¡°Don Felipe ser¨¢ un rey distinto: tendr¨¢ la legitimidad din¨¢stica y la democr¨¢tica¡±
El expresidente del Consejo de Estado achaca la decisi¨®n del Rey al deterioro de su imagen
Francisco Rubio Llorente (Berlanga, Badajoz, 1930) fue magistrado y vicepresidente del Tribunal Constitucional, y presidente del Consejo de Estado. Catedr¨¢tico de Derecho Constitucional, particip¨® como asesor en los debates constitucionales de 1978. Atiende a EL PA?S por tel¨¦fono, poco despu¨¦s de anunciarse la abdicaci¨®n del Rey.
Pregunta. ?Se lo esperaba? ?Cree que este es un buen momento?
Respuesta. No me lo esperaba, pero no me ha sorprendido. Yo no creo que tenga nada que ver con el resultado de las elecciones europeas. Creo que la decisi¨®n se debe a razones, por decirlo as¨ª, end¨®genas. El Rey ha tomado su decisi¨®n en funci¨®n de la situaci¨®n de la Corona, no en funci¨®n de la situaci¨®n de los partidos pol¨ªticos.
P. ?La situaci¨®n de la Corona es que cada d¨ªa est¨¢ m¨¢s cuestionada, seg¨²n las encuestas?
R. Creo que por una parte hay, efectivamente, que la Casa Real ha visto su imagen deteriorada como consecuencia de los esc¨¢ndalos de Urdangarin y de la desafortunada expedici¨®n cineg¨¦tica de hace unos a?os. Eso por una parte. Por otra, la salud del Rey se ha deteriorado mucho en los ¨²ltimos tiempos. ?l ha hecho un sacrificio importante en estos ¨²ltimos viajes, operado de las dos caderas. Por tanto veo dos razones: una institucional y otra personal.
P. ?No ha influido la p¨¦rdida de apoyo de los dos grandes partidos, PP y PSOE? ?Su debilidad pod¨ªa poner en riesgo en un futuro el consenso a la hora de conducir la sucesi¨®n?
R. Sinceramente, creo que no. Es verdad que las ¨²ltimas elecciones parecen apuntar a una crisis del bipartidismo. Pero, en primer lugar, ese apunte se produce en unas elecciones europeas, que son unas elecciones at¨ªpicas. Y, en segundo lugar, aunque se consolidara una disminuci¨®n del apoyo a esos dos grandes partidos, todav¨ªa durante alg¨²n tiempo seguir¨ªan teniendo el control de la C¨¢mara. No creo que haya influido.
P. ?Es este un momento inestable para anunciar una abdicaci¨®n, cuando crecen los partidos de perfil republicano y, por otro lado, con la crisis por el desaf¨ªo independentista de Catalu?a en el horizonte?
R. La cuesti¨®n catalana no creo que se vea afectada ni para bien ni para mal por la abdicaci¨®n. Y que haya un incremento de las fuerzas antimon¨¢rquicas en Espa?a... Eso m¨¢s bien pod¨ªa aconsejar la abdicaci¨®n, porque la figura del pr¨ªncipe Felipe, si bien, por una parte, no tiene en su haber el famoso hecho del 23-F, por otra parte es m¨¢s nueva, se ve m¨¢s libre de sombras.
P. ?Esto acelera la reforma constitucional?
R. La reforma para eliminar la prevalencia del var¨®n sobre la mujer en la sucesi¨®n a la Corona, yo creo que no. Al contrario: ahora la infanta Leonor va a ser Princesa de Asturias: ya es la heredera. El riesgo de que fuera desplazada por un var¨®n ha desaparecido. Esa reforma sigue siendo necesaria por razones de imagen, pero no por razones pr¨¢cticas. En cuanto a la otra reforma, la de la organizaci¨®n territorial, que a mi juicio s¨ª es necesaria, no creo que se vea favorecida. Tiene dificultades puramente pol¨ªticas.
El Rey ha abdicado por la situaci¨®n de la Corona, no por la de los partidos¡±
P. ?Ha sido un error estar casi 40 a?os con la ley sobre la sucesi¨®n a la Corona pendiente? ?Deber¨ªa haberse hecho antes?
R. No, no, en absoluto. Yo tengo otra interpretaci¨®n del art¨ªculo 57 de la Constituci¨®n. Ese art¨ªculo se puede interpretar en el sentido de que hace falta una ley general para prever a priori todas las cuestiones que se produzcan en relaci¨®n con la sucesi¨®n de la Corona; pero se puede interpretar tambi¨¦n como que cada problema concreto que se presente en relaci¨®n con la sucesi¨®n tiene que ser resuelto con una ley org¨¢nica ad hoc. Yo me inclino hacia esta segunda f¨®rmula. No tiene mucho sentido, a mi juicio, hacer una ley general sobre la sucesi¨®n a la Corona. Ahora se har¨¢ una ley para resolver los problemas concret¨ªsimos que plantea la abdicaci¨®n de Don Juan Carlos, que son b¨¢sicamente ceremoniales y puramente formales. Y ya est¨¢.
P. Espa?a hoy es muy distinta a la de 1975. ?Cree que Don Felipe ser¨¢ un rey distinto?
R. Va a ser un rey distinto, en primer lugar, porque recibe la Corona de manos de su padre, cosa que no sucedi¨® con Don Juan Carlos. En segundo lugar, porque ha recibido una educaci¨®n profundamente distinta. En tercer lugar, porque ha tenido ocasi¨®n de entrenarse para ejercer el cargo, cosa que no tuvo su padre. Y en cuarto lugar porque creo que son personalidades bastante distintas.
P. ?Le da m¨¢s legitimidad el hecho de recibir la Corona de esta manera, en una democracia, y no como la recibi¨® su padre?
R. Pues yo creo que s¨ª. Esta es una sucesi¨®n en una monarqu¨ªa parlamentaria, en la que la instituci¨®n mon¨¢rquica tiene por supuesto la legitimidad din¨¢stica pero tiene, sobre todo, la legitimidad democr¨¢tica. Eso reafirma su legitimidad, claro.
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