Geithner, Europa y la sangre de Berlusconi
Leo Stress Test (Random House) el libro del ex presidente de la Reserva Federal de Nueva York (2003-2009) y ex secretario del Tesoro norteamericano (2009-2013), Timothy Geithner, sobre la Gran Crisis Financiera. Acaba de salir a la venta en Estados Unidos.
Ahora que estamos en plena campa?a de las elecciones europeas del 25 de mayo, tiene inter¨¦s c¨®mo presenta Geithner la operaci¨®n que acab¨® con Silvio Berlusconi, el primer ministro italiano, en el oto?o de 2011.
Veamos su relato.
"El Presidente [Obama] habl¨® con los lideres europeos de manera regular durante el oto?o [2011], y Lael [Brainard, subsecretaria del Tesoro para asuntos internacionales] y yo est¨¢bamos en constante contacto con nuestros hom¨®logos europeos. Algunos de ellos parec¨ªan resentirse ante nuestras intrusiones al tiempo que nos invitaban a hacerlas. A menudo nos ped¨ªan nuestra intervenci¨®n para presionar a la canciller Angela Merkel a fin de que fuera menos taca?a, o a los espa?oles e italianos para que fuesen m¨¢s responsables. En cierto momento, en el oto?o, varios funcionarios europeos se acercaron a nosotros con un plan para intentar forzar la salida del poder del primer ministro italiano Silvio Berlusconi; quer¨ªan que nos neg¨¢ramos a apoyar la concesi¨®n de cr¨¦ditos del FMI a Italia hasta su salida.. Le informamos al Presidente [Obama] sobre esta sorprendente invitaci¨®n, pero con todo lo ¨²til que pod¨ªa ser para conseguir un mejor liderazgo en Europa, no pod¨ªamos implicarnos en un plan como ese.
'No podemos tener su sangre en nuestras manos', dije.
Bien.
Ahora, Geithner relata lo que pas¨® en la reuni¨®n del G-20 en Cannes, el 3 y 4 de noviembre de 2011.
"El Presidente [Obama] pas¨® la mayor parte de la reuni¨®n del G-20 a primeros de noviembre en Cannes como anfitri¨®n en reuniones de negociaci¨®n en la trastienda para tratar de salvar Europa de s¨ª misma"
Anotemos lo que dice: "Salvar a Europa de s¨ª misma".
Aj¨¢.
Sigue: "La mayor parte de la cumbre fue dedicada a presionar a Berlusconi, pero nosotros insist¨ªamos en la necesidad de [aprobar] un cortafuegos [mecanismo de rescate financiero] mucho m¨¢s grande, y hubo tambi¨¦n una gran presi¨®n sobre la canciller alemana. Merkel se sinti¨® aislada y atacada; nunca la hab¨ªa visto tan enfadada. En cierto momento, el Presidente y yo est¨¢bamos sentados tranquilamente mirando el Mediterr¨¢neo.
`Sabes, esto ser¨ªa realmente interesante si no tuviera tantas consecuencias?, dijo el Presidente.
En Cannes, no conseguimos abrir demasiado camino sobre el cortafuegos [mecanismo de rescate financiero] o sobre la reforma en la periferia [europea]. Pero tuve algunas conversaciones prometedoras con Mario Draghi, que acababa de sustituir a Jean-Claude Trichet al frente del Banco Central Europeo (BCE), sobre el uso de una fuerza [financiera] abrumadora..."
El testimonio de Geithner tiene inter¨¦s para conocer la secuencia de la operaci¨®n que tumba a Berlusconi, quien presentar¨¢ su dimisi¨®n el fin de semana del 12 y 13 de noviembre de 2011, una semana despu¨¦s de la cumbre de Cannes.
Si la petici¨®n a Obama, en el oto?o, antes de la reuni¨®n, consist¨ªa en condicionar un cr¨¦dito del FMI a la salida de Berlusconi del Gobierno, en la reuni¨®n del G-20 se trataba de imponer ese pr¨¦stamo para utilizarlo contra el primer ministro.
Pero Berlusconi no acept¨® dicho pr¨¦stamo.
Despu¨¦s de debatirse la situaci¨®n de Italia y acordarse la supervisi¨®n por el FMI y la Comisi¨®n Europea de los compromisos de reforma asumidos d¨ªas antes por Berlusconi ...?qu¨¦ pas¨® en la cena posterior?
En su libro El dilema (Editorial Planeta) el ex presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero lo cuenta as¨ª:
"Durante toda la reuni¨®n [de Cannes] no se hab¨ªa hablado de Espa?a, que era lo mejor que nos pod¨ªa pasar. Por razones obvias, mantuve en todo momento una actitud discreta. Aunque ten¨ªa preparadas algunas notas por si se abr¨ªa la carpeta de mi pa¨ªs.
Pero no fue necesario. Es m¨¢s, la reuni¨®n se levant¨® con un gesto de Obama, un gesto y una complicidad amables con Espa?a. El presidente Obama me mir¨® y dijo: "No s¨¦ si el primer ministro de Espa?a quiere decir algo...". Esas palabras las acompa?¨® con una sonrisa tranquilizadora, muy expreisva para todos los que all¨ª est¨¢bamos. De inmediato contest¨¦: "No gracias, no tengo nada que a?adir". Y nos levantamos de nuestras sillas.
Tuve una sensaci¨®n parecida a la que producen las endorfinas despu¨¦s de un ejercicio exigente. hab¨ªamos salvado la ¨²ltima amenaza.
Cuando regres¨¦ al hotel, ya tarde, quise hacer part¨ªcipes a mis colaboradores de nuestra sensaci¨®n de alivio explic¨¢ndoles lo que hab¨ªa pasado en la cena. Curiosamente, los miembros de la delegaci¨®n italiana tambi¨¦n se alojaban all¨ª y tambi¨¦n estaban, como nosotros, reunidos de manera informal en el bar. Hab¨ªa un claro contraste en los semblantes de unos y otros. Nosotros relajados, ellos preocupados. Despu¨¦s de una jornada tan dura, me sent¨ª particularmente solidario con esa preocupaci¨®n...
Aquella noche me cost¨® conciliar el sue?o, a pesar del cansancio. Es verdad, me sent¨ªa aliviado. Definitivamente, ¨ªbambos a concluir el mandato habiendo sorteado todas las amenazas de rescate o de intervenciones de otro g¨¦nero. Espa?a celebrar¨ªa sus elecciones en condiciones de normalidad (Portugal fue rescatada poco antes de tener las suyas)..."
A estos testimonios se une la operaci¨®n gigantesca de venta de bonos p¨²blicos italianos en el verano de 2011 por parte del Deutsche Bank y la versi¨®n de los hechos ofrecida por el economista italiano Lorenzo Bini Smaghi, miembro del consejo ejecutivo del BCE entre junio de 2005 y noviembre de 2011,
En su libro Morire di austerit¨¤, (Il Mulino, abril 2013), Bini Smaghi, narra que Angela Merkel y Nicolas Sarkozy son los que urden la ca¨ªda del gobierno Berlusconi. Durante la crisis de agosto-primeros de noviembre 2011, Berlusconi amenaza varias veces con sacar a Italia del euro.
La respuesta Merkel-Sarkozy es la presi¨®n extrema, que ahora Timothy Geithner confirma, y la promoci¨®n de Mario Monti al frente del ejecutivo italiano.
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