¡°La fiscal¨ªa me bombarde¨® y el Poder Judicial me bloque¨® por el ¡®caso Blesa¡±
El juez Silva afirma que el Banco de Espa?a activ¨® la causa con un informe no pedido
![Elpidio Silva, durante su participación en la mesa redonda "La independencia del Poder Judicial", en Madrid en junio pasado.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/26SGEIBSIJKPILSFSX3CG2MYTY.jpg?auth=19353e9ab0f5d5113750923e9cbd8020b8e1ab4fb2208bb22fa4bd23366de634&width=414)
El juez Elpidio Silva, suspendido de sus funciones por el Consejo General del Poder Judicial e imputado por supuesta prevaricaci¨®n en relaci¨®n con la instrucci¨®n del denominado caso Blesa, narra su descenso a los infiernos en el libro La Justicia desahuciada (editorial Pen¨ªnsula), que sale a la venta ma?ana. Explica por qu¨¦ en un pa¨ªs de jueces estrella ¨¦l se ha convertido en juez encausado. Lo que sigue son extractos de sus reflexiones.
El Banco de Espa?a. ¡°El 16 de mayo de 2013 cit¨¦ a Miguel Blesa para que declarase como imputado en el caso Banco de Miami. Esa citaci¨®n y el posterior desarrollo de la causa encendieron la atenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica. Ese d¨ªa fue encarcelado (...) Tan solo cinco meses antes hab¨ªa pisado mi despacho para declarar como imputado por las irregularidades en la concesi¨®n de cr¨¦ditos a quien fue presidente de la CEOE, Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n. Precisamente en el transcurso de esta investigaci¨®n se suscit¨® la compra del Banco de Miami. El impulso provino primero de una denuncia presentada por el sindicato Manos Limpias. Despu¨¦s, el Banco de Espa?a aport¨® un informe que arrojaba luz sobre muchas irregularidades en el cumplimiento de los protocolos seguidos al adquirir el City National of Florida (CNBF), localizado en la ciudad de Miami. Nunca solicit¨¦ ese informe al Banco de Espa?a. Lo remiti¨® al juzgado por iniciativa propia junto con otra documentaci¨®n que s¨ª se hab¨ªa requerido. ?Por qu¨¦? O mejor dicho, ?para qu¨¦?¡±.
¡°Estudi¨¦ muy detenidamente el citado informe del Banco de Espa?a y decid¨ª iniciar una investigaci¨®n independiente en relaci¨®n con la compra del Banco de Miami. Lo aclarado por el Supervisor fue de gran alcance (...). La compra se realiz¨® con un sobreprecio de unos 500 millones (la operaci¨®n se fraccion¨® para eludir el control previo, preceptivo y vinculante de la Comunidad de Madrid). Esta colaboraci¨®n tan unilateral del Banco de Espa?a con toda seguridad deb¨ªa fundarse en poderosas razones¡±.
Blesa no era Josef K. ¡°El 16 de mayo de 2013, Miguel Blesa de la Parra no fue llamado al proceso penal como el se?or K en El Proceso, de Kafka. Blesa no fue citado simplemente porque alguien hubiese hablado mal de ¨¦l. Tampoco por culpas que ¨¦l nunca pudo imaginar (...) Cuando se compr¨® el Banco de Miami, Blesa era presidente de Cajamadrid. Si hubo irregularidades en esa adquisici¨®n cualquiera podr¨ªa suponer que Blesa tendr¨ªa algo que decir (...)¡±.
¡°Sab¨ªa por qu¨¦ comparec¨ªa en el juzgado, defendido por abogados de m¨¢ximo prestigio. La acusaci¨®n al se?or Josef K era telesc¨®pica, general: abarcaba toda su vida. En cambio, la de Blesa fue microsc¨®pica, singular: se centr¨® en su gesti¨®n bancaria. M¨¢s en concreto, se le interrogar¨ªa sobre la compra de un banco de Miami¡±.
Iniciada la instrucci¨®n, ning¨²n miembro de la fiscal¨ªa apareci¨®¡±
El interrogatorio. ¡°Cab¨ªa esperar que el exbanquero ofreciese explicaciones claras, sencillas o, al menos fundadas, que permitiesen sobreseer la causa. No lo hizo. Solo respondi¨® a su abogado. Las preguntas y respuestas no justificaron nada. El interrogatorio no salv¨®, sino que empeor¨® los reproches v¨ªa informe del Banco de Espa?a. La prisi¨®n preventiva fue inevitable (...) No soy un juez que abuse de las medidas cautelares. En el caso de Miguel Blesa examin¨¦ con especial atenci¨®n los indicios para encarcelarle. Ahora bien, no puedo explicar tales indicios por respeto a un elemental deber de reserva¡±.
No abuso de las medidas cautelares; la prisi¨®n preventiva fue inevitable¡±
Poder Judicial. ¡°El Consejo General del Poder Judicial, un organismo llamado a salvaguardar la independencia de los jueces, se dedic¨® a bloquearme. El ¨®rgano de los jueces no me apoy¨® con alg¨²n refuerzo de personal, como s¨ª ha sucedido en otras causas complejas (...) Tampoco se interes¨® por la buena marcha del caso Blesa. Pero se apresur¨® a expedientarme inmediatamente despu¨¦s de reaperturarlo¡±.
La Fiscal¨ªa. ¡°La realidad de los hechos roza tanto el absurdo que la Fiscal¨ªa, incluso, se ha querellado contra m¨ª por la supuesta comisi¨®n de un delito de prevaricaci¨®n, consistente en que decretase la prisi¨®n de Blesa. El sinsentido llega a tal punto que, en la actualidad, soy yo quien est¨¢ imputado en el Tribunal Superior de Madrid, mientras que el exbanquero se considera perjudicado y ha podido declarar como testigo contra m¨ª. Adem¨¢s, se trata de un testigo muy especial. Blesa no est¨¢ obligado a decir la verdad respecto de todo lo que se le pregunte, sino exclusivamente en relaci¨®n con lo que pueda perjudicarme (...). Cuando se pregunte al exbanquero sobre hechos que pudieran afectar a su imputaci¨®n en los casos Blesa o Banco de Miami, no est¨¢ obligado a responder (...) El ministerio fiscal se aline¨® desde el principio con los bombardeos y ametrallamientos de la defensa (...)¡±
Pude ser m¨¢s tibio sin esforzarme por conocer la realidad de lo sucedido¡±
¡°El inicio de las hostilidades comenz¨® cuando reabr¨ª el caso. La Fiscal¨ªa de la Audiencia de Madrid investig¨® la actividad de mi juzgado y no me consta que diese cuenta al Consejo (...) Iniciada la instrucci¨®n, ning¨²n miembro del Ministerio Fiscal apareci¨® por los interrogatorios. La primera presencia en el juzgado no se produce hasta el 13 de mayo de 2013, casi un a?o despu¨¦s de reaperturar la causa¡±.
El expediente. "Si me hubiese faltado convicci¨®n, la instrucci¨®n de los casos Blesa y Banco de Miami hubiera pasado a un plano muy secundario. Pude ser m¨¢s tibio sin apenas esforzarme por conocer la realidad de lo sucedido con estos asuntos (...) El juez instructor, partiendo de hechos muy concretos, investiga en la gesti¨®n bancaria de Caja Madrid posibles causas de este descalabro. Pero ve truncarse su proyecto profesional por madejas malolientes, obstrucciones¡±.
¡°Resulta insensato concluir que en la judicatura cometemos faltas muy graves cada vez que no motivamos con suficiencia las resoluciones. As¨ª, en poco tiempo, nos quedar¨ªamos sin jueces. Tal vez no ser¨ªa mala idea para renovar por completo la carrera judicial. A partir de la reapertura de los casos Blesa y Banco de Miami, mi juzgado y yo cambiamos, eramos diferentes como el d¨ªa y la noche. Todo gir¨® dr¨¢sticamente. (...) Elpidio Jos¨¦ Silva era el se?or Josef K. Trabajaba enredado en una telara?a de imputaciones, sin orientaci¨®n ni origen previsible. El objetivo era enmara?ar¡±.
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