El oscuro y desconocido arsenal de ETA
Las fuerzas de seguridad especulan con que los terroristas conservan bajo control, al menos, algo m¨¢s de dos centenares de pistolas y unos 5.000 kilos de explosivo La banda ha dedicado los dos ¨²ltimos a?os localizar y unificar los arsenales que conoc¨ªa
ETA ha necesitado once comunicados para anunciar su compromiso de dejar fuera de uso ¡°hasta su ¨²ltimo arsenal¡±. Desde que la banda anunci¨® que dejaba de matar, el 20 de octubre de 2011, los terroristas que quedaban libres se han dedicado a hacer albar¨¢n de los zulos y el armamento que a¨²n conservaban para ponerlos a buen recaudo. Y no lo han tenido f¨¢cil: nadie, ni la propia organizaci¨®n ¨Ccon apenas medio centenar de miembros en libertad-, sabe qu¨¦ material operativo le queda.
Durante los dos ¨²ltimos a?os ETA ha hecho balance de sus arsenales y los ha unificado. Pero solo ha podido acceder a un limitado n¨²mero de escondites de armas y explosivos, ya que, seg¨²n todos los expertos policiales, ni la propia banda sabe cu¨¢nto material conserva ni d¨®nde est¨¢ gran parte de ¨¦l.
Las fuerzas de seguridad especulan con que los terroristas conservan bajo control, al menos, algo m¨¢s de dos centenares de pistolas y unos 5.000 kilos de explosivo. Pero es un c¨¢lculo ¡°a ojo por ciento¡±, confiesa un investigador.
Los expertos policiales coinciden en que ETA ha reunido su arsenal y lo ha puesto en manos de un reducido n¨²mero de terroristas (cuatro, dos de ellos protagonistas del v¨ªdeo del desarme en miniatura). Bajo su custodia est¨¢n las pistolas remanentes del robo perpetrado por la banda en una armer¨ªa de Vauvert, cerca de Nimes, el 23 de octubre de 2006: 200 Smith & Wesson (pistolas y rev¨®lveres), otras 140 autom¨¢ticas de varias marcas y cuatro rifles.
El cuarteto tambi¨¦n tiene en su radar m¨¢s de tres toneladas de explosivos caseros, m¨¢s una cantidad sin determinar de explosivo industrial: pentrita, algo de dinamita (Titadyne, si saben d¨®nde est¨¢), cord¨®n detonante, subfusiles Uzi, granadas Mekar¡
Pero nadie que no sean los etarras que ahora llevan el cotarro lo sabe, coinciden fuentes antiterroristas de la Guardia Civil y la polic¨ªa. Estas tambi¨¦n est¨¢n de acuerdo en que existen numerosos zulos fuera de control de la banda, otros con el material podrido y oxidado y alguno m¨¢s que sorprender¨ªa a la propia ETA.
Porque, ?d¨®nde est¨¢n las 112 pistolas que la banda rob¨® a la Ertzaintza en 1983? ?Y las armas por valor de 500.000 euros que compr¨® en Bosnia Jos¨¦ Javier Arizkuren, Kantauri , en la misma operaci¨®n en que adquiri¨® dos misiles tierra-aire Stela Sam-7 para intentar derribar el avi¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar? ?Y los 5.000 kilos de Goma-2 que a¨²n no han sido localizados del robo de siete toneladas del polvor¨ªn de Soto de la Marina (Cantabria) en 1980?
La banda fue durante a?os especialmente ordenada con sus armas. Exist¨ªan tres grandes arsenales (Z-40, Chern¨®bil¡ o el de Sokoa), generalmente situados en granjas o en casas, perfectamente ordenados e inventariados. Sol¨ªan estar bajo custodia de una familia. Un miembro de la banda llevaba una contabilidad de compras, entregas, existencias¡ Nada se mov¨ªa sin que el contable, el encargado del albar¨¢n, lo supiera. Eso fue lo que, el 11 de marzo de 2004, llev¨® Jos¨¦ F¨¦lix Esparza Luri, jefe de la log¨ªstica etarra a exclamar: ¡°Pero ?qui¨¦n ha sido? ?A mi nadie me ha pedido material para Madrid!¡±. El control era total (¡°Tranquilo, no hemos sido nosotros¡±, le contest¨® a Esparza Luri su interlocutor telef¨®nico).
Sin embargo, tras la detenci¨®n de Esparza Luri y, posteriormente, de Mikel Antza (y con ellos dos interesantes arsenales), ETA decidi¨® dispersar sus armas por decenas de zulos y hacer mudanzas (como a Portugal, donde en en una casa de ?bidos cay¨® en 2010 un taller y dep¨®sito de armas).
La creaci¨®n de compartimentos estancos en la ETA para evitar ca¨ªdas en cadenas y el propio secretismo de la banda han hecho que se pierdan escondites para siempre. Para ellos y para el control policial. Nada nuevo, porque las p¨¦rdidas de material por secretismo y otros motivos son historia de ETA. ?D¨®nde est¨¢n escondidas las viejas pistolas FN, Star que eran la dotaci¨®n habitual de la banda? ?Y los Cetme o chopos antiguos del Ejercito espa?ol? Los ¨²ltimos 50 fusiles de asalto de esta marcha (con la que los miles de varones espa?oles han hecho la mili) fueron hallados en 2005.
La cadena de golpes de la polic¨ªa y la Guardia Civil entre 2009 y 2011 ¨Cfueron localizados m¨¢s de una veintena de zulos- levant¨® a ETA enormes cantidades de material y, sobre todo, lev¨® al seno de la banda una inquietud que nunca ha resuelto: ?qu¨¦ escondites tienen localizados las fuerzas de seguridad y cu¨¢les no? A los zulos quemados (los que creen vigilados) ni se han acercado. Y de lo dif¨ªcil que tienen o han tenido acceder a los escondites se han quejado a la comisi¨®n de verificaci¨®n.
Un experto antiterrorista bromeaba que quiz¨¢s habr¨ªa que hacer una asamblea en la c¨¢rcel con los antiguos jefes log¨ªsticos y militares para poner en com¨²n la localizaci¨®n de todo las armas y explosivos que les quedan.
M¨¢s en serio, los expertos policiales advierten de que no se debe caer en lo que denominan ¡°el jueguecito de las armas de ETA¡±. ¡°Las armas se entregan pero las pueden comprar de la misma. Es una maniobra de distracci¨®n. La clave es la disoluci¨®n pero no lo van a hacer porque nadie quiere hablar de lo que es clave para ellos: los presos¡±.
El pasado jueves, el director general de la Polic¨ªa dijo en el Senado que son medio centenar el n¨²mero de miembros de ETA que se encuentran escondidos en diversos pa¨ªses y reclamados por la Justicia espa?ola. Cosid¨® insisti¨® en que la lucha contra la banda terrorista ¡°no conoce frontera¡± y asegur¨® que la Polic¨ªa ¡°ir¨¢ a por ellos¡± para esclarecer los atentados pendientes.
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