El sector del Consejo af¨ªn al PP impone a un ultraconservador para el Supremo
La designaci¨®n de Jos¨¦ Luis Requero abre una batalla entre los dos grupos del Poder Judicial
El nombramiento de un juez ultraconservador como nuevo magistrado del Tribunal Supremo (reprueba el matrimonio homosexual, tiene 54 a?os, es miembro del Opus Dei y se llama Jos¨¦ Luis Requero) ha sembrado la discordia entre los grupos conservador y progresista del Consejo General del Poder Judicial. Y con ¨¦l se fractur¨® el pasado jueves el pacto no escrito del reparto de altos cargos entre ambos grupos. Los progresistas cre¨ªan tener pactado para ese puesto a ?ngel Arozamena, pero el grupo mayoritario hizo su primera exhibici¨®n de fuerza (11 votos contra 10) y coloc¨® a dos jueces afines a sus postulados en las dos vacantes que hab¨ªa en el Supremo: Requero en la Sala de lo Contencioso y Antonio Vicente Sempere en la de lo Social. Los progresistas facilitaron la llegada de Sempere (obtuvo 15 de los 21 votos), como estaba pactado, y se toparon con la mayor¨ªa absoluta de sus colegas en el caso de Requero.
Est¨¢n que trinan los progresistas. O, al menos, una parte de ellos. Porque se empieza a agigantar la brecha entre dos de sus vocales y el resto de consejeros progresistas (seis). Y es que, seg¨²n fuentes de este sector, el exdiputado socialista ?lvaro Cuesta y la juez Mar Cabrejas van a su aire.
Aunque votaron por Arozamena, a ellos les echan parte de la culpa de que un juez ultraconservador haya sido aupado al Supremo. ¡°Sab¨ªan la jugada y no nos avisaron¡±, destacan. Los vocales de la Permanente, cinco m¨¢s el presidente, tres de ellos afines al PP, una al nacionalismo de CiU y dos nombrados por el PSOE (Cuesta y Cabreja), son los vips del actual Consejo: ch¨®fer y unos 6.000 euros netos de sueldo. Los otros 15 no tienen exclusividad: han de compatibilizar sus juzgados o profesiones habituales con las tareas del Consejo (asistencias a plenos, comisiones...).
Varios consejeros progresistas no aciertan a entender, y lo dicen con sorpresa, c¨®mo algunos vocales del grupo conservador que han demostrado una gran sensibilidad hacia el matrimonio homosexual (un solo voto contra pron¨®stico habr¨ªa alterado el nombramiento de Requero) le han apoyado para este cargo. Requero, en 2005 (entonces era vocal del Poder Judicial), compar¨® el matrimonio homosexual con un casamiento entre ¡°un animal y un hombre¡±. Entonces, el Gobierno socialista acaba de dar cobertura legal al matrimonio homosexual. Requero declar¨®: ¡°Me quedo sin argumentos para decir por qu¨¦ no se pueden casar dos hermanos o un hombre con muchas mujeres, o la uni¨®n entre un hombre y un animal si al fin y al cabo todo depende de la demanda social¡±.
Solo han pasado cuatro meses desde que se constituy¨® este Consejo y los ¨¢nimos se caldean. El presidente Carlos Lesmes tira de estad¨ªstica para exponer que este nuevo Consejo, a diferencia del anterior, hace nombramientos en plazo y con el respaldo de amplias mayor¨ªas, sin distinciones ideol¨®gicas. El de Requero ha roto esa tendencia. Lesmes tuvo que convencer a alguno de los suyos sobre la idoneidad de Requero. Al final, el bloque conservador uni¨® sus 11 votos y de nada sirvi¨® que los dos vocales nacionalistas (Merc¨¦ Pigem, CiU, y Enrique Lucas, PNV) se adhirieran a la opci¨®n progresista de Arozamena. Antes del comienzo del pleno, la vocal progresista Clara Mart¨ªnez de Careaga y Rafael Fern¨¢ndez Valverde, este af¨ªn al PP, fueron a ver a Lesmes para decirle que hab¨ªan consensuado el nombre de Arozamena para la Sala de lo Contencioso.
Lesmes dijo que no, que o propon¨ªan a Jes¨²s Cudero, candidato de Jueces para la Democracia, o que pon¨ªa sobre la mesa el nombre de Requero. Se negaron, lo puso y los 11 votos de su sector hicieron el resto. Al salir del pleno, las caras progresistas eran un poema. Los dos nombramientos, conservadores.
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