Washington: los a?os felices de un pr¨ªncipe
El pr¨®ximo Rey de Espa?a estudi¨® Relaciones Internacionales en la Universidad de Georgetown
Mientras que su primo Pablo de Grecia acab¨® sus d¨ªas en la Universidad de Georgetown comprometido con una rica americana, de nombre Marie-Chantal Miller, a la que har¨ªa su esposa antes de finalizar el verano de 1995, el pr¨ªncipe Felipe se gradu¨® en ese mismo a?o manteniendo intacto el t¨ªtulo de soltero de sangre real m¨¢s cotizado para las monarqu¨ªas de Europa.
Con 27 a?os, Felipe de Borb¨®n, pr¨ªncipe de Asturias, concluy¨® con honores el m¨¢ster en Relaciones Internacionales que le abr¨ªa las puertas a ser un futuro rey ¡°responsable, inteligente y modesto¡±, como especul¨® sobre su futuro el entonces rector de la Universidad, el padre jesuita Leo O¡¯Donovan.
El Pr¨ªncipe vivi¨® dos a?os en Washington, la capital norteamericana, una ciudad que le marc¨® y a la que ha vuelto cada vez que ha tenido oportunidad, porque tiene amigos y porque en esta ciudad se cre¨® en 1999 la prestigiosa C¨¢tedra Pr¨ªncipe de Asturias.
Asentado en el recoleto barrio de Georgetown, en el que vivieron los Kennedy antes de trasladarse a la Casa Blanca, y donde ahora reside el secretario de Estado, John Kerry, el Pr¨ªncipe comparti¨® veladas de estudio y de diversi¨®n con su compa?ero de apartamento, Pablo de Grecia. Quiz¨¢ fueron aquellos los ¨²ltimos d¨ªas en los que el joven heredero vivi¨® libre de las cargas institucionales que llegar¨ªan despu¨¦s.
Don Felipe regresa a la capital de EE UU cada vez que tiene ocasi¨®n
Los que le trataron entonces hablan de los a?os del Pr¨ªncipe en Washington como los m¨¢s felices de su vida. ¡°En aquel momento as¨ª era¡±, asegura el profesor de Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad de Georgetown Eusebio Mujal-Le¨®n. ¡°A m¨ª as¨ª me lo dijo¡±, a?ade.
Casi dos d¨¦cadas despu¨¦s ¡ªcon muchos otros motivos de felicidad, pero tambi¨¦n con m¨¢s cargas¡ª, muchas cosas han cambiado en la vida de un pr¨ªncipe que, igual que sucedi¨® con su padre pero con distintas caracter¨ªsticas, se ha sometido a un profundo aprendizaje para conducir a Espa?a y a su pueblo por una senda de modernizaci¨®n.
Desde ni?o, el Pr¨ªncipe ha sido educado para reinar y suceder alg¨²n d¨ªa a su padre. El m¨¢s peque?o de los tres hijos de los Reyes culmin¨® su etapa acad¨¦mica en Washington, tras estudiar Derecho en la Universidad Aut¨®noma de Madrid, haber pasado por un instituto de Canad¨¢ y cursar sus a?os escolares en un colegio de clase media de la capital de Espa?a.
Ve¨ªa en ese campus?una oportunidad de pulir su faceta
Quienes le conocieron en aquella ¨¦poca dicen de ¨¦l que era un estudiante muy aplicado que ve¨ªa Georgetown como la oportunidad para acabar de pulir su faceta de hombre de Estado, que en los a?os posteriores le llevar¨ªa a desarrollar muchas misiones en el Extranjero. ¡°Ya entonces era una persona seria y sensata, repleta de sentido com¨²n¡±, opina Mujal-Le¨®n. All¨ª perfeccion¨® m¨¢s si cabe un ingl¨¦s que ya dominaba desde ni?o, y que emplea para comunicarse con su madre, la reina Sof¨ªa, en privado.
¡°Sin duda est¨¢ muy preparado¡±, prosigue Mujal-Le¨®n. ¡°Todas las vueltas que ha dado por el mundo le han empapado en relaciones internacionales y siempre cre¨ª que cuando llegase el momento de asumir la Corona lo iba a hacer muy bien¡±, puntualiza.
¡°Todos sabemos que la monarqu¨ªa no es algo moderno, que no es de este tiempo, y sin embargo, no me cabe duda de que el Pr¨ªncipe ¡ªcomo ha hecho su padre¡ª va a poner la instituci¨®n acorde a los tiempos actuales¡±, asegura Mujal-Le¨®n.
All¨ª perfeccion¨® el ingl¨¦s, que dominaba desde ni?o
En la misma sinton¨ªa est¨¢ Jordi Garc¨¦s, el catedr¨¢tico Pr¨ªncipe de Asturias de la Universidad de Georgetown, quien incluso antes de que Felipe VI asuma la Corona se declara ya ferviente felipista. ¡°Nunca antes hubo una persona tan preparada en toda la historia de la Monarqu¨ªa espa?ola¡±, apunta Garc¨¦s, que lleva al frente del puesto desde el pasado enero, tras la salida de su antecesora en el cargo, Clara Ponsat¨ª.
Garc¨¦s relata que una de las cosas que m¨¢s le impresionaron de don Felipe el d¨ªa que mantuvo una entrevista con ¨¦l de cerca de dos horas antes de partir de Espa?a para EE?UU fue su ¨¦tica.
¡°Es una persona intr¨ªnsecamente ¨¦tica, con grandes valores morales y humanos¡±, prosigue Garc¨¦s, que asegura que le sorprendi¨® gratamente lo cercano que es y lo mucho que est¨¢ ¡°al d¨ªa¡± el futuro monarca.
Comparti¨® estudio?y diversi¨®n con su?compa?ero de piso,?Pablo de Grecia
Catedr¨¢tico de Pol¨ªtica Social en la Universidad de Valencia y director del Instituto de Polibienestar en la misma instituci¨®n, Garc¨¦s explica que el Pr¨ªncipe siente pasi¨®n por ¡°el mundo acad¨¦mico y cient¨ªfico¡±. ¡°Durante el Foro Global de Georgetown celebrado en mayo en Madrid, don Felipe lleg¨® el primero y se march¨® el ¨²ltimo. Durante todas las jornadas estaba sentado en primera fila tomando notas en su libreta¡±, describe admirado Garc¨¦s.
El Pr¨ªncipe se graduaba con sobresaliente en Georgetown un lluvioso d¨ªa de mayo de 1995. Dos d¨ªas antes de aquella jornada, don Felipe, junto a sus padres y su hermana Elena ¡ªy el marido de esta desde hac¨ªa dos meses, Jaime de Marichalar¡ª, se encontraban con el presidente Bill Clinton y su mujer, Hillary.
Quienes asistieron a la reuni¨®n explicaron entonces que el Pr¨ªncipe intercambi¨® con Bill Clinton numerosas an¨¦cdotas de sus d¨ªas en Georgetown, donde el presidente dem¨®crata tambi¨¦n estudi¨®.
Pero el paso por Washington del Pr¨ªncipe no solo dio titulares acad¨¦micos. De por aquellos d¨ªas son las portadas de las revistas del coraz¨®n que contaban que el heredero de la Corona ten¨ªa una relaci¨®n sentimental con la modelo norteamericana Gigi Howard. Las primeras im¨¢genes furtivas del Pr¨ªncipe y Howard les situaban en una playa de la caribe?a isla de San Martin durante la Semana Santa de 1995. Como compa?eros de viaje, la pareja tuvo al pr¨ªncipe Pablo y la que hoy es Marie-Chantal de Grecia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.