Barcina utiliza el espantajo de ETA
La presidenta foral afirma que no dimite para impedir que se cumpla la hoja de ruta de la banda
Una encuesta de la empresa Inpulsa, que manejan los socialistas, se?ala que el 80% de los navarros califican de ¡°mala o muy mala¡± la situaci¨®n general de su comunidad; un 70% considera que la presidenta Yolanda Barcina debe dimitir tras las graves acusaciones de la directora de Hacienda contra la consejera de Econom¨ªa; otro 70% aprueban una moci¨®n de censura y el 72% frente al 22,5% defiende unas elecciones anticipadas.
Estas cifras reflejan el malestar de la comunidad navarra con un Gobierno minoritario que dispone tan s¨®lo del apoyo de 19 sobre 50 de los diputados al Parlamento; que ha prorrogado ya dos presupuestos; con un bolet¨ªn plagado de ceses y nombramientos por su desgobierno y para colmo con la sombra de un esc¨¢ndalo de tr¨¢fico de influencias denunciado nada menos que por la directora general de Hacienda, precedido de un cobro irregular de dietas de la propia Barcina. En esas condiciones, a Barcina le ha reclamado toda la oposici¨®n que se vaya y convoque elecciones. Tambi¨¦n lo ha hecho una parte de UPN, su propio partido. Entre ellos su antecesor, Miguel Sanz.
Pero Barcina, lejos de dimitir, ha adoptado para permanecer en el cargo la t¨¢ctica de sacar a relucir el espantajo de ETA en una comunidad tan sensible como Navarra. Lleva semanas diciendo por toda Espa?a que no dimite para impedir que se cumpla la hoja de ruta de ETA en la comunidad. Se basa en que una pretendida moci¨®n de censura pasa necesariamente por el apoyo de Bildu, una coalici¨®n de izquierda abertzale en la que conviven personas procedentes de la antigua Herri Batasuna con pol¨ªticos de inequ¨ªvoca trayectoria democr¨¢tica y cr¨ªtica con el terrorismo etarra, como Patxi Zabaleta o Maiorga Ramirez, que ostentan, adem¨¢s, la principal representatividad de la coalici¨®n.
Es obvio que a la izquierda abertzale, pese a su rechazo expreso a la violencia de ETA en sus estatutos, que le permiti¨® ser legal, a¨²n le quedan asignaturas pendientes como el logro de la disoluci¨®n de la banda y su reconocimiento de su pasada complicidad pol¨ªtica con el terrorismo.
Pero lo que la presidenta Barcina ha hecho es utilizar el argumento tramposo del riesgo de que se cumpla la hoja de ruta de ETA en Navarra para no dimitir y seguir en el Gobierno cuando sabe que el acuerdo de toda la oposici¨®n navarra, incluida Bildu, se limitaba a lograr el adelanto electoral.
Es m¨¢s. Ha utilizado el espantajo de ETA para trasladar su problema al PSN y al PSOE. Al presentarse como la garant¨ªa de que la hoja de ruta de ETA nunca se cumplir¨¢ en Navarra ha dejado sin margen de maniobra a los socialistas para encabezar la moci¨®n de censura, en la que estaban dispuestos a participar, adem¨¢s de Bildu, Geroa Bai e Izquierda Unida.
Al PSOE le resulta muy dif¨ªcil contrarrestar la campa?a de Barcina por toda Espa?a, y m¨¢s a¨²n en el clima electoral de las europeas de mayo. Barcina sabe que el brochazo simplista del eslogan Bildu es ETA y los socialistas al ser apoyados por Bildu son apoyados por ETA tiene mucho calado medi¨¢tico. Por eso el PSOE ha optado por no respaldar la moci¨®n de censura.
La crisis se traslada ahora al PSN que est¨¢ entre la espada de una opini¨®n mayoritaria en Navarra que quiere elecciones anticipadas y si Barcina no dimite reclama moci¨®n de censura. Y la pared de un PSOE que cierra esta puerta para no sufrir un desgaste.
En estas condiciones pedir a Barcina el gesto honroso de la dimisi¨®n y la convocatoria electoral anticipada es una ingenuidad. Lo malo es que el empecinamiento de Barcina puede tener serias repercusiones en Navarra. En un primer momento por el desgobierno.Y m¨¢s adelante quien sabe si en el propio mapa electoral ya fragmentado y dividido de Navarra.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.