El Gobierno incluir¨¢ la malformaci¨®n fetal como motivo legal para abortar

Despu¨¦s de seis meses de controversia, incluso dentro del PP, el Ministerio de Justicia ha decidido modificar el anteproyecto de ley del aborto para suavizarlo en su aspecto m¨¢s duro: el de la interrupci¨®n del embarazo por malformaci¨®n fetal. En la nueva versi¨®n ¡ªque el Gobierno aprobar¨¢ en julio salvo cambios de ¨²ltima hora¡ª, las anomal¨ªas fetales graves, sean o no incompatibles con la vida, volver¨¢n a ser un motivo legal para abortar, seg¨²n fuentes del Ejecutivo.

No se crear¨¢ un supuesto espec¨ªfico de malformaci¨®n fetal ¡ªporque el Gobierno se resiste a aceptarlo conceptualmente¡ª, pero se redactar¨¢ la ley de modo que una mujer que quiera interrumpir su embarazo por malformaci¨®n del feto pueda hacerlo sin tener que probar antes que eso le causa a ella un da?o psicol¨®gico. Aun con ese cambio ¡ªsi es que finalmente se produce¡ª, la ley seguir¨ªa siendo m¨¢s restrictiva que la de supuestos que rigi¨® entre 1985 y 2010, porque el procedimiento incluye una serie de condiciones que lo hacen m¨¢s largo y complicado para la embarazada.

La intenci¨®n del Gobierno es aprobar el proyecto de ley a principios de julio, para que este sea tramitado en el Parlamento en oto?o y pueda entrar en vigor a finales de a?o. El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, ha esperado a recibir los informes del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Consejo Fiscal, y al final ha asumido algunas de las sugerencias que estos organismos, ambos de mayor¨ªa conservadora, hicieron. Principalmente la de renunciar a su decisi¨®n inicial de eliminar por completo el supuesto de malformaci¨®n fetal. Esta modificaci¨®n de ¨²ltima hora ser¨¢, seg¨²n fuentes del Gobierno, la principal novedad de un proyecto de ley que no solo ha desencadenado las cr¨ªticas de toda la oposici¨®n sino tambi¨¦n el desencanto y la discrepancia interna en el PP. Algunos de los dirigentes territoriales con m¨¢s peso en el partido han cuestionado la dureza de la futura ley del aborto, la m¨¢s restrictiva de la democracia.

As¨ª quedar¨¢n previsiblemente los aspectos clave de la ley en el proyecto definitivo:

? Las anomal¨ªas en el feto ser¨¢n causa suficiente. El anteproyecto que aprob¨® el Consejo de Ministros en diciembre establec¨ªa que la mujer solo podr¨ªa abortar en dos supuestos: violaci¨®n y ¡°grave peligro para la vida o la salud f¨ªsica o ps¨ªquica de la embarazada¡±. Desaparec¨ªa as¨ª el tercer supuesto, el de malformaci¨®n fetal, que ha existido en Espa?a durante 30 a?os y que fue avalado por el Tribunal Constitucional en 1985. Con ese texto inicial de Gallard¨®n, una mujer embarazada de un feto con malformaciones, enfermedades o incluso anomal¨ªas incompatibles con la vida podr¨ªa abortar, pero alegando otra cosa: que proseguir con ese embarazo le causa a ella un ¡°grave peligro¡± f¨ªsico o psicol¨®gico. Y eso complica mucho el proceso, porque la mujer tendr¨ªa que recabar la opini¨®n coincidente de dos m¨¦dicos (psiquiatras, en el caso m¨¢s probable de alegar da?o ps¨ªquico) que trabajen en un centro distinto al que despu¨¦s va a practicar el aborto. Si la mujer, por cualquier motivo, no lograra esos informes coincidentes, no podr¨ªa abortar. Probar que el feto sufre graves anomal¨ªas o incluso es inviable no ser¨ªa suficiente.

La rectificaci¨®n que va a introducir ahora Justicia, seg¨²n las fuentes consultadas, consiste en lo siguiente: no se va a recuperar formalmente el supuesto de aborto por anomal¨ªa fetal, pero s¨ª se va a recuperar en la pr¨¢ctica, a trav¨¦s de una compleja formulaci¨®n jur¨ªdica. La futura ley establecer¨¢ que la mujer embarazada de un feto con malformaciones est¨¢, a priori, expuesta a sufrir un da?o psicol¨®gico; y, por tanto, podr¨¢ abortar si decide hacerlo, acreditando ¨²nicamente que el feto padece esas anomal¨ªas. El da?o ps¨ªquico no habr¨¢ que acreditarlo, sino que se presupondr¨¢. Del mismo modo que se presupone cuando el embarazo es fruto de una violaci¨®n, y la mujer solo tiene que denunciar que ha sido violada.

El Gobierno no quiere llamar a eso ¡°supuesto de aborto por malformaci¨®n fetal¡± porque rechaza conceptualmente que las anomal¨ªas fetales sean, en s¨ª mismas, un motivo de aborto. Gallard¨®n ha dicho repetidas veces que ¡°no hay fetos de primera y de segunda¡±, y que, por ello, la ley no puede ¡°discriminar¡± a los fetos con malformaciones, incluso si estas son incompatibles con la vida. La f¨®rmula que Justicia ha encontrado ahora es decir que el aborto se practica no porque el feto sufra una enfermedad, sino porque la madre va a sufrir da?o por ello. Y eximirle a ella ¡ªesta es la novedad¡ª de tener que probarlo.

En principio, este supuesto encubierto de malformaci¨®n fetal incluir¨¢ todas las anomal¨ªas fetales, no solo las incompatibles con la vida. Hay, sin embargo, una duda: qu¨¦ plazos se establecer¨¢n para el nuevo supuesto. Es decir, si se mantendr¨¢n las 22 semanas como plazo m¨¢ximo que recoge el anteproyecto para alegar ¡°grave peligro para la vida o la salud f¨ªsica o ps¨ªquica de la embarazada¡± o se ampliar¨¢n para incluir las malformaciones fetales que se detectan despu¨¦s de la semana 22. En el anteproyecto inicial, despu¨¦s de esa fecha ya solo se recogen las incompatibles con la vida.

La rectificaci¨®n que plantea ahora el Gobierno hab¨ªa sido pedida por el Consejo General del Poder Judicial y por el Consejo Fiscal, aunque con matices. El ¨®rgano de gobierno de los jueces propon¨ªa incorporar el tercer supuesto de anomal¨ªa fetal pero s¨®lo en el caso de que esta fuera ¡°incompatible con la vida¡±. El Consejo Fiscal tambi¨¦n hab¨ªa reclamado expresamente el supuesto de aborto en casos de anomal¨ªa incompatible con la vida, e iba un poco m¨¢s all¨¢: invitaba al Gobierno a ¡°reflexionar¡± sobre la posibilidad de recuperar un supuesto m¨¢s amplio que incluyera todos los casos de malformaci¨®n. Es lo que Justicia, con otra formulaci¨®n, finalmente va a hacer, seg¨²n fuentes del Ejecutivo.

? La ¡°exigencia desproporcionada¡± de los avales m¨¦dicos. Otro de los aspectos pol¨¦micos del anteproyecto es la obligaci¨®n que se impone a la mujer de recabar el aval de dos m¨¦dicos distintos cuando alega da?o psicol¨®gico para abortar. En la ley de 1985, que tambi¨¦n ten¨ªa un supuesto de ¡°grave peligro para la vida o la salud f¨ªsica o ps¨ªquica de la embarazada¡± ¡ªal que se acog¨ªa la mayor¨ªa de las mujeres¡ª, solo era necesario el informe de un m¨¦dico. Ahora son dos m¨¦dicos, que adem¨¢s deben trabajar en un centro distinto al que practicar¨¢ el aborto. Tanto el Consejo Fiscal como el CGPJ han pedido al Gobierno que elimine esas dos exigencias, o al menos una de ellas. El Consejo Fiscal las considera ¡°excesivas, cuando no de imposible cumplimiento¡±; el CGPJ habla tambi¨¦n de ¡°exigencia desproporcionada¡± para la mujer.

Fuentes del Gobierno abren la puerta a suavizar este punto de la ley, aunque es una decisi¨®n que a¨²n no est¨¢ tomada. Seg¨²n estos responsables, se est¨¢ estudiando la posibilidad de que vuelva a ser un solo m¨¦dico el que acredite el da?o f¨ªsico o ps¨ªquico para la mujer. Despu¨¦s de cumplir ese requisito, no obstante, la embarazada tendr¨ªa que proseguir con el procedimiento previsto en el anteproyecto: recibir asistencia social personalizada y reflexionar durante siete d¨ªas antes de abortar. Un procedimiento que, seg¨²n el Consejo Fiscal, es tan complejo que ¡°podr¨ªa retardar el proceso de toma de decisiones [de la embarazada]¡±.

? Las menores, ante el juez. El Gobierno no prev¨¦ modificar el anteproyecto en lo que respecta a las menores de 16 y 17 a?os. El texto se?ala que, si una chica de esa edad decide abortar tendr¨¢ que comunicarlo a sus padres; y que, si ellos no est¨¢n de acuerdo, ser¨¢ un juez el que decida. Primar¨¢, en principio, la voluntad de la menor, pero la decisi¨®n final ser¨¢ del juez. El Consejo Fiscal ha pedido a Justicia que cambie este punto y d¨¦ plena capacidad de decisi¨®n a la menor (siempre que cumpla con los supuestos legales) para evitarle ¡°la onerosa carga¡± de tener que pasar por una vista judicial. El Ejecutivo no es partidario de asumir esa petici¨®n.