Mieres ¡®coloniza¡¯ un monte de Babia

La historia recuerda a aquella serie de Berlanga basada en un anuncio de detergente, Villarriba y Villabajo: dos Ayuntamientos de dos comunidades aut¨®nomas distintas llevan a?os peleando porque comparten, en este caso, un ¨¢rea protegida. Se trata de Mieres (Asturias, 42.421 habitantes) y San Emiliano (Castilla y Le¨®n, 699 habitantes), que, pese a no ser colindantes tienen en com¨²n 10 millones de metros cuadrados del llamado monte Pinos, situado en la comarca leonesa de Babia y Luna, reserva de la Biosfera.

El conflicto est¨¢ tan enquistado que hasta los principales perjudicados resoplan cuando se les pregunta. ¡°Ellos [Mieres] son los propietarios de los terrenos y tienen sus derechos, nosotros tenemos los nuestros, porque est¨¢ en nuestro t¨¦rmino municipal [San Emiliano] y a partir de ah¨ª hay posturas encontradas. Mieres dice que Babia abusa y al rev¨¦s. ¡°?Qui¨¦n dice la verdad?¡±, se pregunta, entre resignado y harto, Basilio Barriada, el alcalde de San Emiliano (PSOE).

La historia de c¨®mo un Ayuntamiento de Asturias posee tierras en la vecina Castilla y Le¨®n empieza antes de la Guerra Civil con un tipo peculiar: el mecenas Francisco Sierra Pambley (1827-1915). Era un benefactor de Villablino (Le¨®n) bastante mani¨¢tico ¡ªle disgustaba, por ejemplo, dar la mano sin guantes y era incapaz de subirse a un coche¡ª, aunque muy generoso. Cre¨® escuelas bajo los principios de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza para dar estudios a los j¨®venes de la comarca y a su muerte don¨® el monte, 900 hect¨¢reas de terreno donde pastaba su ganado, a la fundaci¨®n que gestiona su legado. ?sta los subast¨® en 1926 y los depauperados ganaderos del min¨²sculo pueblo leon¨¦s, incapaces de competir con la entonces pr¨®spera Mieres en la puja, se quedaron sin los terrenos de su municipio, aunque con la posibilidad de seguir subiendo all¨ª su ganado. Todo parec¨ªa arreglado porque del lado asturiano, los pastores hab¨ªan encontrado un modo de procurar alimento para sus vacas y del lado leon¨¦s manten¨ªan sus derechos hist¨®ricos.

Claro que, un siglo despu¨¦s, nada es igual. Ahora el monte es un reclamo tur¨ªstico y hasta el buscador Google ha hecho llegar sus c¨¢maras a lo m¨¢s alto para mostrar panor¨¢micas de la zona. Los ganaderos no tienen unas cuantas vacas para subsistir: ahora son miles las que pastan, lo que ha disparado la alarma de la sobreexplotaci¨®n. El ambiente de cooperaci¨®n y cordialidad est¨¢ envenenado desde hace a?os. Cuatro juntas vecinales de distintas pedan¨ªas de San Emiliano han comenzado a denunciar la ¡°colonizaci¨®n¡±, de los asturianos, que han llegado a enviar guardias municipales al monte. ¡°Es una clara invasi¨®n de competencias¡±, se?ala alarmado Carlos Gonz¨¢lez-Ant¨®n, catedr¨¢tico de Derecho Administrativo en la Universidad de Le¨®n y abogado de los colectivos que denuncian ¡°acoso¡±, de Mieres a los ganaderos. Los asturianos intentaron incluso regular por bando el acceso del ganado.

La promesa de la Junta de Castilla y Le¨®n de 2006 para expropiar los pastos y terminar con el problema no se ha cumplido. Las pedan¨ªas de Candemuela, Pinos, San Emiliano y Villargus¨¢n han remitido decenas de escritos denunciando que los asturianos ejercen competencias municipales dentro de un Ayuntamiento que ni siquiera es de su misma comunidad aut¨®noma. Muestran decenas de im¨¢genes de polic¨ªas locales mierenses armados regulando el tr¨¢fico en la cumbre, donde los veranos se suelen celebrar comilonas con sidra en un establecimiento ilegal, y recuerdan que las casas de pastores que utilizan los de Mieres y la carretera del lado asturiano son tambi¨¦n obras ilegales.

Adem¨¢s, cada a?o suben a Pinos unos 3.000 animales. El concejal de Ganader¨ªa de Mieres (IU), Juan Jos¨¦ Men¨¦ndez, explica que sus vacas ¡°acceden entre el 15 de mayo y octubre¡±, pero que las de San Emiliano ¡°se pasan el a?o arriba¡± y que no cumplen con las Unidades de Ganado Mayor (UGM) que tienen asignadas. ¡°Nosotros subimos 974 vacas, 236 novillas y 39 toros¡±, dice, para ilustrar que son menos que las de sus vecinos. Aunque no sabe el n¨²mero exacto: ¡°Les he pedido los crotales [identificaci¨®n que se pone al ganado en la oreja] para contar las suyas, pero faltan explotaciones por registrar¡±. Recuerda que esos terrenos los compraron en subasta p¨²blica con todas las de la ley. Sobre la presencia de polic¨ªa municipal, asegura que desde que IU ha llegado a la alcald¨ªa, en 2011, ninguno de sus agentes ha subido: ¡°S¨ª, hubo una fiesta pero fue hace a?os¡±.

Men¨¦ndez dice que intentan legalizar las construcciones y que las relaciones con San Emiliano son ¡°buenas¡±. El alcalde de la localidad leonesa tambi¨¦n intenta ¡°por todos los medios¡± que las actividades sin permiso se regulen. ¡°Mieres est¨¢ de acuerdo en legalizar las caba?as ganaderas y la actividad hotelera. Hay cuatro juntas vecinales de San Emiliano contra el Ayuntamiento de Mieres, ?no podemos seguir con la guerra!¡±, se desespera. Quiz¨¢ sea tarde. Los ganaderos leoneses est¨¢n hartos de abusos y de que se viole la legalidad. Gonz¨¢lez-Ant¨®n pelea con la Junta para hacer valer los derechos de Babia. Pero nadie se pone de acuerdo en organizar el pastoreo. El alcalde leon¨¦s reconoce que ¡°al final, alguien tendr¨¢ que ceder¡±.