Cruces blancas por un asesino

Aqu¨ª muri¨® el presunto asesino. Junto al muro de piedra de un caser¨®n medio derruido del Espartal, un barrio rural de Plasencia (C¨¢ceres). A tres kil¨®metros de la ciudad, a donde se llega tras dejar atr¨¢s la N-110, un camino asfaltado, otro de tierra y saltar una verja. En este punto de la sierra de Santa B¨¢rbara cay¨® el 7 de febrero Rafael Robles Garc¨ªa, El Pistolero,de 53 a?os. Lo atestigua la hierba pisoteada y vencida por el barro. Y lo recuerdan dos grandes cruces blancas y las siglas DEP pintadas en la tapia. Aqu¨ª, tras un tiroteo con la Guardia Civil, se desplom¨® El Pistolero que mat¨® supuestamente a dos personas. Seg¨²n fuentes del instituto armado, las arrodill¨® y les dispar¨® en la cabeza.

Una espiral de "locura", en palabras del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, de un hombre que tambi¨¦n dej¨® a un padre y a su beb¨¦ tiroteados tras su secuestro. Ellos salieron ilesos. "La hip¨®tesis, en los tres casos, es que solo quer¨ªa sus coches", explican los agentes, que rememoran los 17 d¨ªas de fuga del criminal. Todo comenz¨® el 21 de enero, cuando aprovech¨® un permiso para fugarse de la c¨¢rcel de Badajoz, en la que cumpl¨ªa 11 a?os de condena por intento de homicidio. A ese episodio, ocurrido hace una d¨¦cada, recurren fuentes policiales para describir el car¨¢cter "violento" y "cruel" de este placentino, natural de Talayuela (C¨¢ceres), de f¨ªsico rechoncho y 1,70 metros, con perilla y pendiente en la oreja izquierda.

Aquella noche de 2001, sentenci¨® la Audiencia Provincial, el fugitivo hiri¨® a Luis V. S., tras dispararle por la espalda. Hab¨ªan discutido minutos antes, cuando casi chocan sus veh¨ªculos. La pelea verbal no fue suficiente para El Pistolero, que se march¨® a por una nueve mil¨ªmetros y sali¨® en busca de su v¨ªctima, a la que encontr¨® en el barrio de San L¨¢zaro. Le grit¨® que se arrodillase, que iba a matarle. "Esa es una zona conflictiva, relacionada con la droga" explica el alcalde placentino, Fernando Pizarro. Un mundo que conoc¨ªa bien Robles, con antecedentes por narcotr¨¢fico.

¡ª ?Lo tenemos! ¡ª informa por radio un agente el 7 de febrero.

¡ª Recibido. Enhorabuena ¡ª le responde un compa?ero.

La Guardia Civil acababa de detener al supuesto asesino y pon¨ªa fin al dispositivo de b¨²squeda. Una intervenci¨®n que se aceler¨® a las diez de esa ma?ana, cuando se avist¨® al huido cerca de Jaraiz de la Vera, a 35 kil¨®metros de Plasencia. "Un polic¨ªa que estaba fuera de servicio lo vio conduciendo", explica la polic¨ªa. Robles llevaba el Ford Focus blanco que hab¨ªa robado tan solo un d¨ªa antes a su supuesta ¨²ltima v¨ªctima, Manuel Tejeda Carmona, asesinado de un tiro en la nuca.

El cuerpo de este vecino del barrio de San Roque (Badajoz), de 57 a?os y con dos hijos, fue hallado en el margen izquierdo del azud del Guadiana, cerca del club de pirag¨¹ismo de la capital. "Sobre las diez recibimos una alerta de que hab¨ªa una persona tirada en el suelo, inconsciente y con sangre", informa un portavoz del 112. Una unidad m¨®vil intent¨® reanimarlo. Sin ¨¦xito. "Lo encontr¨® un bombero que hac¨ªa deporte", a?aden fuentes municipales.

En ese momento, los investigadores encajaron una pieza. Cinco d¨ªas antes, el 1 de febrero, se hall¨® un Kia Sorento calcinado a unos metros de all¨ª, junto al tanatorio. No ten¨ªa matr¨ªcula, pero s¨ª n¨²mero de bastidor. El coche pertenec¨ªa a V¨ªctor Manuel Gonz¨¢lez Flores, un joven de 28 a?os de Cazalegas (Toledo), al que asesinaron el 30 de enero. El alcalde de ese pueblo, Amando Blanco, relata c¨®mo lo encontraron con heridas de bala en la cabeza y el abdomen. Sucedi¨® por la ma?ana, en una finca pr¨®xima a la autov¨ªa y conocida como Las Maris en este municipio de casi 2.000 habitantes, a hora y media en coche de Plasencia. La v¨ªctima paseaba con sus dos galgos cuando le mataron.

Quienes viven en el campo est¨¢n ahora m¨¢s tranquilos, desde que muri¨® Rafael Robles Amando Blanco, alcalde de Cazalegas (Toledo)

"Adem¨¢s de los veh¨ªculos robados, indicios s¨®lidos; la prueba de bal¨ªstica confirm¨® que coincide el arma usada en ambos homicidios", explican fuentes de la Guardia Civil, que recalcan que la investigaci¨®n sigue bajo secreto de sumario. ?Pero qu¨¦ llev¨® a Robles a desplazarse de Plasencia, a Badajoz y a Cazalegas? La polic¨ªa baraj¨® como m¨®vil, en un primer momento, el ajuste de cuentas. Pero despu¨¦s, se descart¨®. ?Fue el azar? ?S¨®lo quer¨ªa sus coches? Las v¨ªctimas no guardan ning¨²n tipo de relaci¨®n con el agresor, seg¨²n los agentes.

Tampoco el padre y el beb¨¦ de 11 meses a los que asalt¨® el 22 de enero en su casa de la calle de Dolores Ibarruri de Plasencia, cerca de las viviendas sociales de la zona norte. "All¨ª viv¨ªa antes de su encarcelamiento", aclara Pizarro. Robles los enca?on¨® en el garaje, oblig¨® al progenitor a llevarlo hasta la presa del Jerte, a cinco kil¨®metros. "Pero en un descuido del agresor, el padre escap¨® en el coche con su hijo" recalca la polic¨ªa. El atacante dispar¨® entonces tres veces contra el veh¨ªculo.

Ese d¨ªa se le pierde la pista a El Pistolero, que huye hacia Cazalegas y, tras pasar por Badajoz, regresa a Plasencia. Miguel Garc¨ªa-Izquierdo, jefe superior de Polic¨ªa en Extremadura, afirm¨® que posiblemente volvi¨® para vengarse de un vecino al que achacaba el encarcelamiento de un familiar. Seg¨²n la polic¨ªa, la esposa y dos hijos del delincuente "est¨¢n o han pasado" por prisi¨®n.

Tras el aviso de Jara¨ªz, los agentes se despliegan en El Espartal. Temen que, para hacerse con un coche, cometa otro crimen. Cierran los accesos a Plasencia. Pero Robles se desv¨ªa de la nacional 101, abandona el Ford Focus en la sierra y huye a pie. Dos helic¨®pteros apoyan desde el cielo.

Lo localizan escondido en un caser¨®n medio derruido, de dif¨ªcil acceso. Robles corre. Hay un tiroteo. Y lo reducen. "Lo esposamos y, tres minutos despu¨¦s, se desplom¨®. Cre¨ªamos que era un infarto", resaltan fuentes de la Guardia Civil. Los agentes intentan reanimarlo sin ¨¦xito. Y, tras trasladarlo al Instituto de Medicina Legal de C¨¢ceres, el forense observa un disparo en la espalda. "La autopsia dir¨¢ qu¨¦ le mat¨® y de qui¨¦n es la bala", dicen los investigadores.

Llevaba dos pistolas encima: una nueve mil¨ªmetros y otra del calibre 22. En el coche hab¨ªa dejado otra. "Quienes viven en el campo est¨¢n ahora m¨¢s tranquilos, desde que ha muerto", concluye Amando Blanco. Dos cruces blancas, reci¨¦n pintadas, marcan d¨®nde termin¨® la caza policial.