Garz¨®n, a los pol¨ªticos: ¡°?Les dan miedo las v¨ªctimas del franquismo?¡±
El exjuez participa en un homenaje a los fusilados en la tapia del cementerio de La Almudena Herreruela, 94 a?os: "Me duele el desconocimiento y el olvido al que nos quieren someter"
"Se muri¨® el dictador, se firmaron acuerdos, se aprob¨® una Constituci¨®n, se repiti¨® un golpe de Estado, se consolid¨® una democracia, lleg¨® el siglo XXI, pero nadie mir¨® hacia las v¨ªctimas", ha denunciado Remedios Palomo, nieta de un alcalde republicano fusilado en la Guerra Civil, esta ma?ana en el acto de homenaje a los m¨¢s de 2.600 fusilados en la tapia del cementerio de La Almudena, en Madrid. "El 26 de octubre de 2008, un hombre, un juez, se detuvo a mirar. Mir¨® y vio esta y otras tapias. Estas fosas y aquellas cunetas. Ten¨ªa la justicia que necesitaban las v¨ªctimas y se dispuso a entreg¨¢rsela. No pudo ser. Y aunque la justicia ya no est¨¦ en su mano, Baltasar Garz¨®n no ha dejado nunca de mirar hacia esta tapia y hacia aquellas cunetas. Quienes luchamos contra el olvido no debemos olvidar nunca qui¨¦n fue la primera persona que mir¨® hacia aqu¨ª, la que busc¨® justicia y perdi¨® en el intento".
Tras la emocionada presentaci¨®n de Palomo, y ante un p¨²blico entregado, en el que abundaban muchos descendientes, ya ancianos, de los fusilados, Garz¨®n ha recordado, con envidia, c¨®mo hace unos d¨ªas, mientras estaba en Buenos Aires, asisti¨® a un homenaje a los exiliados del franquismo en la sede del Congreso argentino, un acto, que "cont¨® con todo el apoyo de la c¨¢mara de los diputados y del senado y con una nutrida representaci¨®n de la pol¨ªtica" del pa¨ªs. All¨ª, en Argentina,? es "donde queda la ¨²nica causa abierta del mundo para investigar los cr¨ªmenes franquistas". "Ellos tratan de indagar donde nosotros fracasamos o donde no nos dejaron hacer, pero en esta ocasi¨®n la culpa no puede echarse a los pol¨ªticos. La culpa la tuvieron los jueces, la justicia, que no supo estar a la altura de las v¨ªctimas".
"Dicen que en Espa?a ya hubo reconciliaci¨®n, que ya se sabe todo, pero yo no s¨¦ nada. A m¨ª no me ense?aron nada de la Guerra Civil en el colegio", ha denunciado. "Solo s¨¦ las historias que mi t¨ªo Gabriel me contaba sobre sus condenas a muerte. Jam¨¢s ha habido una pol¨ªtica de memoria en Espa?a, ni de un Gobierno ni de otros. El miedo ha atenazado a unos y a otros. Siempre ha habido una justificaci¨®n falsa. Y yo me pregunto: ?a qu¨¦ tienen miedo? ?las v¨ªctimas dan miedo? ?Qu¨¦ es lo que puede suceder en Espa?a por que haya verdad, justicia y una verdadera reparaci¨®n para las v¨ªctimas, en lugar de mendigarla cada d¨ªa y que encima tengan que soportar que se?ores como [Rafael]? Hernando [diputado del PP], les digan que solo se acuerdan de sus familiares cuando hay subvenciones. ?Es vergonzoso, repugnante!."
El exmagistrado de la Audiencia Nacional, procesado y finalmente absuelto por abrir una causa contra los cr¨ªmenes del franquismo, ha comentado que en sus frecuentes viajes, especialmente a Latinoam¨¦rica, le preguntan por qu¨¦ Espa?a no ha reparado convenientemente a las v¨ªctimas del franquismo. "No entienden lo que sucede en Espa?a, ni siquiera los gobiernos conservadores. Me dicen, ?cu¨¢l es el problema, por qu¨¦ no se hace justicia? Y el problema es que jam¨¢s se ha reconocido que el r¨¦gimen franquista fuera un r¨¦gimen fascista. Incluso ahora se dice que fue autoritario pero no totalitario. ?Nos ha jodido!"." ?No se dan cuenta de que nunca habr¨¢ una verdadera reconciliaci¨®n, desde las tripas, hasta que no haya verdad, justicia y reparaci¨®n para las v¨ªctimas?".
La intervenci¨®n fue precedida por un largo aplauso, casi tan largo como el que recibi¨® Te¨®fila Herreruela, de 94 a?os. "Isabel Huelga ten¨ªa 62 a?os cuando fue ejecutada, el 31 de julio de 1939. Era madre de dos hijos, tambi¨¦n en prisi¨®n". Herreruela se cas¨® con uno de ellos, Antonio, pese a que el mismo d¨ªa que sacaron a Isabel Huelga de la c¨¢rcel para fusilarla, cometieron la crueldad de decirle que hab¨ªan sido ejecutados tambi¨¦n. Era mentira. El peque?o, Joaqu¨ªn, falleci¨® a?os despu¨¦s en la c¨¢rcel de Porlier, de tuberculosis. Ten¨ªa 25 a?os. Y el mayor, Antonio, continu¨® en la c¨¢rcel? hasta el 16 de marzo de 1946. "Nos casamos el 9 de noviembre de 1945 en la prisi¨®n de Yeser¨ªas de Madrid", ha recordado Herreruela. "Estuvo siete a?os en prisi¨®n. Siete a?os sufriendo, unos tras las rejas y yo en la parte exterior, pero tambi¨¦n presa". Antonio falleci¨® el 10 de enero de 1960 por una enfermedad tambi¨¦n contra¨ªda en la c¨¢rcel. ?l y Te¨®fila ten¨ªan tres hijos.
"Yo tengo 94 a?os y fui testigo de c¨®mo el R¨¦gimen destru¨ªa vidas, saqueaba bienes... Recuerdo cuando ese ej¨¦rcito entr¨® en Madrid vociferando desde sus camiones: 'Nada ten¨¦is que temer los que no teng¨¢is las manos manchadas de sangre'. ?Qu¨¦ burda mentira! Muchos lo creyeron y c¨®mo nada ten¨ªan que temer se quedaron en sus casas, como lo hicieron Isabel y sus hijos. All¨ª les detuvieron. No ten¨ªan por qu¨¦ huir porque nada malo hab¨ªan hecho. Pertenecer a un partido pol¨ªtico no era un delito. Los que s¨ª cometieron delito fueron ellos, que mataron a Isabel, se apoderaron de su casa...". Durante la II Rep¨²blica, Huelga hab¨ªa sido funcionaria de prisiones en la misma c¨¢rcel en la que pas¨® sus ¨²ltimas horas. "El sitio que fue su lugar de trabajo, la prisi¨®n de mujeres de Ventas, fue su lugar de reclusi¨®n y antesala de su muerte..." Estaba muy enferma cuando la mataron. "La sacaron de la enfermer¨ªa para fusilarla ", ha explicado Herreruela.
Te¨®fila ha concluido su discurso con un lamento: "Me duele el desconocimiento de lo sucedido e incluso el olvido al que nos quieren someter. Tengo 94 a?os y fui testigo de tanto horror. Nunca en mi vida de maestra pude explicar en clase la realidad de lo sucedido".
Celia Mu?oz ha recordado a su padre, Gerardo Mu?oz, maestro, ante la tapia de La Almudena donde eran fusiladas las v¨ªctimas, hoy repleta de claveles rojos y fotos de los ejecutados. "Lo mataron el 24 de junio de 1939. Dej¨® un verso escrito a su querida esposa, que dice todo en muy pocas palabras: 'Cuando esto vean tus ojos, yo dej¨¦ de existir. Para todos, pero no para ti. La maldad de los hombres hizo presa en mis carnes. Padec¨ª los horrores del odio y la barbarie. Recorr¨ª mi calvario entero y con firmeza y solo tu sudario enjug¨® mi flaqueza. Vivimos honestamente nuestra vida. Digno llego a la muerte. Con honra. Nuestra canci¨®n eterna no se ha de interrumpir. T¨² vives en la tierra. Yo siempre vivo en ti".
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