario de una sociedad radicada en la isla caribe?a de Nevis, un para¨ªso fiscal de lo m¨¢s acogedor.
O a recibir, por sus muchos favores a la trama, algunas prebendas que se detallan en los autos. Carpinteros que cobran por facturas falsas al Ayuntamiento pero que en realidad, bajo las expertas se?as de la esposa de Ortega, Gema Matamoros, confeccionaron un hermoso mueble de comedor a medida y con armero para su domicilio familiar. En 10 a?os, junto con su mujer, lleg¨® a tener 39 veh¨ªculos y para que no le resultaran muy onerosos, chequeras de gasolina. M¨¢s de 40 viajes y estancias -suyos y de sus familiares, incluso de su servicio dom¨¦stico- en hoteles de superlujo de Espa?a y varios pa¨ªses, adem¨¢s de algunos cruceros. Trajes, tambi¨¦n trajes, y bolsos de Loewe para la se?ora, abonos de tenis y f¨²tbol¡ Y hay, tambi¨¦n, entregas en mano de cientos de miles de euros que ayudar¨ªan para el pago del piso de lujo que se compr¨® en la misma Majadahonda.
Y relojes, muchos relojes. Porque seg¨²n cont¨® al juez uno de los ex concejales d¨ªscolos de Majadahonda, Juan Jos¨¦ Moreno, Guillermo Ortega "era un apasionado de los relojes, un apasionado no, un descerebrado", puntualiza Moreno, que lleg¨® a tener "un armario en su casa absolutamente bestial" lleno de relojes. Hay constancia de que Willy compr¨® en la joyer¨ªa Su¨¢rez relojes por un valor superior al mill¨®n de euros, entre ellos varios Panerai y algunos Hublot. Un albar¨¢n se?ala, comprados de un golpe, tres cron¨®grafos suizos por 23.000 euros.
Aquella guerra de las parcelas culmin¨® con la destituci¨®n de Ortega, en una operaci¨®n en la que tuvo que intervenir la mism¨ªsima Esperanza Aguirre. Generosa, hall¨® la soluci¨®n: Fox¨¢ amarra Pammasa, la madre del cordero, junto con la alcald¨ªa, y a Guillermo Ortega, pobrecillo que no se nos quede sin nada, le nombra gerente del Mercado Puerta de Toledo, con un sueldo superior al de alcalde. Como ven, un castigo ejemplar de la lideresa, siempre tan firme en la lucha contra la corrupci¨®n.
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