¡°El Ejecutivo debe responder con legitimidad pol¨ªtica al soberanismo¡±
El catedr¨¢tico de Constitucional reprocha a Mas no haber aprendido "la lecci¨®n de Ibarretxe¡±
Alberto L¨®pez Basaguren (Basaruri, 1957), catedr¨¢tico de Derecho Constitucional por la Universidad del Pa¨ªs Vasco, est¨¢ considerado por numerosos expertos como la m¨¢xima autoridad espa?ola sobre los procesos soberanistas de Escocia y Quebec, que ha seguido sobre el terreno desde las universidades de Edimburgo y Montreal. Tambi¨¦n ha cursado estudios en Cambridge.
Pregunta. El 18 de septiembre, Escocia celebra un refer¨¦ndum sobre su posible independencia ?Qu¨¦ incidencia tendr¨¢ en Espa?a y en Catalu?a y Euskadi en particular?
Respuesta. Con la comunicaci¨®n de hoy, tan fluida y profunda, los efectos en pa¨ªses cercanos con problemas similares son innegables e ineludibles. No obstante, el caso escoc¨¦s tiene particularidades jur¨ªdicas que le diferencian de los problemas de Catalu?a y Espa?a porque la Constituci¨®n brit¨¢nica, a diferencia de la espa?ola, no es superior a las leyes ordinarias. Pero hay un trasfondo pol¨ªtico en el caso escoc¨¦s que nos afecta. ?Por qu¨¦ es posible en el Reino Unido lo que no es posible en Espa?a?
P. Pues eso. ?Por qu¨¦ es posible en el Reino Unido lo que no es posible en Espa?a?
R. El caso escoc¨¦s, igual que el quebequ¨¦s, son excepciones. Pero cada uno, desde su singularidad jur¨ªdica, ha dado respuesta a un problema pol¨ªtico. Espa?a tambi¨¦n tendr¨¢ que afrontar ese reto pol¨ªtico, aunque su legalidad lo impida. Desde la legitimidad pol¨ªtica, Espa?a esta obligada a preguntarse por qu¨¦ la regulaci¨®n legal espa?ola es diferente. Y si debe afrontar esos retos cuando Reino Unido y Canad¨¢ lo han hecho.
P. Pero dice usted que el caso escoc¨¦s y el quebequ¨¦s son excepciones.
R. Son excepciones jur¨ªdicas y cada una de ellas ha dado su propia respuesta. En Canad¨¢, su Constituci¨®n no dec¨ªa nada sobre un refer¨¦ndum sobre la independencia. Pero el sistema lo termin¨® regulando legalmente con la Ley de Claridad.
P. ?Y en el caso escoc¨¦s?
R. El Parlamento brit¨¢nico no tiene l¨ªmites constitucionales como en Espa?a. Se acept¨® que, seg¨²n el Estatuto de Escocia, s¨®lo se podr¨ªa realizar el refer¨¦ndum si as¨ª lo aprobaba el Parlamento brit¨¢nico. Y esto se hizo tras la mayor¨ªa absoluta del Partido Nacionalista Escoc¨¦s en las elecciones regionales, que se present¨® con un programa pol¨ªtico de mayor autonom¨ªa y refer¨¦ndum por la independencia. El Parlamento brit¨¢nico, a su vez, impuso que el refer¨¦ndum escoc¨¦s no pod¨ªa ser unilateral y deb¨ªa ser negociado.
El Parlamento brit¨¢nico, a su vez, impuso que el refer¨¦ndum escoc¨¦s no pod¨ªa ser unilateral y deb¨ªa ser negociado
P. ?C¨®mo fue la negociaci¨®n?
R. El Gobierno escoc¨¦s acept¨® todas las condiciones del Parlamento brit¨¢nico sobre el modo de celebrarse el refer¨¦ndum, especialmente que hubiera una ¨²nica pregunta y que fuera clara sobre si se aceptaba o no la independencia de Escocia. El Gobierno brit¨¢nico, a su vez, acept¨® que pudieran votar los j¨®venes de 17 y 18 a?os. Creo, no obstante, que David Cameron cometi¨® un error de precipitaci¨®n al forzar el refer¨¦ndum ¨²nicamente sobre la independencia porque lo que los escoceses quer¨ªan primordialmente era una mayor autonom¨ªa.
P. ?Quien cree que va a ganar en Escocia el d¨ªa 18 el s¨ª o el no?
R. Hasta hace un mes hab¨ªa una s¨®lida posici¨®n del no. Pero las ¨²ltimas encuestas dan un alza al si por un deslizamiento del voto laborista porque en el Reino Unido se ha producido una fractura terrible en su modelo econ¨®mico y social, que ha empujado a una parte del electorado laborista a creer que la independencia puede ser una respuesta a esa fractura social. Creo que, al final, ganar¨¢ el no, que predomina entre las mujeres y los mayores que temen por sus pensiones, pero por poca diferencia. Pero apunto el riesgo que supone la quiebra del modelo social, que est¨¢ favoreciendo el s¨ª.
P. Y si ganara el s¨ª. ?Qu¨¦ pasar¨ªa?
R. Se abrir¨ªa un proceso de negociaci¨®n complejo y muy incierto porque ser¨ªa por una diferencia muy peque?a. Existe el precedente del Quebec y entonces, el Tribunal Supremo de Canad¨¢ dijo que la negociaci¨®n no iba a ser s¨®lo sobre la log¨ªstica de la independencia. Hay que tener en cuenta que no estamos ante un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n de una colonia, reconocido por los organismos internacionales. Hay asuntos muy importantes que negociar. Por ejemplo, la divisa, muy importante para el Reino Unido que no est¨¢ en el euro. El Parlamento brit¨¢nico ya ha adelantado que si Escocia se independiza se queda fuera de la unidad monetaria brit¨¢nica, lo que ser¨ªa un rev¨¦s muy serio para los escoceses. Est¨¢ tambi¨¦n el problema de la deuda. Por este motivo, algunos entienden que habr¨ªa que celebrar un segundo refer¨¦ndum sobre lo pactado, tras la negociaci¨®n.
P. ?Y si gana el no?
R. Como la diferencia sobre el si ser¨¢ peque?a, existe el riesgo de que se empiece el cuanto de nunca acabar. El Partido Nacionalista Escoc¨¦s puede tener la tentaci¨®n de tratar de seguir repitiendo los refer¨¦ndum hasta lograr el s¨ª. Pero es muy dif¨ªcil que el Parlamento escoc¨¦s pueda convocar nuevos refer¨¦ndum de modo unilateral sin consentimiento del Parlamento brit¨¢nico. El ejemplo del Quebec es revelador. El s¨ª perdi¨® por muy poco. Los independentistas creyeron que en la siguiente legislatura ganar¨ªan. Pero los hechos mostraron que fracasaron sus previsiones y hoy el movimiento independentista del Quebec est¨¢ en claro retroceso.
Hoy el movimiento independentista del Quebec est¨¢ en claro retroceso
P. El PNV ha apuntado el modelo escoc¨¦s como un referente a seguir y no el de Catalu?a.
R. El caso escoc¨¦s tiene el respaldo de un pacto en su propio pa¨ªs y el PNV sabe que una pretensi¨®n unilateral, como la catalana, fuera de la legalidad, no se va a aceptar. Yo he visto en Escocia a expertos impulsores de la independencia distanciarse expresamente del caso catal¨¢n por su actuaci¨®n unilateral, no pactada.
P. ?Escocia pod¨ªa ser el precedente en la UE de una cadena de secesiones?
R. En ning¨²n caso, una hipot¨¦tica independencia de Escocia ser¨ªa un precedente en la UE. Los propios independentistas escoceses lo presentan como un caso especial, pactado, y recalcan su excepcionalidad para ser aceptados. Descartan ser el inicio de una cola de independencias en la UE.
P. ?Por qu¨¦ en Catalu?a o Euskadi no puede hacerse un refer¨¦ndum pactado?
R. Quebec y Escocia son dos casos excepcionales, d¨®nde se presentaban elementos muy s¨®lidos. En Espa?a, para empezar, hay un problema de constitucionalidad. La Constituci¨®n y los estatutos no lo prev¨¦n. Pero, adem¨¢s, en clave pol¨ªtica, hay una diferencia radical entre la propuesta del Partido Nacionalista Escoc¨¦s y las propuestas de consulta de Ibarretxe, en su d¨ªa, y hoy de Artur Mas. Ni Ibarretxe ni Mas se presentaron a las elecciones con un programa claro, de someter a consulta una propuesta de independencia. Lo hicieron a medias tintas. La propuesta clara del Partido Nacionalista Escoc¨¦s fue precedida de un amplio debate pol¨ªtico que aqu¨ª no se ha producido. Pero que tendr¨¢ que terminar por hacerse porque es insostenible pol¨ªticamente la situaci¨®n en que vivimos en Catalu?a.
La actitud de Artur Mas est¨¢ provocando una fractura social muy grave
P. El Gobierno del PP es reacio a abrir ese debate.
R. Es cierto, pero pol¨ªticamente va a ser insostenible en el tiempo por sus efectos negativos. Nada se puede hacer fuera de la legalidad, pero quien la defiende, debe justificar su legitimidad. Es verdad que la Constituci¨®n es reacia a los refer¨¦ndum, pero se puede explorar un consenso mayoritario sobre en qu¨¦ condiciones y con qu¨¦ requisitos se podr¨ªa celebrar.
P. ?Qu¨¦ va a pasar en Catalu?a?
R. Una parte importante de los catalanes est¨¢n movilizados por la independencia. Hay una cerraz¨®n al debate por una parte y por la otra, una pretensi¨®n de huida hacia adelante. La actitud de Artur Mas est¨¢ provocando una implosi¨®n del sistema catal¨¢n de partidos y una fractura social muy grave. La situaci¨®n catalana es, por tanto, extremadamente preocupante y dif¨ªcilmente gobernable.
P. ERC est¨¢ empe?ada en celebrar unilateralmente el refer¨¦ndum por la independencia.
R. ?Y va a declarar la independencia unilateralmente? ?Va a optar por la v¨ªa insurreccional?, Ya no estamos en los a?os treinta.
P. ?C¨®mo puede afectar el esc¨¢ndalo de la familia Pujol al proceso soberanista catal¨¢n?
R. A quien va a afectar es a CiU. Este partido tiene muy mal futuro. La gobernaci¨®n de Mas ha llevado a CiU al suicidio y el esc¨¢ndalo de Pujol es el remate.
P. ?Ad¨®nde va a ir Catalu?a?
R. A corto plazo, se va a producir una enorme frustraci¨®n. Estoy convencido de que si Escocia y Catalu?a hubieran tenido una financiaci¨®n co0mo la que ha permitido el concierto econ¨®mico, no se hubieran planteado los problemas posteriores. Hoy s¨®lo veo como salida un enorme ba?o de realismo.
P. ?Qu¨¦ pueden hacer el Gobierno central y las instituciones?
R. El Gobierno central no ha dado una respuesta seria a la estrategia del nacionalismo. S¨®lo la apelaci¨®n a la legalidad y no puede convertirse en una trinchera infranqueable. El primer error est¨¢ siendo no afrontar el debate pol¨ªtico. Y debe hacerse sin por ello aceptar el terreno de juego del nacionalismo. Los problemas que en su d¨ªa ya se detectaron en el funcionamiento del Estado auton¨®mico debieron ser abordados entonces. Porque ah¨ª radican los problemas de ahora.
P. ?A qu¨¦ se refiere?
R. Por ejemplo, al reparto de competencias. En todos los estados federales, la Constituci¨®n fija n¨ªtidamente las competencias del Estado mientras aqu¨ª han sido los estatutos de autonom¨ªa los que las han fijado abri¨¦ndose situaciones conflictivas como sucedi¨® con la reforma del Estatuto de Catalu?a. Est¨¢ pendiente, tambi¨¦n, de resoluci¨®n la financiaci¨®n y las relaciones intergubernamentales.
P. El fen¨®meno escoc¨¦s o el catal¨¢n ?puede afectar a Euskadi?
R. El PNV est¨¢ marcado por la experiencia del plan Ibarretxe y con una apuesta por el soberanismo, unilateral, arriesga la p¨¦rdida del poder y el fortalecimiento de la izquierda abertzale. Lo que me sorprende es que Artur Mas no haya aprendido de la experiencia de Ibarretxe.
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