La f¨¢brica de independentistas

Los catalanes que se declaran independentistas casi se han duplicado desde que gobierna Mariano Rajoy. Los soberanistas han pasado de ser el 28% de la poblaci¨®n en 2011 a un 48,5% en la actualidad, seg¨²n encuestas oficiales de la Generalitat. La idea de crear un ¡°nuevo Estado¡±, que es como el nacionalismo catal¨¢n se refiere a la secesi¨®n, seduce a sectores importantes de una poblaci¨®n que hoy por hoy no ve en Espa?a ¡°un proyecto ilusionador¡± tal y como se encarg¨® de recordarle este martes a Rajoy el jefe de filas de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida.

A tenor del debate no hay visos de que la tendencia vaya a invertirse a corto plazo. El di¨¢logo de sordos que ha caracterizado las relaciones entre Gobierno y Generalitat estos dos a?os volvi¨® a manifestarse en todo su esplendor.

Duran afe¨® a Rajoy su inmovilismo y le pidi¨®, casi suplic¨®, que haga alg¨²n movimiento para que los sectores moderados de CiU ¡ªque a¨²n los hay¡ª puedan forzar alg¨²n tipo de cambio de rumbo en la Generalitat. Duran defendi¨® el refer¨¦ndum pero dej¨® claro que ¨¦ste es solo ¡°consultivo¡± y que no anular¨ªa la posterior negociaci¨®n en el Congreso, donde reside la soberan¨ªa nacional, o sea, la voluntad de todos los espa?oles. Tambi¨¦n dej¨® caer que ¨¦l no quiere una ¡°Catalu?a aislada¡± para incidir despu¨¦s en que lo que debe hacer ahora el Gobierno es presentar una alternativa al plan soberanista.

Rajoy, ya sea por las presiones del ala dura del PP o por la cercan¨ªa de las elecciones europeas o por las dos cosas a la vez, no hizo gesto alguno de distensi¨®n. No respondi¨® a la petici¨®n del l¨ªder del PSOE, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, de buscar una soluci¨®n federalizante para el encaje de Catalu?a. A CiU le dijo que ni puede ni quiere autorizar la consulta soberanista.

Rajoy se siente fuerte en un argumento: no se puede ceder a las exigencias de todo o nada por m¨¢s que ¨¦stas vengan de un presidente auton¨®mico. En este sentido el ¨®rdago que lanz¨® Artur Mas con el pacto fiscal, primero, y con la consulta soberanista, despu¨¦s, permite a Rajoy presentarse ante una gran mayor¨ªa de espa?oles como el garante de que el Gobierno no cede a supuestos chantajes.

Que el Ejecutivo se enterara de la fecha y pregunta de la consulta por la prensa no hace m¨¢s que reforzar este argumento. Sin embargo, esa reflexi¨®n de Rajoy puede tambalearse a corto plazo. Y es que donde el presidente ve una ac¨¦rrima defensa de los intereses generales de los espa?oles, una mayor¨ªa de catalanes ve el desprecio m¨¢s absoluto a unas demandas leg¨ªtimas.

No se vislumbra salida en breve. En CiU asumen que el Gobierno no se mover¨¢ en lo que queda de legislatura. Despu¨¦s ya se ver¨¢ qu¨¦ mayor¨ªas hay en el Congreso. La duda es si las elecciones catalanas se anticipar¨¢n a noviembre o si Artur Mas podr¨¢ aguantar unos meses extra. Mientras tanto, la maquinaria de fabricar independentistas sigue trabajando a destajo.