Un trompetista cubano atrapado en el laberinto de papel
Rogelio Betancourt malvive en Marruecos tras retirarle Espa?a su permiso de residencia
Rogelio Betancourt Su¨¢rez no es un delincuente ni un pr¨®fugo de la justicia. Y, sin embargo, Cuba, Espa?a y Marruecos le han cerrado sus puertas. Naci¨® en Cuba, pero no puede volver all¨ª por haber salido por m¨¢s tiempo del permitido. Se mud¨® a Espa?a hace 15 a?os y obtuvo el permiso de residencia, pero este ha caducado; prob¨® suerte en Marruecos con un contrato de trabajo temporal, que finaliz¨® a los seis meses y con ¨¦l su visado. Ahora busca cada d¨ªa un lugar para dormir en las calles marroqu¨ªes. Rogelio, que cumplir¨¢ 50 a?os el 3 de julio, se encuentra en un limbo legal.
El cubano, de abuela espa?ola, emigr¨® a Espa?a en 1999, junto con otros seis m¨²sicos, con un visado de intercambio cultural de medio a?o para tocar la trompeta en una orquesta de Ourense. Consigui¨® f¨¢cilmente la residencia espa?ola durante un a?o, y en 2004 obtuvo el permiso de residencia permanente. Pero cinco a?os m¨¢s tarde su madre, que vive en Camag¨¹ey (Cuba), enferm¨®, y en septiembre de 2009 Betancourt decidi¨® regresar a su tierra natal por una temporada corta. Seg¨²n la ley cubana, un ciudadano no puede salir de este pa¨ªs por m¨¢s de 24 meses sin un visado especial. Un permiso que el m¨²sico no ten¨ªa. Aun as¨ª, le permitieron entrar por tener residencia espa?ola.
La estancia en su pa¨ªs se alarg¨® m¨¢s de lo previsto y de lo permitido. Un a?o y medio despu¨¦s regres¨® a Espa?a, porque deb¨ªa renovar su permiso de residencia que venc¨ªa en abril de 2011. Pero se lo denegaron. La ley espa?ola proh¨ªbe salir de la Pen¨ªnsula durante m¨¢s de 180 d¨ªas en un periodo de un a?o. Tampoco pod¨ªa regresar a Cuba, ya que hab¨ªa perdido la residencia espa?ola. Rogelio Betancourt pas¨® a ser un inmigrante irregular.
Comenz¨® a ganarse la vida tocando su trompeta junto a mariachis en la Puerta del Sol en Madrid, luchando contra las amenazas constantes de la polic¨ªa de echarle de su nuevo escenario. Y, cuando el pesimismo comenzaba a invadir sus pensamientos, recibi¨® una oferta de trabajo: tocar durante ocho meses en el lujoso restaurante mexicano La Cantina en Marrakech (Marruecos). Obtuvo el visado para ir, pero no sab¨ªa que este permiso era un billete sin regreso. Lleg¨® al pa¨ªs africano en diciembre de 2012 y en julio de 2013, cuando intent¨® regresar a Madrid, se top¨® con la tercera puerta cerrada: sin la residencia espa?ola vigente no pod¨ªa volver a Espa?a. Y su visado marroqu¨ª ha caducado. Pas¨® a ser, otra vez, un sin papeles. ¡°Por las noches dorm¨ªa en la calle, pasaba fr¨ªo y muchas veces llov¨ªa. Solo rogaba a Dios que amaneciera. Una de mis primeras noches me robaron lo que me hab¨ªa acompa?ado por a?os: mi trompeta¡±, cuenta Betancourt a trav¨¦s de su tel¨¦fono m¨®vil.
Ninguno de los tres Gobiernos se hace responsable de su situaci¨®n porque, legalmente, ninguno tiene por qu¨¦ hacerse responsable. Mientras tanto, al trompetista se le apagan poco a poco las pupilas. Tiene la cara demacrada y los huesos le tensan la piel.¡°No me gustaba pedir y menos robar, pero cuando ve¨ªa c¨®mo la gente disfruta de su comida cog¨ªa una frutilla de aqu¨ª y otra de all¨¢. Y beb¨ªa agua, mucha agua¡±, confiesa. Habla en pasado porque, aunque sigue buscando un rinc¨®n para pasar la noche alejado de la lluvia y de la inseguridad que asalta las madrugadas y perturba los sue?os, ha recuperado la esperanza: Tobias Olegart, el novio alem¨¢n de una cantante con la que Rogelio hab¨ªa coincidido en el restaurante marroqu¨ª en el que tocaba, ha grabado un v¨ªdeo para ayudarlo y lo ha colgado en la web change.org, para reunir firmas. Adem¨¢s, una mujer le ha conseguido un trabajo como empleado del hogar.
Con ese contrato en mano, Betancourt intent¨®, una vez m¨¢s, solicitar un visado espa?ol. El pasado marzo recibi¨® la respuesta: denegado por carecer de residencia legal. Una residencia legal que no puede tener, porque en Cuba, seg¨²n la ley 989/1961, se considera que un cubano abandona su pa¨ªs si no regresa dentro del plazo para el que se ha autorizado su salida y, en esta situaci¨®n, todos sus bienes se confiscan. Con ayuda de un abogado el m¨²sico recurri¨® la negativa del consulado, pero recibi¨® una nueva negativa en abril. ¡°Leer eso fue horrible. Sent¨ª que perd¨ªa la poca esperanza que me quedaba. Estoy hasta barajando la posibilidad de colarme por el monte y saltar la valla, pero el abogado y una organizaci¨®n cubana me han pedido que espere¡±, relata el trompetista. ¡°Su situaci¨®n es muy similar a la de un ap¨¢trida¡±, afirma su abogado, Juli¨¢n P¨¦rez Rodr¨ªguez, que va a volver a presentar recurso. A Rogelio Betancourt le quedan m¨¢s d¨ªas de incertidumbre. No sabe si podr¨¢ salir de este tri¨¢ngulo de las bermudas de forma legal o a trav¨¦s de los montes.
V¨ªdeo/reportaje grabado por Tobias Olegart
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