Draghi desenfunda sin disparar
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha conseguido la unanimidad en el Consejo de Gobierno de la entidad para adoptar medidas de est¨ªmulo monetario con el objetivo de reavivar la inflaci¨®n si las tendencias deflacionistas se consolidan. El BCE ha debatido esas medidas pero ha decidido subordinar su aplicaci¨®n a los nuevos datos de los pr¨®ximos meses.
Mario Draghi lanz¨® su cruzada para salvar al euro a finales de julio de 2012, cuando la pol¨ªtica monetaria del BCE era incapaz de frenar la percepci¨®n de los mercados sobre una posible desintegraci¨®n de la moneda ¨²nica.
Fue el 26 de julio de 2012. Draghi lanz¨® en una conferencia celebrada en Londres su promesa.
"Creemos que el euro es irreversible. Y no es una palabra vac¨ªa ahora. Ya he dicho qu¨¦ acciones exactamente se han adoptado y se est¨¢n adoptando para hacerlo irreversible", dijo.
Lo m¨¢s importante ven¨ªa a continuaci¨®n.
"Pero hay otro mensaje que quiero darles", anunci¨®.
"Dentro de nuestro mandato, el BCE est¨¢ preparado para hacer lo que sea necesario a fin de preservar el euro. Y cre¨¢nme, ser¨¢ suficiente".
?Qu¨¦ relaci¨®n tiene esa intervenci¨®n de Draghi con los intentos de insuflar vida a la d¨¦bil recuperaci¨®n en curso?
La promesa del presidente del BCE, ?que pretend¨ªa resolver?
Esto: "Creemos que el punto estrat¨¦gico clave es que si queremos salir de esta crisis tenemos que reparar esta fragmentaci¨®n financiera". "Esta fragmentaci¨®n financiera" era, b¨¢sicamente, la subida descontrolada de las primas de riesgo en Italia y Espa?a.
Durante esa jornada del 26 de julio de 2012, la prima de riesgo espa?ola (diferencia entre lo que pagan Espa?a y Alemania en el mercado secundario por sus bonos p¨²blicos a 10 a?os de plazo) se situaba en 565 puntos b¨¢sicos o 5,65%. Hab¨ªa llegado, dos d¨ªas antes, el 24 de julio, a 637 puntos b¨¢sicos o 6,37%. Espa?a ven¨ªa de solicitar, en la primera semana de junio de 2012, el rescate bancario a ra¨ªz de la crisis de Bankia.
Tanto la prima de riesgo espa?ola como italiana siguieron muy elevadas despu¨¦s de la palabras del presidente del BCE. Una semana despu¨¦s, el 2 de agosto de 2012, el BCE anunci¨® que comprar¨ªa bonos p¨²blicos en ciertas condiciones. Pero no explic¨® todav¨ªa el mecanismo.
En los primeros d¨ªas de septiembre de 2012, antes de la reuni¨®n mensual del BCE, convocada para el d¨ªa 6, los mercados segu¨ªan agitados. La prima espa?ola se situaba entre los 549 puntos b¨¢sicos o 65,49% entre finales de agosto y 448 puntos b¨¢sicos o 4,48% el 6 de septiembre de 2012.
Y Draghi llev¨® la propuesta formal ¨¦se 6 de septiembre al Consejo de Gobierno. El BCE comprar¨ªa bonos p¨²blicos de 1 a 3 a?os de aquellos pa¨ªses en los cuales fallaba el mecanismo de transmisi¨®n de la pol¨ªtica monetaria del banco central. El programa (Outright Monetary Transactions) se propon¨ªa hacer compras en los mercados secundarios a cambio de que el pa¨ªs que as¨ª lo solicitase, con la mira puesta en Espa?a e Italia, asumiera las condiciones de un plan de ajuste.
Aunque Jens Weidmann, presidente del Bundesbank, el banco central alem¨¢n, se opone y vota en contra del programa OMT el 6 de septiembre, la canciller alemana ?ngela Merkel apoya pol¨ªticamente a Draghi.
Con todo, la prima de riesgo sigui¨® elevada durante largos meses. El Gobierno alem¨¢n desaconsej¨®, en secreto, a Espa?a e Italia, solicitar la aplicaci¨®n del programa OMT. Con la prima en 400 puntos o 4,00 %, en diciembre de 2012, tanto el ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, como el de Econom¨ªa, Luis de Guindos, estimaban que era necesario pedir las compras de bonos p¨²blicos. Pero ?ngela Merkel y su ministro de Finanzas, Wolfgang Sch?uble, aconsejaron paciencia. El programa OMT era un arma para mostrar a los mercados la disposici¨®n a actuar pero no deb¨ªa ser usada sino como ¨²ltimo recurso.
Lentamente, la prima de riesgo fue cayendo a lo largo de 2013. Los mercados vieron, pues, que el BCE era un prestamista en ¨²ltima instancia real. La OMT nunca se ha usado.
Esta peripecia de Draghi arroja luz sobre la movida actual.
El presidente del BCE est¨¢ viendo que el objetivo oficial de mantener la inflaci¨®n en torno, pero por debajo, del 2%, atraviesa serias dificultades. El ¨²ltimo dato es el de marzo. La tasa anual de incremento de los precios en la Euirozona es la cuarta parte del objetivo del BCE: 0,5%.(En Espa?a ha sido negativa del -0,2%)
La fortaleza del euro, un reflejo del super¨¢vit exterior de la Eurozona, es lo que yace detr¨¢s. Las importaciones se abaratan por la mayor capacidad adquisitiva de la moneda ¨²nica. Y ello se traduce en un debilitamiento de la inflaci¨®n. El cuadro se completa con una pol¨ªtica de compresi¨®n salarial. Tenemos, pues, una recuperaci¨®n pr¨¢cticamente sin demanda interior que reposa sobre las exportaciones. Y estas han comenzado a reflejar las dificultades de los pa¨ªses emergentes y la fuerte desaceleraci¨®n de China.
Aunque el euro se ha apreciado desde principios de 2014, tampoco se trata, con un 2% respecto al dolar, de una revalorizaci¨®n extraordinaria. Tras el anuncio del BCE ayer al mediod¨ªa, el euro perdi¨® un 0,4 de valor.
El economista Dario Perkins, de la casa Lombard Street Research, Londres, cree que es una combinaci¨®n de circunstancias adversas lo que permite a Draghi alinear al Consejo de Gobierno hacia la posible adopci¨®n de est¨ªmulos.
"El tipo de cambio es claramente un factor, pero no parece ser particularmente dram¨¢tico. Quiz¨¢ el BCE est¨¢ preocupado por una combinaci¨®n de esto [la apreciaci¨®n del euro], la persistente contracci¨®n del cr¨¦dito y un shock deflacionista de China. Pero quiz¨¢ m¨¢s importante, el BCE est¨¢ ahora preocupado por las expectativas inflacionistas", se?ala.
Draghi ha alineado al Consejo de Gobierno detr¨¢s suyo para estar prepardos, si las presiones deflacionistas se consolidan, para disparar la artiller¨ªa de medidas de est¨ªmulo. Medidas que pueden ir desde una nueva modalidad de pr¨¦stamos a las empresas hasta la imposici¨®n de tasas negativas a aplicar a las reservas (dep¨®sitos) que mantienen los bancos en el BCE, actualmente en el cero por ciento, una iniciativa que obligar¨ªa a las entidades a prestar a empresas y familias, hasta llegar, quiz¨¢ como ¨²ltimo recurso, a una relajaci¨®n cuantitativa cl¨¢sica (quantitative easing) al estilo de la Reserva Federal de EE.UU, el Banco de Inglaterra y el Banco de Jap¨®n (compra de bonos p¨²blicos y privados para inyectar liquidez y reavivar la inflaci¨®n). Una de las principales consecuencias de esta relajaci¨®n, en los ¨²ltimos tres a?os, ha sido la subida espectacular de las Bolsas, empezando por Wall Street.
Entre el 26 de julio y el 6 de septiembre de 2012 pasaron cuarenta y dos d¨ªas en los cuales Draghi prepar¨® su programa para preservar el euro.
Si las tendencias deflacionistas que preocupan ahora oficialmente al BCE se afirman, Draghi, sin fisuras, estar¨ªa en condiciones de apretar el bot¨®n en los meses de mayo o junio.
El problema, el problema...sigue siendo la debilidad de la recuperaci¨®n.
Como ha advertido Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), el mi¨¦rcoles pasado, una "recuperaci¨®n d¨¦bil y mediocre".
Una cosa era demostrar que el BCE es, como se ha se?alado, el prestamista en ¨²ltima instancia que todo banco central que se precie debe ser y otra muy distinta apuntalar una recuperaci¨®n m¨¢s vigorosa mediante est¨ªmulos monetarios en el contexto de una pol¨ªtica permanente (aun con sus deslizamientos actuales) de consolidaci¨®n fiscal.
Las medidas de car¨¢cter monetario pueden evitar el ahogamiento de una recuperaci¨®n a la que le falta fuelle, reavivar la inflaci¨®n y alimentar la subida de las Bolsas, pero no son suficientes, en caso de que finalmente se adopten, cosa que est¨¢ por ver, para propulsar la econom¨ªa de la Eurozona al punto de reabsorber a una parte importante de los millones de trabajadores expulsados del mercado de trabajo por la Gran Recesi¨®n.
Comentarios
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.