Una propuesta llena de lagunas
Los expertos discrepan sobre la constitucionalidad de la idea del PP Coinciden en que no se debe cambiar la ley a solo un a?o de las municipales
La reforma electoral que decidir¨¢ la asignaci¨®n de votos en los 8.116 Ayuntamientos espa?oles ha sido escasamente esbozada por el PP, el ¨²nico partido que la defiende. Los escasos datos que se conocen de su propuesta apuntan a cambios para otorgar la gobernabilidad de un municipio a la lista que logre un 40% de apoyo y saque al menos cinco puntos al segundo partido. De no obtener ese porcentaje, se celebrar¨ªa una segunda vuelta, en que se enfrentar¨ªan los dos candidatos m¨¢s votados. Pero una reforma de tal calado tiene muchas m¨¢s aristas que las esbozadas en privado por dirigentes populares.
?Supone una prioridad social? Barones del PP defienden que se trata de un cambio necesario para evitar que alianzas poselectorales subviertan la decisi¨®n de los ciudadanos. Los bar¨®metros que elabora mensualmente el CIS no recogen, entre el medio centenar de problemas que preocupan principalmente a los espa?oles, ninguno de ellos ligado al sistema electoral. La instituci¨®n tampoco ha hecho ning¨²n an¨¢lisis particular sobre ello.
?A qui¨¦n beneficia? En un escenario electoral cada vez m¨¢s fraccionado, la reforma beneficiar¨ªa a los dos grandes partidos (PP y PSOE) en detrimento de formaciones con un techo electoral limitado. Ignacio Lago Pe?as, profesor de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad Pompeu Fabra, especifica que primar¨ªa a los que concentran el voto, como el PP, el PNV en Euskadi o CiU en Catalu?a frente a quien queda en tercer o cuarto lugar, como ocurre con IU o UPyD. Tambi¨¦n tendr¨ªa efectos colaterales, como ha reconocido el propio PP: en el Pa¨ªs Vasco beneficiar¨ªa a Bildu. Lago Pe?as, sin embargo, cree que desde un punto de vista mec¨¢nico, con los resultados de anteriores comicios en la mano, el PP ser¨ªa el m¨¢s beneficiado, "pero sin tener en cuenta que un nuevo sistema electoral forzar¨ªa nuevas alianzas, impulsar¨ªa otros acuerdos. Y eso no se est¨¢ calibrando bien. Con nuevas reglas de juego los partidos no se quedar¨ªan de brazos cruzados", se?ala.
Elecci¨®n ¡°directa de alcalde¡±. ¡°En pol¨ªtica, quien define los t¨¦rminos es quien acaba imponiendo las reglas del juego¡±, escrib¨ªa ayer en EL PA?S la profesora de Ciencia Pol¨ªtica M¨¢riam Mart¨ªnez-Bascu?¨¢n. Cuando se habla de elecci¨®n directa, como ocurre en la mayor¨ªa de los l?nder alemanes o en Gran Breta?a, son los partidos los que apoyan a un candidato con cierta reputaci¨®n en su comunidad. ¡°Este sistema tiene como gran ventaja que permite a cada alcalde electo tener la autonom¨ªa pol¨ªtica que normalmente le niegan los partidos¡±, asegura Francisco Velasco, director del Instituto de Derecho Local de la Universidad Aut¨®noma de Madrid. La diferencia es fundamental, y los expertos se?alan la trampa ling¨¹¨ªstica que supone hablar de elecci¨®n ¡°directa¡± del regidor. Velasco cree que el debate lanzado por el PP no es ese, sino otro muy distinto, para que ejerza autom¨¢ticamente el cargo de alcalde el cabeza de la lista m¨¢s votada. Es decir, que es el partido el que saldr¨ªa beneficiado, no la persona que sus vecinos elijan.
Gobernabilidad del municipio. Una vez elegido, el alcalde deber¨ªa contar con una mayor¨ªa suficiente para llevar adelante sus pol¨ªticas. Pero la iniciativa del PP no explica si el designado obtendr¨ªa directamente una prima de votos, algo que cambiar¨ªa el sistema actual hacia otro presidencialista, lo que obligar¨ªa a una redistribuci¨®n distinta del poder. De lo contrario, ¡°siendo el alcalde el candidato de una lista minoritaria, aunque relativamente m¨¢s votada, se dar¨ªa una confrontaci¨®n directa y continua entre el alcalde y el pleno¡±, considera Velasco, con las consiguientes amenazas de mociones de censura. Victoriano Ram¨ªrez, director del grupo de Investigaci¨®n de M¨¦todos Electorales de la Universidad de Granada, cree que posiblemente el PP opte por otorgar la mitad de los concejales a la lista m¨¢s votada. Ello forzar¨ªa ¡°un cambio de un sistema de representaci¨®n proporcional a un sistema electoral con menor representatividad que el actual¡±.
La justificaci¨®n.?Qu¨¦ es lo que justificar¨ªa que se modificase la ley electoral para las elecciones municipales y se mantuviesen las reglas para el resto de los comicios? El PP alude a que pactos poselectorales puedan apartar del poder a la lista m¨¢s votada, pero eso mismo podr¨ªa seguir ocurriendo en el Congreso o en los Parlamentos auton¨®micos.
?Es constitucional? El art¨ªculo 140 de la Constituci¨®n precisa que los alcaldes ser¨¢n elegidos ¡°por los concejales o por los vecinos¡±. T¨¦cnicamente, bastar¨ªa con una reforma de la ley electoral (Loreg), seg¨²n los expertos en Derecho Constitucional consultados. ¡°Partiendo de que considero que hacerlo a mitad de partido es un error enorme para beneficiar a uno de los jugadores, no deja de ser una propuesta razonable si se aborda de manera sensata¡±, apunta Roberto Blanco Vald¨¦s, catedr¨¢tico de Derecho Constitucional la Universidad de Santiago. A falta de m¨¢s concreci¨®n sobre qu¨¦ plantean los populares, Alberto L¨®pez Basaguren, catedr¨¢tico de la misma materia de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, indica que el cambio a un sistema presidencialista de forma tan precipitada puede ser posible t¨¦cnicamente, pero romper¨ªa con la tradici¨®n democr¨¢tica introduciendo ¡°contradicciones enormes¡±, en el sistema. ¡°Dar la mayor¨ªa absoluta a alguien que ha sacado un porcentaje peque?o de votos rompe la l¨®gica constitucional y solo piensa en inhibir la representaci¨®n de una parte del electorado¡±, a?ade.
El coste. Cambiar la ley electoral a nueve meses de las municipales tiene unos plazos y un coste. El alcalde de Vigo y vicepresidente de la Federaci¨®n de Municipios, Abel Caballero, del PSOE, calculaba anteayer que, aun cuando el PP la llevase adelante con su mayor¨ªa parlamentaria, la reforma estar¨ªa aprobada solo dos meses antes de las municipales de mayo de 2015. La posible celebraci¨®n de una segunda vuelta en algunos municipios a?adir¨ªa un coste extraordinario que no parece encajar con la austeridad que propugna el PP.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.