Coronaci¨®n: La pel¨ªcula

La pel¨ªcula estaba en lo que no ¨ªbamos a ver. Al menos la que yo quer¨ªa ver. La que yo quer¨ªa rodar. No me interesaba la ceremonia de coronaci¨®n. Porque eso ya lo vimos en directo y repetido hasta la saciedad, desde todos los ¨¢ngulos y opiniones posibles. Esta coronaci¨®n no fue una pel¨ªcula de trama, la trama ya sab¨ªamos c¨®mo iba a acabar: le coronan. Esta era una pel¨ªcula de personajes. Ah¨ª es donde estaba la verdadera acci¨®n. Con un claro y atractivo protagonista: Felipe VI. Y lo de atractivo no lo digo por lo apuesto del Pr¨ªncipe-Rey (que tambi¨¦n), sino porque es un h¨¦roe, en el sentido de personaje de car¨¢cter elevado enfrent¨¢ndose a una epopeya, que no es otra que la de liderar a los espa?oles en esta mierda de tiempos que nos han tocado vivir, regenerar la Casa Real, y sobre todo restaurar la confianza en una instituci¨®n m¨¢s cuestionada que nunca. Vamos, un bonito marr¨®n.

Y como en cualquier pel¨ªcula, si no empatizas con el h¨¦roe (o villano), si el protagonista no tiene carisma, no funciona, deja de interesar. Por eso, insisto en que no me importaba lo que iba a ver ese d¨ªa. Lo que hubiese querido es colarme en su casa la noche anterior. Ver de qu¨¦ habla, qu¨¦ ve en la tele (?s¨®lo el partido?). ?Y qu¨¦ rituales tiene? Le aconsejo alguna rutina con el n¨²mero 6. ?Tiene man¨ªas? ?Es tan obsesivo compulsivo como su colega de gremio el Rey Nadal? ?Hizo el amor con Letizia por ¨²ltima vez para despedirse de su condici¨®n de pr¨ªncipes? ?Se tom¨® un Orfidal con un whiskito antes de dormir? Y al d¨ªa siguiente, ?har¨ªa el saludo al sol? ?Alg¨²n mantra? ("Austeridad, trasparencia, cercan¨ªa", mi sugerencia) ?Llorar¨ªa y gritar¨ªa en la ducha para desahogarse? ?Se tomar¨ªa alg¨²n betabloqueante para que no le temblara la voz ni el pulso durante el discurso? ?Estar¨ªa agobiado pensando que no iba a poder mear durante las pr¨®ximas cinco/seis horas desde que abandon¨® el Palacete? Ojo, que es mucho tiempo, y m¨¢s con los nervios. No es una cuesti¨®n de cotilleo, ni voyeurismo. Es una cuesti¨®n de ver lo peque?o, lo cercano, lo ¨ªntimo. Lo importante. Y bueno, s¨®lo he hablado de Felipe, pero querr¨ªa haber visto todo eso mismo desde el punto de vista de Letizia. Porque claro, Felipe naci¨® predestinado y formado desde su m¨¢s tierna infancia para este cometido. Pero Letizia... ??Qui¨¦n te lo iba a decir a ti, Leti?! Mierda, me acabo de dar cuenta de que ella es la verdadera protagonista. Empecemos de nuevo la pel¨ªcula.

Daniel S¨¢nchez Arevalo es director de cine (Primos, La gran familia espa?ola)