El discurso gust¨® en el PP, el PSOE y UPyD pero no entre los nacionalistas
La decisi¨®n de Mas y Urkullu de no aplaudir marc¨® todos los comentarios
Casi todo el poder pol¨ªtico, central y auton¨®mico, estuvo presente tanto en la proclamaci¨®n del Rey en el Congreso como en la recepci¨®n en el Palacio Real. Y despu¨¦s de m¨²ltiples conversaciones y corrillos con ministros, presidentes auton¨®micos, expresidentes del Gobierno, miembros destacados de la oposici¨®n, de los nacionalistas y sindicalistas, se puede extraer una conclusi¨®n clara: el discurso triunf¨® entre la mayor¨ªa de los pol¨ªticos que asistieron ¡ªIU, BNG o Amaiur no fueron a la proclamaci¨®n¡ª con la excepci¨®n clara de los nacionalistas.
Especialmente llamativo era el entusiasmo de algunos socialistas que se declaran republicanos pero ayer vieron a un Rey ¡°dispuesto a ganarse el puesto¡± y sobre todo con un discurso ¡°bastante progresista¡±. Les gust¨® sobre todo esa idea de ¡°acrecentar el patrimonio de libertades y derechos¡±, seg¨²n explicaba una socialista. ¡°Si se quitan las referencias a la Monarqu¨ªa, podr¨ªa ser un discurso de investidura de un presidente socialista¡±, llegaba a asegurar un exdirigente.
Entre los populares, siempre mucho m¨¢s cercanos a la Monarqu¨ªa, el apoyo era total, aunque a los m¨¢s conservadores no les ha gustado su decisi¨®n de no celebrar una misa para reivindicar as¨ª la aconfesionalidad del Estado. Pero el an¨¢lisis general era muy positivo. Sobre todo gust¨® esa cita del Quijote, ¡°no es un hombre m¨¢s que otro si no hace m¨¢s que otro¡±, con la que, seg¨²n interpretaban, el Rey hab¨ªa querido lanzar el mensaje de que est¨¢ dispuesto a ofrecer la m¨¢xima ejemplaridad para ganarse el afecto de los espa?oles.
Sin embargo, todo este optimismo que trasladaban tanto en el PSOE como en el PP y UPyD, que tambi¨¦n estuvo presente y aplaudi¨® con entusiasmo el discurso, se convert¨ªa en pesimismo absoluto cuando en los corrillos se preguntaba por la crisis catalana. El gesto de Artur Mas e ??igo Urkullu de no aplaudir el discurso de Felipe VI domin¨® los comentarios, entre la inquietud por la situaci¨®n de ruptura que refleja y en algunos casos cierto enfado. Especialmente llamativa fue la diferencia entre Mas y Josep Antoni Duran, el portavoz de CiU, que s¨ª aplaudi¨® varias veces el discurso.
A los nacionalistas no les gustaron las palabras del Rey. Encontraron insuficientes los gui?os hacia las comunidades hist¨®ricas y el reconocimiento de la diversidad, esa idea del ¡°cabemos todos¡±. Aunque algunos admit¨ªan en privado que no estaban de acuerdo con la idea de no aplaudir cuando alguien tiende la mano como lo hizo Felipe VI. El propio Mas compareci¨® despu¨¦s de saludar al Rey ¡ªhablaron un rato en catal¨¢n, idioma que Felipe VI domina¡ª para decir que no hab¨ªa encontrado ¡°nada nuevo¡± en el discurso porque ¨¦l esperaba que el Rey reconociera que Espa?a es ¡°un Estado plurinacional¡±.
Rajoy y Mas, que llevaban meses sin hablar y sin saludarse siquiera, se vieron unos minutos en la recepci¨®n en el Palacio Real pero la conversaci¨®n no tuvo mucho contenido pol¨ªtico, seg¨²n fuentes del Gobierno y la Generalitat, y ni siquiera abrieron la puerta a una pr¨®xima cita oficial. El Gobierno interpreta que Mas est¨¢ en su hoja de ruta hacia el intento de consulta en noviembre y nada lo va a parar, al menos de momento.
Un asunto muy comentado en los corrillos en el Palacio Real fue la decisi¨®n del Rey de no hablar en catal¨¢n, euskera y gallego salvo un breve agradecimiento al final. Diputados catalanes y algunos socialistas de otras comunidades, preocupados por el ambiente independentista en Catalu?a, esperaban algo m¨¢s.
Fuentes de la Casa del Rey explican que estuvo encima de la mesa la posibilidad de pronunciar un par de p¨¢rrafos en cada uno de los tres idiomas constitucionales adem¨¢s del castellano. Pero se acab¨® descartando porque a ERC le han impedido en muchas ocasiones hablar en catal¨¢n en el Congreso. En Zarzuela pensaron que pod¨ªa ser una contradicci¨®n que el Rey s¨ª pudiera hablar all¨ª en ese idioma y los diputados no, as¨ª que se descart¨® para evitar cr¨ªticas. Estas mismas fuentes se?alan que el monarca s¨ª usar¨¢ este idioma, como hace habitualmente, en cuanto viaje a Catalu?a, donde tiene previsto un acto el 26.
Otros muchos diputados veteranos, a quienes preguntaban si esperaban m¨¢s del discurso, algo m¨¢s rompedor, se?alaban que tal vez se hab¨ªan generado demasiadas expectativas porque el Rey tiene unos l¨ªmites muy claros en la Constituci¨®n: no puede entrar en cuestiones puramente pol¨ªticas como una reforma constitucional, por ejemplo, un asunto que cada vez m¨¢s miembros del PP y el PSOE ven como inevitable. ¡°Es la pol¨ªtica la que debe resolver estos problemas, no ¨¦l¡±, resum¨ªan varios veteranos.
Adem¨¢s del mensaje sobre la ejemplaridad y los gui?os a las comunidades hist¨®ricas, con citas a Espriu, Aresti o Castelao, el mensaje que m¨¢s comentarios gener¨® fue el del cambio generacional, el del nuevo tiempo. Varios pol¨ªticos del PSOE pero tambi¨¦n del PP coincid¨ªan en destacar que la llegada de un Rey de 46 a?os va a coincidir con un claro cambio generacional en la pol¨ªtica espa?ola, al menos en buena parte. El cartel electoral de 2015, explicaban estos dirigentes, ser¨¢ el de alguien de 40 a?os en el PSOE ¡ªsea Eduardo Madina, Pedro S¨¢nchez, Susana D¨ªaz o Carme Chac¨®n¡ª tal vez Alberto Garz¨®n, a¨²n m¨¢s joven, en IU, y Pablo Iglesias en Podemos. Eso convertir¨¢ inmediatamente a Mariano Rajoy y Rosa D¨ªez en los m¨¢s veteranos con una enorme distancia con los dem¨¢s. Es un asunto que genera cierto debate en el PP, aunque todos los consultados asumen que Rajoy se presentar¨¢ y el cambio generacional en este partido llegar¨¢ solo si ¨¦l pierde las elecciones.
En los corrillos en el Palacio Real hab¨ªa de todo, incluida una cierta competici¨®n entre Madina y S¨¢nchez, muy cerca el uno del otro en un pasillo, por atraerse a diputados y cuadros del PSOE. La crisis interna de este partido inquieta en el PP, cuyos diputados tienen una clara preferencia por S¨¢nchez.
Y mientras los pol¨ªticos comentaban el discurso en privado, de manera oficial llegaban las reacciones en p¨²blico. Y ah¨ª las posiciones eran muy claras. Apoyo n¨ªtido de PP, PSOE y UPyD y rechazo n¨ªtido, con distinta intensidad, de todos los dem¨¢s. El PP manifest¨® a trav¨¦s de un telegrama su confianza en que Felipe VI ¡°contribuir¨¢ a la unidad de todos y al proyecto de futuro del gran pa¨ªs que es Espa?a¡±. El PSOE concluy¨®, seg¨²n fuentes oficiales, que Felipe VI hizo un discurso ¡°acertado¡±. Reivindic¨® que habl¨® de ¡°un tiempo nuevo¡±, una frase que utiliza mucho Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. Al PSOE le gustaron especialmente sus referencias a quienes est¨¢n sufriendo la crisis y a la cuesti¨®n territorial.
Mientras, entre los que no asistieron, Gaspar Llamazares, de IU, dijo que el discurso hab¨ªa sido ¡°vac¨ªo, t¨®pico, lleno de lugares comunes y propio de un funcionario del poder¡±. Amaiur concluy¨® que ¡°con el cambio de un Borb¨®n por otro, nada de lo fundamental va a cambiar¡± y el BNG calific¨® de ¡°inmovilista¡± el mensaje del Rey.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.