Mayor¨ªas cruzadas

Una mayor¨ªa cualificada del Parlamento de Catalu?a defiende la celebraci¨®n de una consulta sobre la independencia de esa comunidad; y una mayor¨ªa a¨²n m¨¢s extensa del Parlamento espa?ol est¨¢ en contra, seg¨²n se escenific¨® ayer en el Congreso. Los delegados del Parlament plantearon su demanda como si el pleito soberanista ya estuviera resuelto a su favor (por la mayor¨ªa soberanista en las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas y otras expresiones p¨²blicas), y se tratase de formalizarlo ahora en un refer¨¦ndum a celebrar en Catalu?a y que, con independencia del resultado, dejase sentado el precedente de que es posible convocarlo. Seg¨²n su concepci¨®n del di¨¢logo y el acuerdo, el Gobierno estar¨ªa obligado a facilitar la consulta, lo que supondr¨ªa prescindir de la opini¨®n mayoritaria del resto de los espa?oles representados por los diputados que ayer votaron en contra de ceder la competencia. La parte no puede decidir por el todo, argument¨® Rajoy y aval¨® Rubalcaba frente a esa posici¨®n.

El catalanismo considera que el Gobierno debe facilitar este primer paso hacia la independencia

La pretensi¨®n de que el Gobierno debe ayudarles a dar ese paso hacia la independencia es absurda, pero tampoco ser¨ªa l¨®gico que el eventual refer¨¦ndum sobre el futuro de Catalu?a se plantease en el conjunto de Espa?a. Lo que se desprende del cruce de mayor¨ªas es que deben ser los catalanes los que se pronuncien, pero no sobre independencia s¨ª o no, f¨®rmula que no refleja la real pluralidad de opciones, sino sobre el acuerdo al que llegasen sus instituciones con las del Estado. Un acuerdo que seg¨²n el planteamiento de Rubalcaba podr¨ªa plantearse en el marco de una reforma constitucional que actualice el pacto territorial recogiendo las aspiraciones del catalanismo compatibles con la l¨®gica auton¨®mica o federal. Por ejemplo, la eliminaci¨®n de la posibilidad de recurso de inconstitucionalidad contra normas que hayan sido refrendadas por el censo de la comunidad, algo sobre lo que los dos principales partidos est¨¢n de acuerdo al plantear la vuelta a la f¨®rmula del recurso previo. Pero tambi¨¦n un reforzamiento del reconocimiento de la singularidad de las nacionalidades en el terreno cultural y simb¨®lico o pautas m¨¢s precisas respecto a la financiaci¨®n. Este fue el punto de vista defendido ayer con fuerza argumental por Rubalcaba.

Los delegados catalanes sostuvieron, algo contradictoriamente, que siendo una consulta no vinculante, lo ¨²nico que se pretende con ella es conocer la opini¨®n de los catalanes. Poco m¨¢s que un sondeo, pero cuya celebraci¨®n es una exigencia a la que no podr¨ªa oponerse ning¨²n gobierno democr¨¢tico. Sin embargo, ni siquiera es una buena f¨®rmula para medir el grado de adhesi¨®n a la independencia pues, precisamente por no ser vinculante, ofrece la oportunidad de agrupar en torno a ella sin mayores riesgos a nacionalistas autonomistas y otras personas cuya primera opci¨®n no es la independencia pero que, forzadas a optar, no quieren quedarse al margen de lo que se presenta como exigencia democr¨¢tica ineludible.