¡°Quiero liderar el cambio en Espa?a¡±

Pedro S¨¢nchez P¨¦rez-Castej¨®n, madrile?o, nacido el 29 de febrero de 1972, es ya secretario general del PSOE, pero su paso siguiente es la candidatura a la presidencia del Gobierno de Espa?a. No es la crisis la culpable de todo, afirma, sino las medidas pol¨ªticas que se toman para atajarla. Como doctor en Econom¨ªa, su discurso est¨¢ trufado de contenido econ¨®mico, pero con ideolog¨ªa de izquierdas. Quiere ganar las elecciones con las clases medias y las clases trabajadoras. Para conseguirlo, necesita que el socialismo recupere su pulso modernizador, como hizo en los a?os ochenta Felipe Gonz¨¢lez, a quien cita continuamente, porque ¨¦l s¨ª consigui¨® el voto de las clases medias y trabajadoras.

Pregunta. La carrera por la secretar¨ªa general del PSOE le ha hecho a usted conocido, aunque la mayor¨ªa de la sociedad se pregunta qui¨¦n es Pedro S¨¢nchez.

Respuesta. Soy un profesor universitario comprometido con el pa¨ªs, que hace dos a?os y medio estaba fuera de la pol¨ªtica como docente y trabajador aut¨®nomo. Soy hijo y padre de clase media, creo en el socialismo como la principal ideolog¨ªa transformadora y de progreso de la sociedad. Lo ha sido el PSOE en 135 a?os y ambiciono que lo siga siendo. Si algo me caracteriza es tener los pies en el suelo, pero con la mirada puesta en un horizonte en el que Espa?a tenga un futuro mejor.

¡°El principal problema que

P. ?Cu¨¢l es primer problema de Espa?a? ?Catalu?a, el desapego hacia la pol¨ªtica o la situaci¨®n econ¨®mica con el incremento de la desigualdad?

R. La desigualdad. Como socialista, me preocupa m¨¢s la igualdad entre los ciudadanos que marcar la diferencia entre los territorios. Las pol¨ªticas conservadoras del PP hunden con los impuestos el desmantelamiento del Estado de bienestar y la precarizaci¨®n de las relaciones laborales.

¡°Le ped¨ª a Rajoy que proponga a J¨¹ncker a una mujer del PP y no a Arias Ca?ete¡±

P. ?Piensa, como Felipe Gonz¨¢lez, que la crisis econ¨®mica pasar¨¢, pero que ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil superar la institucional y pol¨ªtica?

R. Creo que todo va unido. El principal problema de la pol¨ªtica en Espa?a es que abandon¨® hace a?os el impulso modernizador, que los pol¨ªticos est¨¢n m¨¢s pendientes del r¨¦dito electoral y que la pol¨ªtica hoy se caracteriza m¨¢s en lo que nos diferencia que en lo que nos une. Pero la pol¨ªtica es anticiparse al futuro, y si se quiere anticipar el futuro lo que hay que hacer es reformar y modernizar. Eso significa pactar. Alfonso Guerra me dijo un d¨ªa que aquellos que tienen voluntad de pacto son los que tienen las convicciones m¨¢s firmes. Y yo creo en eso. Pero pactar no quiere decir hacer una gran coalici¨®n, sino saber d¨®nde est¨¢n los nudos que exigen reformas y a partir de ah¨ª afrontar un proceso de pactos pol¨ªticos.

¡°Catalu?a ha convertido en urgente la reforma de la Constituci¨®n¡±

P. ?Qu¨¦ estar¨ªa dispuesto a pactar con el PP?

R. Claramente hay tres temas. Uno, la Constituci¨®n, que hay que reformar s¨ª o s¨ª.? El segundo tema es un pacto social y pol¨ªtico por la excelencia de la educaci¨®n, fundamental para el presente y futuro del pa¨ªs. Y el tercero, afrontar un pacto energ¨¦tico, que es el principal fallo de competitividad de la econom¨ªa espa?ola.

P. ?Habl¨® de estos temas con Rajoy el lunes pasado?

R. No, con Rajoy hubo una primera aproximaci¨®n. Hablamos de la pol¨ªtica europea y de su propuesta para que Miguel Arias Ca?ete sea comisario. Yo le ped¨ª que lo reconsidere, y, como J¨¹ncker [presidente de la Comisi¨®n Europea] quiere que haya m¨¢s mujeres, pues que Espa?a contribuya. Estoy convencido de que el PP tiene candidatas excelentes. Tambi¨¦n hablamos del tipo de di¨¢logo que vamos a tener y, por supuesto, de Catalu?a y de la econom¨ªa.

P. Rajoy le dijo que no a su propuesta de reformar la Constituci¨®n. ?Insistir¨¢ en lo que queda de legislatura en el camino del avance hacia una Espa?a con estructura federal?

R. Catalu?a se ha convertido en urgente un problema que es necesario resolver y que tiene que ver con revisar a fondo nuestra arquitectura institucional, esto es la reforma constitucional. Es decir, garantizar una estabilidad del sistema de financiaci¨®n auton¨®mica. Al fin y al cabo, de lo que estamos hablando es de los recursos econ¨®micos con los que financiamos la educaci¨®n o la salud. Por este tipo de cosas planteamos la reforma de la Constituci¨®n. No es un debate ajeno al bienestar y prosperidad de Espa?a. El PSOE est¨¢ dispuesto a garantizar esa transformaci¨®n. Felipe Gonz¨¢lez dijo en 1982 que el reto era que Espa?a funcionara, y ahora es que Espa?a vuelva a funcionar. Y yo voy a trabajar con la misma intensidad en modernizar nuestra Constituci¨®n estando en el Gobierno que en la oposici¨®n.

P. Usted dice que va a hacer oposici¨®n en la calle y en el Parlamento, ?cree que los movimientos sociales van a dejar que el PSOE coja la pancarta?

R. S¨ª, porque en muchas de las mareas que han inundado las calles de Espa?a ha habido muchos socialistas. Y vamos a estar, vamos a recuperar la visibilidad.

P. ?Coincide en que el debate de la socialdemocracia est¨¢ en t¨¦rminos de supervivencia, como ha expresado el primer ministro franc¨¦s, Manuel Valls?

R. La socialdemocracia sobrevivir¨¢ conservando valores y objetivos de siempre, pero cambiando los instrumentos de aplicaci¨®n a una nueva realidad social. El socialismo debe recuperar su pulso modernizador. Y para conservar los logros sociales hay que renovar el contrato social en Espa?a y en Europa.

P. El Estado de bienestar ¡°es insostenible¡±, se repite.

R. El crecimiento y la distribuci¨®n no son variables distintas, sino simult¨¢neas, de una misma ecuaci¨®n. Debemos garantizar un crecimiento s¨®lido, sostenible en una triple vertiente: social, econ¨®mica y medioambiental. El Estado debe tambi¨¦n transformarse. La sociedad del siglo XXI tiene una nueva composici¨®n social. Por ejemplo, familias monoparentales... Tambi¨¦n, el Estado no debe ¨²nicamente actuar como actor reparador (por ejemplo, con la prestaci¨®n por desempleo), sino preparador (excelencia en la educaci¨®n p¨²blica) y dinamizador, por ejemplo, haciendo inversiones p¨²blicas que creen empleo en sectores verdes y de ciencia e innovaci¨®n.

P. ?El papel activo que le da al Estado es ideol¨®gico? Usted enfatiza en la diferencia entre izquierda y derecha...

R. Renunciar a las ideolog¨ªas equivale a aceptar el mundo tal y como es, declararse impotente para transformarlo. El fin de las ideas es una vieja ideolog¨ªa: la ideolog¨ªa sin nombre. La ideolog¨ªa de la resignaci¨®n. Si la crisis algo nos demostr¨® es que nunca fue la econom¨ªa, siempre fue la pol¨ªtica. Es en la econom¨ªa donde se traza la raya entre ganadores y perdedores, c¨®mo y a qui¨¦n se cobran impuestos, c¨®mo se reparte la riqueza entre empresa y trabajadores... el socialismo no puede sustraerse a intervenir en el funcionamiento de la econom¨ªa.

P. ?En la Europa integrada existe esa diferencia ideol¨®gica?

R. S¨ª, la hay. Sobre todo en el sector educativo, en la energ¨ªa, en la aplicaci¨®n de las decisiones del BCE, en concreto en el impuesto de transacciones financieras, donde el uso de esos ingresos difiere en cada pa¨ªs. La izquierda los destina al cambio del modelo productivo, al desarrollo, la ciencia, al cambio clim¨¢tico..., pero la derecha no lo comparte. La derecha ha roto el consenso de defender a la clase media y el Estado de bienestar, que se puso en pie tras la Segunda Guerra Mundial y ahora pone en cuesti¨®n.

P. El socialismo, la socialdemocracia que invoca, lo traslada a las necesidades de las clases medias. ?Deja el campo libre m¨¢s a la izquierda?

R. La clase media es casi toda la sociedad: los trabajadores, los desempleados, los j¨®venes que han cre¨ªdo en el sistema y se ven desamparados y obligados a exiliarse, los mayores de 45 a?os, que son los damnificados por la quiebra de modelo de crecimiento econ¨®mico. Esta clase media que sufre la fuerte presi¨®n fiscal y que exige a los partidos m¨¢s transparencia, participaci¨®n y democracia. Los partidos tenemos que defenderla, creando un sistema fiscal mucho m¨¢s justo y garantizando un Estado de bienestar que haga que todos los hijos puedan ir a un colegio p¨²blico con las garant¨ªas de aprender ingl¨¦s, de tener las herramientas necesarias para triunfar en la sociedad del siglo XXI. Para eso tenemos que crecer y garantizar empleo, pero lo que hay es la transformaci¨®n de contratos fijos en temporales y la reducci¨®n de la protecci¨®n de los trabajadores.

P. Propone dar la vuelta a toda la pol¨ªtica econ¨®mica.

R. Se habla mucho de la transici¨®n pol¨ªtica, pero yo defiendo que la principal transici¨®n que tiene que hacer nuestro pa¨ªs es una transici¨®n econ¨®mica. Es verdad que en t¨¦rminos macroecon¨®micos estamos recuperando el pulso, pero tambi¨¦n lo es que no hemos afrontado ninguna de las tareas de modernizaci¨®n de la econom¨ªa. Seguimos padeciendo falta de productividad; si ten¨ªamos endeudamiento privado, hoy lo tenemos tambi¨¦n p¨²blico; si ten¨ªamos d¨¦ficit de competitividad (pocas empresas exportando), hoy tenemos un d¨¦ficit por cuenta corriente disparado y dependemos del ahorro de otros para financiar nuestro crecimiento. Estos son los males de nuestra econom¨ªa que la pol¨ªtica no ha resuelto durante los ¨²ltimos 30 a?os, y esa es la transici¨®n que hay que hacer.

P. Esos proyectos ?los defender¨¢ como candidato a la presidencia del Gobierno de Espa?a? ?Se presentar¨¢ a las primarias de su partido?

R. Nunca he tenido miedo a competir. Aunque me complique la vida. El calendario de primarias lo fijar¨¦ con el partido atendiendo al inter¨¦s de mi pa¨ªs y de mi partido, y no al m¨ªo personal. Y a partir de ah¨ª, habr¨¢ primarias abiertas.

P. ?Entendemos que ha dicho que s¨ª quiere ser candidato a la presidencia del Gobierno?

R. S¨ª, quiero liderar el cambio que Espa?a merece. Aspiro a liderar ese cambio.

P. ?Le parecer¨¢ bien a Susana D¨ªaz?

R. ?S¨ª! Tengo una excelente relaci¨®n con ella. Siempre he defendido que el socialismo andaluz debe de ser central en el proceso de cambio del partido socialista. Susana tiene mi aprecio, mi confianza. No nos conoc¨ªamos hace medio a?o y durante este tiempo hemos desarrollado una relaci¨®n de m¨¢xima confianza en lo pol¨ªtico y en lo personal.

P. Si gana las elecciones, ?mantendr¨¢ como primera medida derogar la reforma laboral?

R. Claramente. Rajoy dice que estamos creando empleo, pero olvida que durante estos dos ¨²ltimos a?os y medio se han destruido un mill¨®n de puestos de trabajo. La poblaci¨®n ocupada est¨¢ en cifras menores que al principio de la legislatura, y eso lo vende como un ¨¦xito. El principal mal que tiene nuestro mercado de trabajo es la dualidad entre contratos fijos y temporales.

P. La patronal apoya esta reforma con alguna vuelta m¨¢s.

R. Estoy de acuerdo en que las empresas necesitan mecanismos de flexibilidad interna, pero no es un problema de relaciones laborales, sino de forma de crecer. El desaf¨ªo es responder a la pregunta de c¨®mo se va a ganar la vida Espa?a en el futuro. Estamos hablando de recuperaci¨®n y no sabemos qui¨¦n va a tirar del carro, salvo el turismo. Por eso creo que es importante reindustrializar el pa¨ªs, y afrontar un proceso de transformaci¨®n de las peque?as empresas para hacer una econom¨ªa mucho m¨¢s exportadora. La Uni¨®n Europea tiene que propiciar pol¨ªticas expansivas y planes de inversi¨®n m¨¢s intensos. Soy partidario de depreciar el euro, porque facilitar¨ªa las exportaciones.

P. ?La reforma fiscal aprobada el pasado viernes ayuda a alguno de los objetivos que cita?

R. El Gobierno no lo est¨¢ afrontando bien. No es tanto si lo de bajar impuestos es de izquierdas, sino de c¨®mo hacer posible que los que m¨¢s tienen contribuyan m¨¢s y se garantice el Estado de bienestar como elemento de cohesi¨®n social. El Gobierno ha subido impuestos por 25.000 millones, ha amnistiado a las grandes fortunas y ha desmantelado el Estado de bienestar. Este Gobierno es un peligro para la clase media.

P. Usted habla de recuperar el pulso modernizador que Espa?a tuvo. ?Lo requiere tambi¨¦n el tejido empresarial?

R. Se habla del modelo laboral, pero poco del cambio en la cultura empresarial. Este pa¨ªs necesita m¨¢s empresas que exporten, y para eso se necesita que muchas peque?as empresas se transformen en medianas. Eso significa que las fuentes de financiaci¨®n p¨²blica est¨¦n dirigidas a la transformaci¨®n, que las empresas tengan un trato fiscal privilegiado y que se revise la ley concursal. Yo voy a poner mucho ¨¦nfasis en el cambio de cultura empresarial.

P. Uno de los pactos que apunta con el Gobierno es en energ¨ªa.

R. La reforma el¨¦ctrica ha sido un desastre. Lo vamos a ver el a?o que viene. No frena la pobreza energ¨¦tica. Hay que hacer una reforma estructural de mayor calado y con mayor sensibilidad social que la que se ha hecho. Tenemos que ser conscientes de que los costes energ¨¦ticos son el principal problema de nuestro pa¨ªs, y eso exige un pacto. La reforma energ¨¦tica tiene que dar seguridad al menos a 20 a?os vista. Si reducimos los costes energ¨¦ticos, tendremos capacidad para elevar los salarios.

P. ?Conf¨ªa en los empresarios?

R. ?Se refiere a los grandes? Porque yo conf¨ªo mucho en los empresarios, mi padre es empresario, peque?o empresario.

P. En los grandes, ya que usted los menciona as¨ª.

R. Desconf¨ªo del monopolio y el oligopolio y conf¨ªo en la libertad econ¨®mica. Pero no tengo ning¨²n rechazo a que haya grandes empresas en nuestro pa¨ªs, todo lo contrario. Es sin¨®nimo de ¨¦xito. Lo que s¨ª quiero es que los mercados en los que operan sean libres y haya competencia. Pero el principal problema de este pa¨ªs reside en que en sectores estrat¨¦gicos (energ¨ªa, telecomunicaciones, financiero¡­) hay concentraci¨®n de poder y no hay libertad de mercado. Y el Gobierno, precisamente, lo que est¨¢ haciendo es plantear un Estado en retirada. Es evidente que han fallado los mecanismos de supervisi¨®n en el sector financiero y los de regulaci¨®n en sectores estrat¨¦gicos, como la energ¨ªa. El Gobierno cre¨® macrorreguladores que, a fuerza de controlar todo, acaban no abarcando nada.

P. ?Est¨¢n vinculados el poder pol¨ªtico y el financiero?

R. Tenemos que trazar una raya gruesa y visible entre el poder pol¨ªtico y el financiero, que est¨¢ puesto en cuesti¨®n por la ciudadan¨ªa. Yo estoy preocupado por la gran concentraci¨®n de poder en el sector financiero, porque eso es recortar opciones de financiaci¨®n a las empresas y a las familias. No digo atomizar, pero no puede ser que quede en manos de cuatro o cinco entidades. A m¨ª me gustar¨ªa desbancarizar la econom¨ªa. Eso significa reducir el flujo de cr¨¦ditos de los bancos hacia las pymes y las familias. Creo que el Gobierno ah¨ª est¨¢ acertando, lo reconozco, y yo quiero ir en esa l¨ªnea de aumentar los mecanismos de financiaci¨®n a las pymes con los mercados alternativos.

P. ?Qu¨¦ opina del rescate financiero?

R. Una de las razones de la crisis de 1929 fue no rescatar bancos. Pero no se puede hacer a fondo perdido. Vemos que la banca vende a la Sareb viviendas invendibles y, mientras tanto, hay familias que est¨¢n siendo desahuciadas. He propuesto que dentro de ese banco malo, se haga un gran parque de vivienda social para esas personas. Lo que est¨¢ claro es que el modelo de regulaci¨®n ha fracasado. Proponemos hacer un gran supervisor del sector financiero.

P.? En el congreso de su partido se aprob¨® un comunicado sobre Israel y Palestina favorable a la ¨²ltima.

R. La comunidad internacional no puede permanecer ajena al sufrimiento de la poblaci¨®n civil en Palestina. La desproporci¨®n del ataque es tan brutal que hay que exigir un alto el fuego, reanudar las conversaciones y reconocer a Palestina como un Estado.

P. En la clausura del congreso de su partido se sigui¨® la liturgia de cantar La Internacional. ?Qu¨¦ significado tiene para usted cantar ¡°arriba parias de la tierra, en pie fam¨¦lica legi¨®n¡±?

R. En la era de la globalizaci¨®n, la uni¨®n internacional de todos los trabajadores es m¨¢s necesaria que nunca. Combatir el dumping social, exigir condiciones laborales donde no las hay es m¨¢s necesario que nunca. El socialismo, como uno de los principales hacedores del Estado de bienestar, ha ca¨ªdo en el debate nacional, olvidando la dimensi¨®n global de la pol¨ªtica. Eso es la Internacional Socialista: dar car¨¢cter internacional a la lucha por el reconocimiento de derechos de los trabajadores.

P. Usted la cant¨®, pero no alz¨® el pu?o. ?Por alguna raz¨®n?

R. Lo he levantado mucho en la campa?a, incluso la silueta de la campa?a era levantar el pu?o. Pero no levantarlo en el congreso fue porque me dirig¨ªa a todos los espa?oles. Quiero que el ciudadano encuentre en el PSOE ese partido de izquierdas que atrae el centro. Aspiro a convertir el PSOE en un partido transformador y modernizador, el gran partido del cambio que siempre fue y volver¨¢ a ser.