?Justicia o exceso de celo?
Interior destituye al sargento de un pueblo de Ourense al que una diputada del PP acusa de acoso tras siete multas
Jos¨¦ Manuel Grande P¨¦rez, sargento de la Guardia Civil de Bande, prepara el petate. Tras siete a?os al frente del puesto de este municipio ourensano de poco m¨¢s de mil vecinos entre los que Grande administr¨® la ley con un celo tan inaudito que llev¨® en 2010 el relato pormenorizado de sus informes al Senado, la Direcci¨®n General del instituto armado acaba de decidir cesarlo ¡°por necesidades del servicio y por la reprobaci¨®n de las autoridades¡±: sus sonados desencuentros con la diputada del PP, vicepresidenta de la comisi¨®n de Interior, inspectora de Polic¨ªa en excedencia y exalcaldesa de ese Ayuntamiento, Ana Bel¨¦n V¨¢zquez Blanco, y su exmarido y sucesor al frente de la alcald¨ªa, Jos¨¦ Antonio Armada. El sargento mult¨® el pasado 18 de noviembre a la diputada por tener el coche mal estacionado, subido en una acera. En el parte consta que el veh¨ªculo no hab¨ªa pasado la ITV y que ella se neg¨® a mostrar la documentaci¨®n. El d¨ªa 20 estall¨® la pol¨¦mica.
El n¨²mero dos del Ministerio del Interior la ha zanjado ahora promoviendo el cese del sargento. La Asociaci¨®n Unificada de la Guardia Civil (AUGC), que prepara una demanda judicial ¡°si es necesario tambi¨¦n contra el mando que lo ha destituido¡±, sostiene que el cese, que ya han recurrido, es ¡°una clara represalia pol¨ªtica¡± contra Grande ¡°por haber hecho cumplir la ley¡± a la diputada. Ella, que ultima otra demanda con la que pretende probar el ¡°grave acoso¡± al que asegura haber estado sometida, insiste en que el parte que abri¨® la caja de los truenos es ¡°una manipulaci¨®n; demostrar¨¦ que es todo mentira y que solo buscaba mi desprestigio y el de mi familia¡±. En Bande no se habla de otra cosa.
El sargento Grande a¨²n no da cr¨¦dito. No se explica por qu¨¦ ha perdido esta batalla ¡ªsolo la primera, seg¨²n la AUGC, que est¨¢ dispuesta a ¡°llegar hasta el final¡±¡ª contra la diputada V¨¢zquez Blanco, a la que asegura que mult¨® siempre en el estricto cumplimiento de su deber. No comprende, dicen sus compa?eros, c¨®mo puede ser tildado de ilegal el estricto cumplimiento de la legalidad. El sindicato lo tiene, sin embargo, claro. ¡°Ella utiliz¨® sus contactos en el Ministerio para apartar a una persona que le resultaba inc¨®moda¡±, indica el portavoz de la asociaci¨®n, Carlos Dom¨ªnguez, tras puntualizar que los mismos informes internos de la Guardia Civil que promueven el cese del sargento amparan su actuaci¨®n. ¡°No pod¨ªa ser de otra forma; no caben distinciones y ¨¦l cumpli¨® con su trabajo¡±, precisa.
En realidad, al sargento Grande lo ha perdido, seg¨²n reconocen todas las partes implicadas, el muy estricto sentido del deber; un cumplimiento a rajatabla de su trabajo que a la diputada V¨¢zquez le ha costado siete multas, todas ellas ¡°recurridas y ganadas¡± excepto esta ¨²ltima, que est¨¢ pendiente de resoluci¨®n. ¡°Pueden preguntar en el pueblo, todo el mundo dir¨¢ lo mismo¡±, invita la diputada a contrastar el malestar vecinal con el expedientado. ¡°Pues claro que muchos ir¨¢n contra ¨¦l: aqu¨ª la mayor¨ªa de los empleos dependen del Ayuntamiento¡±, replica el portavoz provincial de la AUGC.
Dom¨ªnguez reconoce que la diputada fue sancionada en varias ocasiones. Una de ellas, apenas desembarcado el sargento en el cuartel del pueblo, porque el bar que regentaba la familia de la parlamentaria en el recinto del club de f¨²tbol del que ella es presidenta ¡°vend¨ªa bebidas alcoh¨®licas y est¨¢ prohibido¡±. La ¨²ltima fue el incidente del coche mal estacionado. ¡°Entonces ella acudi¨® a sus amigos del Ministerio¡±, asegura el portavoz del sindicato. En su opini¨®n, la diputada sigue actuando como ¡°la jefa¡± de Bande. ¡°No es la autoridad local: lo es su exmarido, pero s¨ª la autoridad pol¨ªtica y ¨¦l la defiende¡±, sostiene Dom¨ªnguez.
El sargento-comandante Grande no entr¨® con buen pie en Bande. Su llegada en 2008 a la comandancia del pueblo supuso una revoluci¨®n en los tradicionales h¨¢bitos vecinales. Las actas del Senado recogen la exposici¨®n realizada por escrito en 2009 por el entonces senador del BNG Xos¨¦ Manuel P¨¦rez Bouza, en la que queda constancia de la inflexibilidad del mando en su labor. ¡°Denunciaba por maltrato animal a los paisanos de las aldeas que llegaban a Bande a caballo y lo dejaban, como era costumbre, atado por las patas para que no escapara; lleg¨® a denunciar la falta de papel higi¨¦nico en el v¨¢ter de algunos bares y obligaba a identificarse a todo el mundo¡±, recuerda P¨¦rez la convulsi¨®n que eso supuso en la apacible vida del pueblo y c¨®mo el sargento se fue labrando as¨ª las primeras enemistades.
El alcalde reconoci¨® en una entrevista en 2011 en el Faro de Vigo que el escrupuloso sargento le hab¨ªa dado el alto en alguna ocasi¨®n para inspeccionar a fondo su veh¨ªculo. ¡°Pero eso est¨¢ dentro de la ley¡±, puntualizaba entonces Armada, a¨²n cuando reconoc¨ªa que hab¨ªa pedido entrevistas con el subdelegado del Gobierno en Ourense, el teniente coronel de la Comandancia de la Guardia Civil para exponerles ¡°las quejas vecinales¡± por la lluvia de multas.
P¨¦rez Bouza asegura que tampoco se libraban de las sanciones los familiares del sargento. ¡°Yo no dudo de que aplicase la ley, pero en mi comparecencia en el Senado ped¨ªa al Ministerio que se rebajase un poco ese celo extraordinario que solo serv¨ªa para crispar la vida vecinal¡±. El exsenador asegura que antes de la llegada de Grande a Bande hab¨ªa cien denuncias anuales. ¡°Con ¨¦l, se dispararon a 900 en un pueblo tranquilo y sin problemas¡±, explica el nacionalista el sentido de aquella petici¨®n en la C¨¢mara alta, aunque sostiene que el expediente y el cese del sargento con el que ahora se intenta zanjar la pol¨¦mica ¡°son exagerados¡±. ¡°Est¨¢ claro que no tiene ya que ver con eso¡±, precisa.
Ni con la petici¨®n en el Senado, durante el Gobierno del PSOE, el Ministerio pesta?e¨® ¡ª¡°el director general de la Guardia Civil me respondi¨® advirtiendo de que no se le pod¨ªa pedir al mando que no aplicara la ley. Lo tild¨® de ejemplo de dedicaci¨®n y eficacia¡±, recuerda el exsenador¡ª ni lo hizo en los a?os sucesivos con el PP. ¡°Solo cuando la exalcaldesa y diputada del PP fes multada, interviene el Gobierno, pero ni ella ni su exmarido expresaron hasta ese momento la m¨ªnima queja ni se sumaron a la que yo plante¨¦¡±. P¨¦rez Bouza cree que Ana Bel¨¦n V¨¢zquez "ha utilizado su poder para obtener un r¨¦dito pol¨ªtico" de la situaci¨®n.
La diputada asegura que es justamente lo contrario. Sostiene que cuenta con el respaldo vecinal, adem¨¢s del del Ministerio del Interior. Ahora espera demostrar en sede judicial que ten¨ªa la ITV de su veh¨ªculo al d¨ªa y que la han hostigado ¡°de una manera incre¨ªble, hasta el acoso¡± en lo que interpreta como una persecuci¨®n encarnizada contra ella.
Con la primera batalla perdida, el sargento Grande hace el petate al mismo tiempo que prepara una demanda judicial a trav¨¦s del sindicato. Lo apoyan la AUGC, algunos vecinos y tambi¨¦n sus superiores de Ourense. A las alegaciones presentadas por el expedientado se suma un informe de su superior, el teniente coronel, en el que indica que no considera que se derive de la conducta del expedientado el m¨ªnimo comportamiento ilegal que justifique el cese. Resolver¨¢n los jueces.
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