Un beb¨¦ en la tapia de fusilamientos
Jos¨¦ Luis Menoyo descubre a los 50 a?os en el diario de un capell¨¢n el tr¨¢gico origen de su madre
Tuvo dos madres, tres nombres y un hijo, Jos¨¦ Luis Menoyo, al que nunca revel¨® su verdadera historia: que el 22 de septiembre de 1937, cuando ten¨ªa poco m¨¢s de un a?o, dos monjas la hab¨ªan recogido en la tapia del cementerio de Torrero (Zaragoza) despu¨¦s de que fusilaran a la anarquista (Selina Casas) que le hab¨ªa puesto su primer nombre (Lidia); que en el hospicio la bautizaron como Natividad y que sus padres adoptivos ¡ªun m¨¦dico que hab¨ªa sido movilizado por el bando franquista, y su mujer, ama de casa¡ª la llamaron, finalmente, Aurora. ¡°Me enter¨¦ de la historia de mi familia por un libro, porque mi madre nunca me cont¨® nada¡±, explica Menoyo, de 55 a?os. ¡°Sent¨ª una tristeza inmensa. Es una historia tr¨¢gica¡±.
Fue en los diarios del capell¨¢n de la c¨¢rcel de Torrero, Gumersindo de Estella, que asisti¨® a 1.700 fusilamientos entre 1936 y 1942, donde Menoyo ley¨® el ¨²ltimo grito de su abuela al pelot¨®n de fusilamiento: ¡°?Que la maten conmigo! ?No quiero dejar a mi hija con estos verdugos!¡±. Selina Casas, de 27 a?os, y Margarita Navascu¨¦s, fusilada aquella misma madrugada, ¡°defend¨ªan sus tesoros a brazo partido¡±, seg¨²n anot¨® el capell¨¢n, mientras los guardias intentaban ¡°arrancar a viva fuerza a las criaturas¡± que llevaban en brazos. Fue in¨²til.
¡°Tengo el honor de poner en su conocimiento que han sido entregadas a dos hermanas de la caridad para su ingreso en Ben¨¦fico establecimiento los (...) hijos de las reclusas ejecutadas esta madrugada en cumplimiento de sentencia dictada en Consejo de Guerra¡±, escribi¨® el director de la prisi¨®n de Zaragoza al gobernador civil. Casas y Navascu¨¦s hab¨ªan sido condenadas a muerte por intentar pasar al lado republicano."Al enemigo", especifica la ficha de la Delegaci¨®n de Seguridad Interior y Orden P¨²blico.?
Menoyo reuni¨® esta documentaci¨®n, que registra la peripecia de su madre ¡ªc¨®mo el capell¨¢n de la inclusa la bautiza el 20 de abril de 1938 ¡°por encontrarse en peligro de muerte¡± y ante la duda de que sus padres no lo hubieran hecho; o c¨®mo el 11 de marzo de 1939 es entregada a un matrimonio que no pod¨ªa tener hijos¡ª, hace cuatro a?os, buscando, en realidad, a su padre. ¡°Mis padres se separaron al poco de nacer yo y nunca tuve contacto con ¨¦l. Cuando ella muri¨®, quise encontrarlo y contrat¨¦ a una empresa para que me ayudara. Un d¨ªa me dijeron: ¡®Ya sabes que como tu madre es adoptada necesitamos una autorizaci¨®n¡¯. Yo pens¨¦ que era un error, y luego, al ver la documentaci¨®n, que mi madre no hab¨ªa sabido nunca que era adoptada. Pero m¨¢s tarde descubr¨ª que un t¨ªo suyo la hab¨ªa localizado cuando ten¨ªa 15 a?os, y que ella le hab¨ªa dicho que estaba muy bien con sus nuevos padres¡±. Una prima de su madre, a la que Menoyo visit¨® recientemente en Bilbao, le mostr¨® emocionada la foto que el t¨ªo de Aurora ¡ªpara ellos, Lidia Durruti Casas¡ª le hab¨ªa llevado tras aquel encuentro.
¡°Jam¨¢s hab¨ªa sospechado nada. En mi casa no se hablaba de la guerra. Ni de pol¨ªtica. A mi abuelo, el m¨¦dico, no le interesaba, aunque, como tantos otros, fue movilizado por el bando nacional", explica Menoyo, que hoy tiene un amplio dossier con informaci¨®n de sus abuelos de sangre, como la ficha que describe a Selina Casas como ¡°totalmente desafecta al Movimiento Nacional¡± con una ¡°gran actividad en el campo pol¨ªtico sindical en uni¨®n de los elementos m¨¢s peligrosos de la extrema izquierda¡±. O la noticia de la detenci¨®n de su abuelo, Bonifacio Durruti, miembro de una famosa familia de anarquistas, en la fruter¨ªa de Zaragoza que usaba como tapadera de un local de la CNT.
"Mi historia es la de tantos otros espa?oles, la de tantas familias separadas por la guerra¡±, afirma. A los 55 a?os, Menoyo ha podido reunirse con descendientes de sus abuelos anarquistas. Pero no tuvo suerte con la b¨²squeda que inici¨® todo, la de su padre. Hab¨ªa muerto cinco meses antes de que ¨¦l intentara encontrarle.
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