En la frontera entre la crisis y la recuperaci¨®n
La econom¨ªa volver¨¢ a marcar el debate sobre el estado de la naci¨®n
El banderazo de salida a la recuperaci¨®n frente a la etiqueta maldita de los ¡°brotes verdes¡±. De la ¡°herencia recibida¡± a la herencia propia. La econom¨ªa volver¨¢ a marcar el pr¨®ximo debate del estado de la naci¨®n. Entre la acumulaci¨®n de destrozos tras seis a?os de crisis y los indicios de mejor¨ªa, argumentos no faltan para Gobierno y oposici¨®n. Prevalecer¨¢ quien logre imponer el campo de juego.
Mariano Rajoy se apoyar¨¢ en la combinaci¨®n de los primeros datos positivos en a?os y en el respaldo de los mercados. Como ya ocurriera en el debate de 2013, abundar¨¢n las alusiones a la pujanza del sector exterior, a la contenci¨®n de la prima de riesgo (por debajo de los 200 puntos b¨¢sicos ya), a la moderaci¨®n salarial, al descenso del endeudamiento privado (del 230% al 200% del PIB) o a la fortaleza del turismo. Pero, sobre todo, el presidente del Gobierno podr¨¢ exhibir cimientos reales de una recuperaci¨®n incipiente.
Tras salir de la segunda recesi¨®n en un lustro, la econom¨ªa espa?ola avanz¨® en el tramo final de 2013 al mayor ritmo de la crisis (un 0,3% en tasa trimestral). Por primera vez desde 2007 hubo menos parados que en el ejercicio anterior (5,9 millones de desempleados). La inflaci¨®n, en niveles muy bajos (0,2%), limita las p¨¦rdidas de poder adquisitivo. Y el pron¨®stico del Ejecutivo para 2014 ¨Cel PIB crecer¨¢ un 0,7%, m¨ªnima creaci¨®n de empleo- es cre¨ªble.
En las ¨²ltimas semanas, sin embargo, ¡°hay signos de desaceleraci¨®n¡±, como reconoce el ¨²ltimo informe de Econom¨ªa. De los cinco indicadores de coyuntura que utiliz¨® en enero el ministro Luis de Guindos para apuntalar la ¡°direcci¨®n ascendente¡± de la actividad, tres (ventas del comercio, producci¨®n industrial y demanda energ¨¦tica) han vuelto a tasas negativas. Y las exportaciones se estancan.
Pero el flanco m¨¢s d¨¦bil de la gesti¨®n del Gobierno est¨¢ en el balance de sus dos primeros a?os. La deuda p¨²blica ha pasado del 70% al 94% del PIB, el cr¨¦dito sigue en ca¨ªda libre, y el volumen de actividad econ¨®mica es un 2% inferior al de 2011. La demanda interna sigue atenazada por las subidas de impuestos y la devaluaci¨®n salarial que propici¨® la reforma laboral del PP. En dos a?os se ha perdido un mill¨®n de puestos de trabajo m¨¢s y la tasa de paro se aup¨® al 26%. Un desempleo persistente, que solo se aligera con contratos a tiempo parcial, y que deja m¨¢s pobreza: hay 686.600 hogares sin ingresos, 100.000 m¨¢s que en 2011.
Un balance que debilita el argumento de la ¡°herencia recibida¡± con el que Rajoy conjura las cr¨ªticas socialistas. La oposici¨®n, adem¨¢s, insistir¨¢ en que la estabilidad de los mercados debe casi todo a Europa (menos austeridad, m¨¢s activismo del BCE). El recorte del d¨¦ficit p¨²blico en 2013 (deber¨ªa ser del 6,8% al 6,5% del PIB) o el aumento de la afiliaci¨®n a la Seguridad Social respecto a 2013 son dos anuncios de los que el presidente del Gobierno puede echar mano. Pero tras las pol¨¦micas reformas de las pensiones y del sector el¨¦ctrico, Rajoy tambi¨¦n tiene la opci¨®n de elevar la apuesta con nuevos ajustes a la reforma laboral o con pistas sobre lo que quiere hacer con los impuestos. El reloj electoral (europeas en mayo, auton¨®micas y locales en un a?o) marcar¨¢ el ritmo.
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