El fiscal Horrach pide blindar a ¡°valientes¡± topos y arrepentidos contra la corrupci¨®n
El representante de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n se mantiene en que no hay indicios contra la Infanta
Las ¡°personas valientes¡± que denuncian desde dentro como operan y delinquen las organizaciones criminales deber¨ªan ser ¡°blindadas¡± y ¡°protegidas¡± para avanzar en la lucha contra la corrupci¨®n. El fiscal Pedro Horrach, impulsor del caso Urdangarin abog¨® as¨ª por favorecer el papel de agentes y topos ¡°infiltrados¡±, tambi¨¦n de los arrepentidos colaboradores ¡°efectivos¡± de la justicia que denuncian hechos delictivos que conocen directamente o protagonizan. En este contexto, cree, se podr¨ªan investigar y juzgar los casos delictivos ¡°cuando se cometen y no diez a?os despu¨¦s¡±.
El representante del Ministerio P¨²blico postul¨® por mantener su estrategia de negociar acuerdos de confesi¨®n y conformidad con imputados arrepentidos porque facilitan ¡°pruebas directas¡±, m¨¢s all¨¢ de los indicios, por haber participado en las tramas criminales. Recuperar el dinero p¨²blico malversado es un objetivo central.
¡°Favorecer¨ªa la posibilidad no solo de llegar a pactos sino de dotar de inmunidad a esas determinadas personas siempre que la colaboraci¨®n que realizan con la Justicia sea efectiva", insisti¨® el fiscal en una conferencia p¨²blica, en la noche de este martes, en un foro cultural y ciudadano, el Club Pollen?a, en Mallorca. Horrach atendi¨® a preguntas del p¨²blico, en su tercera charla en dos a?os.
Los pactos de la Fiscal¨ªa con los imputados en los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n "no son gratuitos ni se hacen porque s¨ª, son fruto del an¨¢lisis de la causa y de la necesidad de obtener pruebas complementarias para llevar a buen puerto la investigaci¨®n criminal". Recalc¨® que "sin pactos en muchos casos no habr¨ªa condenas".
¡°Los malos siempre corren m¨¢s que nosotros¡±, ironiz¨®. Alent¨® la acci¨®n ciudadana y el activismo social ¡ªm¨¢s all¨¢ de la indignaci¨®n¡ª contra el ¡°silencio¡± y la ¡°mudez¡± que son los primeros c¨®mplices de la corrupci¨®n y la permanencia de leyes anacr¨®nicas del siglo XIX. Los medios tecnol¨®gicos de los servicios del Estado (Fiscal¨ªa, Polic¨ªa, Guardia Civil) no ayudan a¨²n a una efectiva intervenci¨®n judicial de los correos electr¨®nicos o de ¡®pinchazos¡¯ telef¨®nicos de m¨®viles o mensajes en boga entre la delincuencia.
La Infanta
El experto fiscal anticorrupci¨®n defendi¨®, otra vez, su independencia, su criterio personal y jur¨ªdico para asegurar que, en 2012 como ahora, no hay indicio alguno para imputar a la Infanta. Alab¨® el rol y la persona del fiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce como ejemplo de autonom¨ªa e independencia ante el poder. Rebati¨® la ¡°maldad interesada¡± de que los fiscales act¨²an a las ¨®rdenes del Gobierno como una correa.
Record¨® que al inicio del caso Palma Arena, el entonces m¨¢ximo responsable de la fiscal¨ªa del Estado, C¨¢ndido Conde-Pumpido, si emiti¨® una orden para dejara de investigar el incremento patrimonial del expresidente Jaume Matas. El fiscal general apart¨® a los fiscales del caso (Pedro Horrach y Juan Carrrau) y pas¨® el asunto al fiscal supreior de Baleares (Tomeu Barcel¨®). El caso no se frustr¨®, se judicializ¨® al reclamar las indagaciones de la Fiscal¨ªa el juez Jos¨¦ Castro.
En el tema de la imputaci¨®n o no de la Infanta en el caso Urdangarin Horrach asumi¨® que ha perdido en parte una ¡®batalla¡¯ medi¨¢tica y social. Pugna contra la percepci¨®n de que a la hija del Rey se la ha tratado de forma distinta a cualquier ciudadano: "No es as¨ª por mi parte". Remarc¨® que "ya desde 2012 dije y he repetido que no hab¨ªa ning¨²n indicio ni siquiera para la imputaci¨®n, posici¨®n que he mantenido durante estos dos a?os, porque desde 2012 a ahora nada ha pasado que haya hecho cambiar esta posici¨®n personal y jur¨ªdica".
Desde la autonom¨ªa que, dijo ¡°gozo y practico me hace responsable de mis propias decisiones y no voy a permitir que se traslade a otro. Equivocado o no, las decisiones son m¨ªas y la responsabilidad es m¨ªa¡±. Lanz¨® puyas a determinados articulistas que no cit¨® por intentar vender otra imagen. "En la actualidad, la realidad no vende y se necesita rodearla del morbo adecuado". Vio "motivaciones bastardas" y "un dogma la parodia de que (los fiscales son) funcionarios sometidos al poder gubernamental".
Horrach entr¨® de lleno en la corrupci¨®n de los partidos pol¨ªticos, de las campa?as electorales en las que ¡°se orilla y se vulnera la ley de forma flagrante" mediante ¡°pagos en dinero negro¡± y con la colaboraci¨®n de entidades que encubren gastos electorales en facturas ¡°por servicios ficticios¡±. Dio datos concretos, sin citar siglas ni imputados, al aludir a dos asuntos del PP de Baleares: "Tanto en las elecciones auton¨®micas de 2003 como en las elecciones auton¨®micas de 2007 de esta comunidad detectamos el uso de dinero B, de dinero negro, en el pago de propaganda electoral, ya sea el dise?o de la creatividad de campa?as electorales, o el pago de anuncios".
Sobre aforados, jueces y fiscales
Pedro Horrach atac¨® la permanencia de los privilegios de los imputados y testigos aforados or su cargo p¨²blico, que tienen derecho a no acudir a llamamientos judiciales y que pueden declarar como testigos por escrito, en su despacho. As¨ª lo hizo en dos ocasiones, semanas atr¨¢s, el expresidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps, por el caso N¨®os. "Una investigaci¨®n seria es totalmente incompatible con una declaraci¨®n por escrito donde no hay juez y no hay fiscal", concret¨®.
Horrach, en un contexto de reforma del sistema judicial, reclam¨® que los fiscales sean los directores de la instrucci¨®n un ejercicio imprescindible para las garant¨ªas del proceso y de las partes. El rol de los jueces de instrucci¨®n "no tiene sentido en la actualidad", porque "es materialmente imposible instruir y no prejuzgar, ser el ¨®rgano valedor de las garant¨ªas de las partes sin convertirse en parte". Un juez, cree el fiscal del caso N¨®os, no se aleja ni tiene equidistancia, puede perder la objetividad propia de un ¨¢rbitro. ¡°Un juez de garant¨ªas que no debe ser un juez parte", pespunte¨®.
"No postulo la eliminaci¨®n de la figura del juez, sino la necesidad de que el juez no est¨¦ entre las partes sino sobre las partes, no quitarle el poder sino otorgarle el que le otorga la Constituci¨®n Espa?ola: juzgar y ejecutar lo juzgado, pero no investigar".
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