?vole, la agenda oculta
En su ¡®Operaci¨®n Palace¡¯ pagan la factura de modo excesivo Su¨¢rez, Guti¨¦rrez Mellado, Sabino y Carrillo
A la vista de Operaci¨®n Palace, es seguro que a Jordi ?vole le gusta la farsa, pero no lo es tanto que en su trabajo acepte el papel de simple bromista. Al pronunciar la justificaci¨®n de su seudo-documental, afirma que se trat¨® de un simple juego, aspecto en que insisten algunos de los corifeos reclutados para dar un tinte de veracidad al relato. La cl¨¢usula de cautela resulta explicable. Pero ya en el anuncio final queda claro que el juego va en serio: ¡°Nos hubiera gustado contar la verdadera historia del 23-F¡±, advierte, pero no fue posible al negar el Tribunal Supremo el acceso a los documentos.
Ante ese muro legal, ?qu¨¦ hacer? Caben diversas lecturas sobre el significado de Operaci¨®n Palace. La m¨ªa es que ?vole se sirve de un discurso es¨®pico para ofrecer una interpretaci¨®n nada confusa de la crisis, y al tiempo poner en tela de juicio las versiones acad¨¦micas y pol¨ªticamente correctas que precedieron a la suya. La introducci¨®n de elementos inveros¨ªmiles, llevada al extremo en la grotesca relaci¨®n entre 23-F y Jos¨¦ Luis Garci ¡ªcon el momento brillante de la asociaci¨®n entre Hitchcock y los guardias que escapan por la ventana¡ª, responde al viejo aviso que en las pel¨ªculas exclu¨ªa toda vinculaci¨®n con hechos reales. Del absurdo emerge la verdad. Paralelamente, entre las intervenciones, a veces premiosas, de los testigos, se deslizan datos corrosivos que apuntan a lo efectivamente sucedido, a modo de im¨¢genes deformadas por espejos c¨®ncavos: Felipe y Guerra no provocaron la dimisi¨®n de Su¨¢rez en enero de 1981, pero su acoso s¨ª desempe?¨® un papel complementario del ¡°ruido de sables¡± para tal desenlace. Y hubo la comida de L¨¦rida.
?Operaci¨®n Palace u Operaci¨®n Palacio? Para aderezar el encubrimiento, pagan la factura de modo excesivo Su¨¢rez, Guti¨¦rrez Mellado, Sabino y Carrillo. Mientras, tapada por la hojarasca, es perceptible la veros¨ªmil tesis del autogolpe, o del golpe tolerado: el mensaje del Rey se emite tras el fracaso de la gesti¨®n de Armada ante Tejero, contada y falseada a sabiendas por ?vole. La confirmaci¨®n se encuentra en el brillante comentario a Operaci¨®n Palace de Luis Garc¨ªa Montero en P¨²blico, revelando la explicaci¨®n hasta ahora in¨¦dita de Carrillo: ¡°Hubo una trama pol¨ªtica aprobada por el Rey para sustituir el Gobierno de Su¨¢rez por otro de unidad nacional presidido por Armada. Como justificaci¨®n de esa medida, en la que estuvieron de acuerdo algunos personajes seleccionados de la UCD, el PSOE y el PCE, se pens¨® en una intentona militar que legitimase ante la opini¨®n p¨²blica una soluci¨®n de urgencia¡±. Solo que el golpista instrumental, Tejero, revent¨® el plan. As¨ª fue como involuntariamente Tejero salv¨® la democracia. La ficci¨®n de ?vole adquiere pleno sentido.
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