Una estrecha relaci¨®n con los monarcas del Golfo

El Rey Juan Carlos ha mantenido durante su reinado una estrecha relaci¨®n con los monarcas del Golfo P¨¦rsico. El rey de Espa?a ha reforzado los lazos de la diplomacia espa?ola pero tambi¨¦n los comerciales en la pujante regi¨®n petrolera. El pasado ¨¢rabe-musulm¨¢n de Espa?a queda reflejado en el caso de la Corona Espa?ola en uno de los t¨ªtulos del monarca, el de ¡°rey de Jerusal¨¦n¡±, que se remonta al siglo XVIII.

¡°Mantengo una profunda y duradera amistad [con Su Majestad el Rey Juan Carlos], hacia quien tengo un gran respeto y estima¡±, confiaba el rey Abdal¨¢ de Arabia Saud¨ª durante una entrevista con este en v¨ªsperas de su visita oficial a Espa?a en 2006. La misma frase podr¨ªan suscribirla el resto de los monarcas ¨¢rabes. M¨¢s all¨¢ de la cortes¨ªa diplom¨¢tica, la sinceridad de esas palabras se ha reflejado a lo largo de los a?os en las visitas no s¨®lo oficiales sino tambi¨¦n privadas que las familias reales han intercambiado. Pero ?se han traducido esas buenas relaciones personales en beneficios tangibles?

Desde el punto de vista espa?ol, parece evidente que s¨ª. La concesi¨®n del AVE de La Meca a un consorcio espa?ol se atribuy¨® a la intervenci¨®n directa del rey Juan Carlos ante el monarca saud¨ª. La ¨²ltima visita del rey Juan Carlos a la regi¨®n del Golfo fue hace apenas un mes. Fue un viaje que le llev¨® de gira por los seis pa¨ªses del llamado Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo, destinado a facilitar contratos para las empresas espa?olas. ¡°El rey no firma contratos, pero crea clima¡±, afirm¨® en aquella ocasi¨®n el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno.

El clima de confianza que el Rey Juan Carlos ha labrado con los monarcas de Golfo no se ha visto enturbiada por las acusaciones de restricci¨®n de los derechos humanos en reinos como el de Bahrein, donde las revueltas populares han sido reprimidas con dureza a partir de 2011. Lo mismo sucedi¨® durante el viaje el pasado mayo a Arabia Saud¨ª, donde el rey aceler¨® las gestiones para la venta de entre 250 y 300 carros de combate Leopard espa?oles. Este pa¨ªs, criticado duramente por las organizaciones de defensa de los derechos humanos, es precisamente el que ha otorgado a las empresas espa?olas su mayor contrato en el extranjero (6.736 millones de euros) para construir el AVE Meca-Medina. La visita ¨²ltima gira concluy¨® con el cierre de una decena de acuerdos bilaterales.

Desde el lado ¨¢rabe, algunos reformistas han estudiado con inter¨¦s la transici¨®n espa?ola. Hasta el punto de que, cuando comenzaron las revueltas ¨¢rabes hace tres a?os, hubo comentaristas que la sugirieron como modelo.

¡°El mejor consejo que el Gobierno de EEUU podr¨ªa ofrecer a los l¨ªderes de los reg¨ªmenes amigos en Jordania, Arabia Saud¨ª, Kuwait, E?U, etc es que llamen por tel¨¦fono al Rey Juan Carlos I de Espa?a¡±, escrib¨ªa Matthew Yglesias en la web liberal ThinkProgress.org. El autor afirmaba que la monarqu¨ªa constitucional ha tenido ¨¦xito como forma de Gobierno y que Juan Carlos hab¨ªa ¡°supervisado personalmente la transici¨®n¡±.

No hay constancia de si alguno de los monarcas ¨¢rabes hizo caso de la recomendaci¨®n. De hecho, las t¨ªmidas reformas emprendidas por Marruecos o Jordania quedan muy lejos del vuelco que se produjo en Espa?a a la muerte de Franco, en 1975. Pero como apuntaba acertadamente Shadi Hamid, investigador de la Brookings Institution, Juan Carlos ¡°nunca gobern¨® como un monarca absoluto de entrada¡± y el dictador prepar¨® el camino para su regreso.

Lo que los monarcas ¨¢rabes han esperado de Juan Carlos (y previsiblemente seguir¨¢n esperando de su sucesor, Felipe) es apoyo a las ¡°causas ¨¢rabes¡±, a la cabeza de todas ellas, la palestina. ¡°Albergamos grandes esperanzas de que Espa?a pueda contribuir de forma positiva a reavivar el proceso de paz para Oriente Pr¨®ximo que lleva el nombre de Madrid, porque la posici¨®n de Espa?a en este asunto siempre ha sido honorable¡±, dijo Abdal¨¢ de Arabia Saud¨ª durante la entrevista.

A pesar de los acontecimientos que han sacudido al mundo ¨¢rabe en los ¨²ltimos tres a?os, ese asunto sigue siendo central para todos los reyes de la regi¨®n. En gran medida por la terrible injusticia que perciben los ¨¢rabes, pero tambi¨¦n porque sigue siendo un asunto que permite eludir los grandes retos internos que todas las familias reales afrontan ante los deseos de cambio insatisfechos y el avance del islamismo.