Irak: Aznar, Bush y el Rey
Aznar y Bush; el expresidente del Gobierno ante su retrato, firmado por Bush.
Woodward y la portada de su segundo libro sobre Irak, Plan de ataque.
La guerra civil y sectaria de Irak y su coincidencia con la abdicaci¨®n del rey Juan Carlos y todo lo que se dice desde su anuncio me ha retrotraido a una historia de principios de 2007. En enero de aquel a?o, Bob Woodward, el famoso periodista del Watergate, acababa de publicar su tercer libro sobre la invasi¨®n de Irak, traducido al espa?ol por la editorial Belacqua como Negar la evidencia. Por esta raz¨®n concedi¨® una entrevista a EL PA?S.
Woodward me recibi¨® el 29 de enero de 2007 en su casa de Georgetown, Washington D.C., una residencia colonial de tres plantas y torreta, ladrillo visto.
http://internacional.elpais.com/internacional/2007/02/04/actualidad/1170543601_850215.html
Aunque el tema era su nuevo libro, mi inter¨¦s se remontaba a su obra anterior, Plan de Ataque, para el cual Woodward hab¨ªa obtenido la colaboraci¨®n del presidente George W. Bush. Durante dos d¨ªas, el 10 y 11 de diciembre de 2003, ambos hab¨ªan mantenido una entrevista on the record de 3 horas y media, es decir, para su atribuci¨®n a Bush en el libro. El presidente Bush le hab¨ªa aportado sus agendas personales de los d¨ªas decisivos.
Durante la larga conversaci¨®n que mantuvimos el 29 de enero de 2007, sali¨® el tema de Aznar y su relaci¨®n con Bush.
Es el 17 de marzo de 2003. Bush ha fracasado en su objetivo de conseguir una nueva resoluci¨®n de Naciones Unidas, la llamada segunda, para encubrir la invasi¨®n inminente que ya est¨¢ en marcha, seg¨²n le ha anticipado a Aznar en su reuni¨®n del 22 de febrero, al recibirle en su rancho de Crawford, Texas.
internacional.elpais.com/internacional/2007/09/25/actualidad/1190671217_850215.html
Bush llama a Aznar, en la ma?ana del 17 de marzo, muy temprano, hora de Washington, mediod¨ªa en Espa?a.
"?Puedes llamar a Lagos [presidente de Chile] e instarle a no intentar una maniobra de ¨²ltimo minuto?"
Aznar le dice que llamar¨¢ a Ricardo Lagos. Pero tiene que pedirle un favor.
"Mira, me ayudar¨ªa realmente si llamases a Juan Carlos. Solo para hacer acto de presencia", pide Aznar.
A?ade Woodward: "El rey Juan Carlos I es el jefe de Estado de Espa?a y, aunque es en cierta medida una figura decorativa, es popular y el presidente del Gobierno jura ante ¨¦l. Aznar quer¨ªa que el rey se quedara contento".
"Gran idea", dice Bush.
Woodward contin¨²a: "M¨¢s tarde [poco antes de las once de la ma?ana, hora de Washington], Bush pag¨® su deuda con Aznar y habl¨® con el rey espa?ol durante cuatro minutos. "Su Majestad, he aqu¨ª lo que est¨¢ pasando. Vamos a retirar la [segunda] resoluci¨®n y voy a dirigir un mensaje al pueblo americano".
El libro a?ade: "El rey agradeci¨® cordialmente que le llamara".
La noche del 19 al 20 de marzo Bush lanz¨® la invasi¨®n.
Despu¨¦s de hablar con Tony Blair, el 22 de marzo, Bush llam¨® a Aznar y le narr¨® c¨®mo hab¨ªa ordenado la guerra por videoconferencia con los comandantes militares.
Seg¨²n el libro, Aznar le dijo:
"Nunca te sientas solo en momentos como este. Sabes que somos muchos los que estamos contigo".
"Lo entiendo totalmente", apunt¨® Bush.
"Cada vez que te sientes recuerda que estamos contigo. Siempre podr¨¢s ver un bigote a tu lado", dijo Aznar, el bigotudo l¨ªder espa?ol".
El libro narra la evoluci¨®n de los combates y las comunicaciones entre Bush y sus aliados.
"La estrategia est¨¢ dando sus frutos", le dijo Bush a Aznar el 2 de abril de 2003, "Pero no nos ver¨¢s hacer el baile de la victoria porque el tercio norte del pa¨ªs - Mosul, Kirkuk, Tikrit - est¨¢n todav¨ªa en manos del enemigo... En cuanto a las armas de destrucci¨®n masiva, el presidente dijo [a Aznar]: "Hay gran cantidad de t¨²neles y cuevas. Tenemos que controlar las expectativas sobre ello. Va a exigir cierto tiempo remover en los escombros para encontrar d¨®nde ha escondido la cosa..."
La cosa, las armas de destrucci¨®n masiva, vaya.
Once a?os m¨¢s tarde, con centenares de miles de muertos despu¨¦s, con "la cosa" (las ADM) inexistente, y con el yihadismo fundamentalista isl¨¢mico aliado a Al Qaeda, (en Siria y en Irak) el presunto aliado de Sadam Husein en el ataque del 11-S a las Torres Gemelas (una de las grandes mentiras para justificar la guerra de Irak), estamos, pues, en lo que est¨¢bamos.
Con todo, como se?alan algunos veteranos norteamericanos de la guerra de Irak, lo que est¨¢ ocurriendo no es sorpresa.
"Cuando me march¨¦ en abril de 2009 me dije que en cinco a?os habr¨ªa una guerra civil", se?ala Keith Widaman, ex sargento de los marines. "Los sunitas recolectaban armas y no las utilizaban contra nosotros. Solo las acumulaban". Este y otros testimonios que se reproducen en The Wall Street Journal ayudan a entender el fiasco de la guerra.
http://m.us.wsj.com/articles/rekindled-iraq-conflict-stirs-u-s-veterans-1402699302?mobile=y
Volvamos a la conversaci¨®n del 29 de enero de 2007. Le pregunt¨¦ a Woodward por el ex presidente del gobierno espa?ol. Y a su vez, ¨¦l me hizo varias preguntas a mi.
P. En su libro anterior Plan de ataque incluy¨® como personaje a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. ?Por qu¨¦?
R. Es interesante. Si yo hubiera decidido incluir un cap¨ªtulo en Plan de ataque sobre la relaci¨®n entre Aznar, Espa?a y Bush lo hubiera llamado Aliados improbables. Me intriga saber por qu¨¦ apoy¨® tanto Aznar a Bush. ?Espa?a mantiene tropas todav¨ªa en Irak?
P. No, ni un soldado. El nuevo presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, orden¨® la retirada de tropas.
R. ?Cu¨¢ndo?
P. Inmediatamente despu¨¦s que los socialistas ganaran las elecciones de 2004. Fue en abril de 2004. Bob, usted pudo ver las agendas de Bush y all¨ª consta la lealtad de Aznar con la estrategia de Bush en Irak.
R. S¨ª. Todo lo que pude averiguar sali¨® de all¨ª.
Comentarios
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.