Los guardias exigen normas claras para frenar los saltos de inmigrantes en Melilla

La reciente prohibici¨®n de lanzar pelotas de goma para frenar las entradas en masa de subsaharianos a trav¨¦s de la valla fronteriza y el descr¨¦dito de las llamadas expulsiones en caliente a Marruecos han hecho mella en la Guardia Civil de Melilla. ¡°Cunde el des¨¢nimo entre los agentes, pero no porque se les prive de las pelotas de goma. Pese a haberlo solicitado mil veces, carecemos de un protocolo de actuaci¨®n sobre c¨®mo repeler los asaltos¡±, explican fuentes de la Asociaci¨®n Unificada de Guardias Civiles. .

La ciudad aut¨®noma sufri¨® el pasado viernes el mayor salto de subsaharianos en casi nueve a?os: 214 inmigrantes irregulares entraron en la ciudad. En los dos primeros meses del presente a?o, 574 personas han saltado la verja, un r¨¦cord en tan poco tiempo. 2013 ya fue un a?o complicado: las entradas irregulares en Ceuta y Melilla aumentaron un 113%, seg¨²n la polic¨ªa. El fen¨®meno va a m¨¢s y la Guardia Civil es menos eficaz al combatirlo.

Prueba de ello es que el viernes, por primera vez desde 2005 la mayor¨ªa de los subsaharianos que treparon por la valla ¨Cdos de cada tres aproximadamente- lograron pasar. En otras ocasiones solo una minor¨ªa lo consegu¨ªa. Y eso que desde octubre est¨¢ desplegado all¨ª el Grupo de Reserva y Seguridad n¨²mero dos de la Guardia Civil, con sede en Sevilla, que ahora recibir¨¢ refuerzos.

Sin embargo, el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Mart¨ªnez, negaba ayer que hubiera ¡°des¨¢nimo¡± o ¡°pasividad¡± entre los guardias civiles, en una entrevista en Efe. La instituci¨®n ¡°est¨¢ por encima de la pol¨¦mica¡± y ¡°no ha bajado en ning¨²n momento la guardia¡±, asegur¨®.

A la creciente presi¨®n migratoria de los subsaharianos y de los argelinos, que cruzan por la frontera haci¨¦ndose pasar por marroqu¨ªes, se a?ade desde 2013 la de las familias sirias que vuelan de Beirut a Argel y despu¨¦s atraviesan a escondidas la frontera de Argelia con Marruecos. Son unos mil, seg¨²n el diario As Sabah de Casablanca, los que ahora se hacinan en las pensiones de Nador o Tetu¨¢n a la espera de comprar un falso pasaporte marroqu¨ª con en que pasar a Ceuta y Melilla. Cerca de 200 intentaron, sin embargo, entrar corriendo en Melilla el 14 de febrero, pero fracasaron.

¡°No da la impresi¨®n de que esto vaya a menos¡±, comentaba el viernes Carlos Montero, el director del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla, ahora saturado. ¡°M¨¢s bien al contrario, la presi¨®n es cada vez m¨¢s fuerte¡±, a?ad¨ªa. ¡°Van a seguir entrando cientos de inmigrantes¡±, vaticin¨® el viernes Miguel Mar¨ªn (PP), vicepresidente de la ciudad. El delegado del Gobierno, Abdelmalik el Barkani, prev¨¦ que se van a producir ¡°entre tres y cuatro saltos semanales¡±.

?Por qu¨¦ Melilla vive ahora una crisis migratoria similar a la de 2005? Entonces la valla ten¨ªa solo tres metros y no seis como ahora salpicados de concertinas, pero el Ejecutivo socialista se atrevi¨® a enviar al Ej¨¦rcito a la valla para que secundase a la Guardia Civil. El Gobierno espa?ol no habla claro. Otros responsables s¨ª dan algunas explicaciones.

Miguel Mar¨ªn achaca la entrada masiva del viernes al ¡°efecto llamada¡± provocado por la renuncia de la Guardia Civil a ¡°emplear cierto material antidisturbios¡±, es decir las pelotas de goma. ¡°(¡­) ha sido despojada de las herramientas con la que hacia frente¡± a las avalanchas, se lamentaba en un editorial, el s¨¢bado, el diario Melilla Hoy. Quedaron prohibidas el martes en tierra y en el mar despu¨¦s de que ONG, partidos de oposici¨®n y la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmstr?m, las vincularan con la muerte de 15 subsaharianos, el 6 de febrero en aguas cercanas a Ceuta.

Criticadas por ONG de derechos humanos y por partidos de oposici¨®n, las expulsiones irregulares, sin cumplir los tr¨¢mites de la ley de extranjer¨ªa ni del convenio bilateral con Marruecos vigente desde 2012, han propiciado la imputaci¨®n del delegado del Gobierno en Melilla y del coronel de la Guardia Civil, Ambrosio Mart¨ªn Villase?or. Citado el martes a declarar lo hizo porque, explic¨®, en las fechas en las que se produjeron no estaba en la ciudad y le sustituy¨® un comandante. Una ONG y el partido musulm¨¢n, Coalici¨®n por Melilla (CpM), se querellaron contra ambos.

El malestar de los agentes contra el PSOE y varias ONG aflora en los comunicados que difunden. La Uni¨®n de Guardias Civiles, la segunda asociaci¨®n en n¨²mero de afiliados, ha anunciado querellas contra la comisaria Malmstr?m, dirigentes socialistas etc¨¦tera. Les acusan de ¡°mancillar y humillar¡± al cuerpo. Bajo cuerda algunos mandos arremeten tambi¨¦n contra el ministro de Interior.

La responsabilidad de Rabat

Rabat tiene su parte de responsabilidad en lo que est¨¢ sucediendo, pero en aras a mantener una buena relaci¨®n ning¨²n miembro del Gobierno, ni tampoco ning¨²n dirigente del PSOE, lo quieren decir en voz alta, se?alan fuentes diplom¨¢ticas espa?olas. Solo el ministro de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, dej¨® caer el lunes que ¡°habr¨ªa que pedir a Marruecos que procure que [los inmigrantes] no se acerquen tanto a las fronteras espa?olas¡±.

M¨¢s expl¨ªcitos fueron, el viernes, los tres partidos de la oposici¨®n al PP en Melilla. Pidieron a Rabat m¨¢s implicaci¨®n en la lucha contra la inmigraci¨®n clandestina. ¡°Quiz¨¢ Marruecos no est¨¢ al 100% de lo que deber¨ªa¡±, afirm¨® Hassan Mohatar de CpM. Por de pronto es la Guardia Civil la que tiene que advertir a las Fuerzas Auxiliares marroqu¨ªes, accionando las alarmas, que llegan los subsaharianos a la carrera.

El portavoz del Gobierno marroqu¨ª, Mustafa el Khalfi, dio, el jueves, otra explicaci¨®n. Achac¨® las entradas terrestres ¡°al cierre de las fronteras mar¨ªtimas¡± de Marruecos desde donde apenas zarpan ya pateras rumbo a Espa?a. Su n¨²mero cay¨®, en los ¨²ltimos diez a?os, en ¡°un 95%¡±, seg¨²n ¨¦l. Es verdad que han disminuido, pero no en la misma proporci¨®n que los cayucos que part¨ªan de Mauritania y Senegal rumbo a Canarias. En 2006 desembarcaron 31.678 subsaharianos en el archipi¨¦lago y ahora ya no llegan.

Para granjearse esa colaboraci¨®n marroqu¨ª, el Gobierno espa?ol hace, sin embargo, concesiones discretas. A finales de 2013 Rabat impuso una reorganizaci¨®n de las fronteras de Ceuta y Melilla para encauzar el contrabando con Marruecos solo a trav¨¦s de los puestos habilitados para el tr¨¢nsito de las porteadoras, lo que las autoridades espa?olas aceptaron sin discutir.

El secretario de Estado para la Uni¨®n Europea, I?igo M¨¦ndez de Vigo, hizo, en noviembre pasado, una visita a Ceuta en la que hizo o¨ªdos sordos a la principal aspiraci¨®n de la ciudad: su ingreso en la uni¨®n aduanera europea solicitado por unanimidad en 2009 por la Asamblea de Ceuta y mediante una proposici¨®n no de ley, del Congreso de los Diputados. Incorporarse a esa uni¨®n afianzar¨ªa el car¨¢cter europeo de la ciudad y le permitir¨ªa reivindicar con m¨¢s fuerza la apertura de una aduana comercial con Marruecos, pero tambi¨¦n disgustar¨ªa a las autoridades marroqu¨ªes.