Desarticulado un grupo que extorsionaba y cobraba deudas a empresarios
El cabecilla de la organizaci¨®n y su lugarteniente han ingresado en prisi¨®n provisional tras ser detenidos por la Guardia Civil
Siete detenidos y una banda dedicada a extorsionar y cobrar deudas a empresarios es el resultado de la Operaci¨®n Explosiva-Juan desarrollada por la Guardia Civil en Madrid, Pontevedra, Badajoz, Guadalajara y Cantabria. La organizaci¨®n, que operaba en Espa?a y Portugal entre otros pa¨ªses europeos, se caracterizaba por utilizar gran violencia, coacciones y amenazas contra los supuestos deudores, seg¨²n ha informado el instituto armado. El presunto cabecilla y su lugarteniente han ingresado en prisi¨®n tras pasar a disposici¨®n judicial.
Las pesquisas comenzaron en agosto de 2013 despu¨¦s de que varios empresarios denunciaran a la Guardia Civil que estaban sufriendo amenazas y extorsiones. Se las hac¨ªan una empresa dedicada al cobro de deudas contra¨ªdas por las v¨ªctimas con otras personas o empresas. Para ello utilizaban una compa?¨ªa llamada Eurobulldog que se anunciaba en Internet (www.eurobulldog.es). En la misma aparece un hombre de gran corpulencia y se indica que se aplican t¨¦cnicas para "el cobro extrajudicial a nivel internacional¡±. Operaba en Espa?a, Portugal y el resto de la Uni¨®n Europea. Para ello dispon¨ªa de dos domicilios en Madrid y Lisboa. "Eurobulldog no realiza ning¨²n tipo de gestion con deudas derivadas de actividades il¨ªcitas o de dudosa legitimidad" llegan a afirmar en la citada p¨¢gina.
Los agentes comprobaron que la empresa carec¨ªa de registro mercantil y que no utilizaba los m¨¦todos legales para cobrar los servicios prestados ni para el pago de los impuestos derivados de su actividad. Obten¨ªan por tanto un beneficio econ¨®mico que no declaraban a la Hacienda p¨²blica. La empresa estaba radicada en una vivienda en la provincia de Pontevedra. Las pesquisas tambi¨¦n permitieron sacar a la luz que el cabecilla y un lugarteniente suyo eran los encargados de presionar a los deudores. Para ello no dudaban en en utilizar las amenazas e incluso la violencia f¨ªsica.
La p¨¢gina web era la forma de contacto entre el cabecilla y los potenciales clientes. Los interesados facilitaban los datos de sus deudores, as¨ª como de la cuant¨ªa econ¨®mica a la que ascend¨ªa la deuda contra¨ªda. En funci¨®n de esta, la dificultad, los desplazamientos o los medios que tuvieran que emplear, fijaban mediante un contrato falso el porcentaje con el que se quedar¨ªa Eurobulldog al interesado. En caso contrario, el empresario?pasar¨ªa a formar parte de los morosos.
La compa?¨ªa intentaba dar apariencia legal a la organizaci¨®n con una estructura de varios niveles, que iban desde director comercial, encargado de la direcci¨®n y supervisi¨®n de los casos, contactos y contratos con los clientes; departamento log¨ªstico, encargado de las reservas de alojamientos en los desplazamientos, alquiler de veh¨ªculos y control de cuentas, y los gestores que se desplazaban a los lugares y realizaban informes operativos de zona consiguiendo de esta forma hacer los contratos ficticios con los empresarios.
La banda dispon¨ªa de empleados que utilizaban la violencia para cobrar las deudas, adem¨¢s de cometer extorsiones y amenazas. Seg¨²n el instituto armado, se caracterizaban por su enorme corpulencia (algunos eran culturistas profesionales) y ser de origen latinoamericano. Uno de ellos aparece en la p¨¢gina de la compa?¨ªa. Para desplazarse utilizaban coches de alquiler sin rotulara los que cambiaban las matr¨ªculas portuguesas originales para dificultar las investigaciones.
Cuando eran localizados los morosos, le visitaban estos matones, que no dudaban en amenazarles o insultarles en sus domicilios o en los de sus familiares cercanos. El nivel de violencia iba aumentando. En una ocasi¨®n lleg¨® incluso a un homicidio en tentativa contra uno de los supuestos deudores.?
A continuaci¨®n, en las sucesivas visitas iban subiendo el grado de violencia poniendo de manifiesto que en una de sus visitas finaliz¨® con una tentativa de homicidio de uno de los supuestos deudores.
Tras identificar a los integrantes de la banda, los guardias civiles siguieron y controlaron los pasos del resto de la organizaci¨®n hasta que detuvieron a los siete supuestos autores.
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