De la plaza a la conciencia
La mayor¨ªa de los indignados del 15-M sigue trabajando silenciosamente en pueblos y barrios "Cre¨ªamos que ¨ªbamos a cambiar el mundo en dos semanas", asegura un miembro de 15mpedia.org
El movimiento 15-M marc¨® un antes y un despu¨¦s en la sociedad espa?ola. Su forma de organizarse, el pluralismo de sus miembros y su manifestaci¨®n a trav¨¦s de la no violencia activa caracterizaron un fen¨®meno que m¨¢s tarde e reprodujo en otros lugares del mundo. La mayor¨ªa de aquellas personas que acamparon durante m¨¢s de un mes en la Puerta del Sol hace tres a?os siguen movilizadas, trabajando silenciosamente para dar frutos a esa semilla que plantaron en la sociedad por llevar a vivir en una democracia diaria. ?Qu¨¦ ha sido de los indignados? El presente trabajo ha sido realizado por Christian Mart¨ªnez, Felipe Pavez Far¨ªas e Ivonne Bast¨ªas, estudiantes de periodismo de la Universidad Diego Portales de Chile, vencedores del premio ETECOM LATAM 2013, al que concurrieron 900 estudiantes de 100 universidades de 14 pa¨ªses de Latinoam¨¦rica
Hace tres a?os estall¨® lo que en el mundo se vio como una revoluci¨®n pac¨ªfica digna de ser imitada bajo el hashtag ¡°occupy¡±. Las im¨¢genes de gente agolpada en la plaza escuchando y debatiendo asemejaban el ¨¢gora griego o aquel movimiento que en mayo del 68 reson¨® en todo el mundo. Esta vez no fue Par¨ªs el centro, sino Madrid. La Puerta del Sol se hab¨ªa transformado en una nueva forma de manifestaci¨®n y organizaci¨®n social que, a tres a?os de su estallido, ha desaparecido del llamado kil¨®metro cero de Espa?a.
Durante enero, antes de la Acampada de Sol en mayo del 2011, cientos de miles de personas se abalanzaron a las calles de Egipto, ocupando la emblem¨¢tica plaza de Tahrir. El descontento social, pol¨ªtico y econ¨®mico comenzaba a tomarse las calles del Cairo.
A m¨¢s de 3.350 km en Puerta del Sol, sin previo aviso, ni apoyados por alguna l¨ªnea pol¨ªtica, los espa?oles que miraban la revoluci¨®n que se viv¨ªa en Egipto comenzaron a ¡°despertar¡±.
En un inicio, quienes dieron vida a este estallido fueron los j¨®venes, los que comandaron -a trav¨¦s de redes sociales- grandes movilizaciones para hacer frente al descontento y preocupaci¨®n ante el inminente ¡°hundimiento¡± de Espa?a. La crisis econ¨®mica les estaba golpeando directamente. Para el 2011 la mitad de los j¨®venes en edad activa estaban en paro, un aumento notorio que comenz¨® desde 2007 cuando la cifra ya era de un 18,55%.
Situaci¨®n se mantiene hasta el d¨ªa de hoy con el 55% de los j¨®venes en paro. Aunque ahora el movimiento que surgi¨® por la creciente desigualdad se encuentra disgregado y no en un punto visible como la Puerta del Sol. Los indignados comprenden que las victorias fueron pocas, pero que la lucha a¨²n contin¨²a.
El 2011 la se?al fue m¨¢s que clara. Los j¨®venes hab¨ªan perdido el miedo de sus antecesores y se lanzaron a ocupar las calles. Iniciando as¨ª un movimiento que pese a todo tipo de oposici¨®n, se estableci¨® en pleno centro de Madrid.
Situaci¨®n que el Vicepresidente de Metroscopia, Jos¨¦ Pablo Ferr¨¢ndiz, asocia al descontento pol¨ªtico que hab¨ªa en ese momento junto con la delicada situaci¨®n econ¨®mica que hasta el d¨ªa de hoy vive el pa¨ªs. ¡°Fue un movimiento de catarsis donde la gente dijo ¡®hay que hacer algo¡±.
Para Sof¨ªa de Roa, periodista y portavoz de la acampada, ¡°era algo que ten¨ªa que suceder, el malestar y la indignaci¨®n se hicieron visibles¡±.
Sin embargo la lucha hoy dej¨® de ser visible, alej¨¢ndose del centro de Madrid. Cada uno pas¨® a trabajar a su modo, trasladando el debate a los barrios y comunidades de Espa?a con el objetivo de impulsar una ciudadan¨ªa consciente y participativa.
Despertamos. La esperanza y la ciudadan¨ªa se viv¨ªa. Diversos textos se le¨ªan en carteles que adornaban la plaza. Pero todos se un¨ªan bajo el mismo lema: ¡°Dorm¨ªamos, despertamos¡±. Consigan que se quiso dejar grabada en una plaqueta bajo la estatua de Carlos III en la Puerta del Sol, pero que luego fue retirada por las autoridades.
Lo que comenz¨® como una reuni¨®n de unas cuantas personas, se transform¨® en un mar de gente que colapsaba las plazas. "Hab¨ªa mucha determinaci¨®n con muchos j¨®venes que demostraban su preocupaci¨®n por el miedo a la falta de oportunidades que se enfrentaban¡±, afirma Carmela R¨ªos, periodista que se encarg¨® de cubrir el movimiento 15-M.
¡°Cre¨ªamos que ¨ªbamos a cambiar el mundo en dos semanas¡±, relata Daniel, quien particip¨® de la acampada de Sol y actualmente trabaja en una comisi¨®n que mantiene a flote el sitio 15mpedia.org.
La movilizaci¨®n fue vista con extra?eza por gran parte de Espa?a. Y as¨ª lo vivi¨® el periodista y ganador del Premio Ortega y Gasset, Juan Ram¨®n Robles, quien nunca imagin¨® la transformaci¨®n que se vivir¨ªa en Sol. Especialmente por el compromiso de una multitud que sentada en c¨ªrculos invitaba al di¨¢logo a todo aquel que pasara por el lugar. Sin importar su raza, credo o condici¨®n social. ¡°La gente sali¨® a la calle como v¨¢lvula de escape, pod¨ªas encontrar a toda la gente hablando de igual a igual. Se estaba gestando un movimiento absorbente sin obligaciones. No buscaban la reivindicaciones de pocos, sino de la mayor¨ªa de la sociedad espa?ola descontenta¡±, indica Robles.
Partiendo en el kil¨®metro cero. El movimiento de los indignados fue la lucha por una democracia m¨¢s participativa, notaban un desgaste en las formas tradicionales de representaci¨®n pol¨ªtica, simplemente no se sent¨ªan escuchados.
As¨ª, la Acampada en Puerta de Sol fue el emblema de los indignados que decidieron intervenir el conocido kil¨®metro cero, acampando y creando su propia comunidad ante las luchas principales de cambiar la ley electoral, reformar la ley hipotecaria, rechazo y condena a la corrupci¨®n, junto a la exigencia de una democracia participativa y directa de la ciudadan¨ªa. La consigna era una sola: ¡°No nos representan¡±, se?ala De Roa.
Participante activo del movimiento en sus inicios, Ignacio Duque, otro portavoz -lo que se condice con la idea de no tener l¨ªderes ni figuras con tal car¨¢cter- que se ha autodefinido como desencantado y desilusionado del sistema pol¨ªtico, se?ala que en ese entonces se dio cuenta que ¡°no era el ¨²nico ¡®bicho raro,¡¯ por fin alguien reaccionaba ante las mismas quejas que yo ten¨ªa¡±.
Duque explica que la Acampada fue producto de una sociedad que ha sido consciente de quien los meti¨® en la crisis. ¡°La primera conclusi¨®n fue que dorm¨ªamos pero despertamos, por primera vez la gente es consciente de lo que pasa. Hablan de f¨²tbol, pero tambi¨¦n hablan de pol¨ªtica¡±.
Las asambleas y las actividades que se desarrollaban d¨ªa a d¨ªa en la Acampada dio origen a un ¡°micromundo¡± como lo define Joseba Elola, periodista del semanal del diario EL PA?S, quien reporteo la acampada y registr¨® como los asistentes a ella se organizaron en comisiones con responsabilidades en ¨¢reas como: alimentaci¨®n, infraestructura, acci¨®n, coordinaci¨®n interna, legal y limpieza. Estas se sumaban a otros espacios como biblioteca, cocina y guarder¨ªa. ¡°La organizaci¨®n que ellos ten¨ªan estaba creando un pa¨ªs dentro de una ciudad¡±, se?ala.
Sin embargo las decisiones, los pasos a seguir y las funciones se determinaban en asambleas abiertas donde todos eran libres de participar, ya sea escuchando o par¨¢ndose frente a la multitud para expresar su opini¨®n. Sistema que pod¨ªa tomar horas y d¨ªas para llegar a una decisi¨®n. D¨ªas de repetici¨®n, d¨ªas de desacuerdos, d¨ªas que fueron sumando un desgaste en sus miembros.
Para Daniel, miembro de 15mpedia.org, menciona que ¡°la idea de ir a las comisiones tomando notas parec¨ªa sencilla, pero una vez que terminabas de pasar por todas ellas, volv¨ªas a la comisi¨®n en la que comenzaste y hab¨ªan acordado nuevas l¨ªneas de acci¨®n, lo que significaba repetir el proceso¡±.
El agotamiento psicol¨®gico, sumado a la exigencia f¨ªsica de estar acampando en pleno centro de Madrid, llev¨® a que m¨¢s de alguno se sintiera desbordado y con brotes de paranoia, lo que era un duro golpe para los miembros del movimiento. Daniel relata ¡°yo tuve ganas de dejar todo, el desborde de tanta informaci¨®n y estr¨¦s me llevaron a querer dejarlo, pero me dije ¡®no se puede dejar la lucha, hay que seguir como sea¡±.
Una vez que se levant¨® la Acampada, se limpiaron las calles y se desarmaron las carpas que hab¨ªan albergado las comisiones y los sue?os de lucha; para sus promotores la ocupaci¨®n f¨ªsica llegaba a su fin, pero no sus convicciones. ¡°Nos mudamos de la plaza a la conciencia de la gente¡±, asegura Sof¨ªa de Roa.
¡°Fue una gran asamblea que dur¨® un mes y medio. Aunque no era f¨¢cil aguantar para quienes estaban all¨ª¡±, comenta Juan Ram¨®n enfatizando que el ambiente no era el mejor por las noches que sumado a las extensas jornadas para tomar decisiones terminaron pasando la cuenta a una mayor¨ªa de los movilizados.
Aunque el an¨¢lisis que Duque realiza es que si bien el cansancio fue un factor clave, tambi¨¦n lo fue la rapidez con la que se quiso conseguir todo, provocando finalmente confusiones. ¡°La gran ventaja de todo esto es que el protagonismo se le dio a las causas frente a las personas¡±. A esto se suma al an¨¢lisis de Carmela R¨ªos, quien asegura que ¡°la herencia del 15-M se nota m¨¢s ahora¡±, haciendo hincapi¨¦ de que no fue una derrota como tal ya que se entend¨ªa que estas decisiones involucran un proceso que se extiende en el tiempo.
?D¨®nde est¨¢n los indignados? ¡°Si buscas el 15-M en alg¨²n sitio, buscar¨ªa en el modelo de toma de decisiones de los grupos sociales y su actividad en redes¡±, menciona con convicci¨®n Daniel, quien adem¨¢s de ser parte del grupo que mantiene 15mpedia.org, busca generar nuevas formas de comunicaci¨®n entre movimientos sociales y establecer canales de comunicaci¨®n alternativos para informarse. Algo muy parecido al camino que ha seguido la periodista Sof¨ªa de Roa.
Con el objetivo de extender el movimiento hacia una recuperaci¨®n del espacio p¨²blico y pensamiento cr¨ªtico, la acampada result¨® ser una herramienta para que las asambleas se trasladar¨¢n a los barrios. De Roa explica que la fuerza, la alegr¨ªa y el sentimiento de la comunidad no se pod¨ªa perder con el fin de la Acampada. ¡°No hubo una muerte del movimiento, la Acampada fue solo la semilla para que se siguiera desarrollando esta fuerza ciudadana¡±. Ejemplo de esto es la radio ¡®?gora Sol¡¯ que ella a¨²n mantiene, la que es una forma de seguir transmitiendo las luchas del 15-M.
Otros simpatizantes como Ignacio Duque se han mantenido relacionado a la acci¨®n social, llevando las asambleas y su organizaci¨®n a sectores del campo y los barrios, donde la ayuda colaborativa puede marcar la diferencia en la calidad de vida de sus miembros. ¡°Las victorias son pocas, pero demostramos que s¨ª se puede¡±, bajo esta premisa tambi¨¦n se le puede encontrar trabajando en el fomento de peque?os emprendimientos en el sector de Carabanchel.
El movimiento se mantiene vigente en peque?os grupos que levantan su bandera de lucha. Es as¨ª como la campa?a ¡®Desmontando mentiras¡¯ re¨²ne informaci¨®n y denuncias para generar en la sociedad un pensamiento cr¨ªtico sobre el sistema cultural, social y econ¨®mico. Algo similar a lo que surge con ¡®Oficina precaria¡¯, un espacio de coordinaci¨®n esencialmente para trabajadores en paro que han sido golpeados por la crisis.
¡®Stop desahucios¡¯ es otro ejemplo de movimientos que, si bien hab¨ªan sido formado antes del 15-M, la acampada de Sol les permiti¨® reflotar y formar redes de colaboraci¨®n con otras organizaciones y personas. En el caso de Stop Desahucios, el impulso que recibieron les ha permitido llegar a 185 desalojos en el sector de Madrid.
¡°Despu¨¦s de levantar la acampada se pas¨® de algo m¨¢s te¨®rico a algo m¨¢s tangible, todo lo que conlleva el trabajo real se ve en cosas m¨¢s sectoriales¡±, plantea Paco, quien tambi¨¦n particip¨® de la Acampada de Sol y hoy trabaja en la conexi¨®n de distintas organizaciones barriales y tem¨¢ticas, lugar desde el que ha podido ver que ¡°la sociedad despert¨®, pero no todo lo que esper¨¢bamos¡±.
El 15-M fue un movimiento de catarsis donde la gente dijo ¡®hay que hacer algo¡¯ Jos¨¦ Pablo Ferr¨¢ndiz, Metroscopia
La transformaci¨®n que vivi¨® Espa?a gener¨® un cambio hacia una sociedad activa y alerta, ¡°se pas¨® de una minor¨ªa de edad a una mayor¨ªa¡±, sentencia Sof¨ªa de Roa. Este sentimiento es compartido especialmente por quienes formaron parte de la acampada de Sol.
Marchando por las calles y participando en las asambleas se unific¨® a una sociedad, que obligada por la situaci¨®n de crisis, encontr¨® una alternativa de cambio diferente a los sistemas de representaci¨®n pol¨ªtica tradicionales. ¡°Ahora la democracia no es ir a votar cada cuatro a?os, la gente quiere democracia d¨ªa a d¨ªa¡±.
Trabajo realizado por Christian Mart¨ªnez, Felipe Pavez Far¨ªas e Ivonne Bast¨ªas, estudiantes de periodismo de la Universidad Diego Portales de Chile, vencedores del premio ETECOM LATAM 2013 entre 900 estudiantes de 100 universidades de 14 pa¨ªses de Latinoam¨¦rica
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