En la c¨¢rcel pese a las pruebas de ADN

Mark Philip Dixie celebr¨® que cumpl¨ªa 35 a?os violando y asesinando en Londres a la joven modelo Sally Anne Bowman. Esa noche, despu¨¦s de tomar unas pintas con unos amigos en el pub, busc¨® su macabro fin de fiesta. Atac¨® primero en la carretera a una mujer que logr¨® escapar. M¨¢s tarde, vio c¨®mo la joven Bowman discut¨ªa con su novio en un coche. La sigui¨®, amordaz¨®, agredi¨® sexualmente y mat¨®. Ocurri¨® una noche de septiembre de 2005. Dixie fue condenado a cadena perpetua por este crimen en Reino Unido. Pero no es el ¨²nico que ha cometido. Australia le busca como presunto asesino y violador en serie. Y todo apunta a que tambi¨¦n actu¨® en Espa?a. No solo eso: un inocente podr¨ªa llevar 11 a?os en prisi¨®n por tres agresiones sexuales cometidas por Dixie en Fuengirola (M¨¢laga) en 2003.

El holand¨¦s Romano van der Dussen fue condenado por estos delitos por la Audiencia Provincial de M¨¢laga. Las huellas que se hallaron no eran suyas y tampoco el ADN obtenido coincid¨ªa con el suyo, pero dos de las v¨ªctimas y una testigo le reconocieron. Poco despu¨¦s de la sentencia, Mark Dixie fue detenido en Reino Unido por el crimen de Sally Bowman y su ADN se incorpor¨® a los ficheros de material gen¨¦tico. Cuando la polic¨ªa espa?ola cruz¨® los datos, se encontr¨® con una sorpresa: los restos org¨¢nicos hallados en una de las agresiones sexuales de Fuengirola coincid¨ªan con el perfil de Mark Dixie. Los agentes informaron de inmediato al juzgado que se hab¨ªa encargado del caso y pidieron informaci¨®n adicional. A pesar de ello, la justicia ha tardado siete a?os en reaccionar. Van der Dussen sigue en la c¨¢rcel. Solo ahora una juez de Fuengirola ha tomado finalmente las riendas de la investigaci¨®n.

Los agentes saben que Dixie
resid¨ªa en M¨¢laga
al cometerse?los delitos

Todo sucedi¨® durante la madrugada del 10 de agosto de 2003 en tres calles cercanas de Fuengirola. Las tres agresiones fueron brutales, sin piedad. Entre las 4.30 y las 5, un hombre se abalanz¨® sobre Laura en la calle Miguel Bueno de la poblaci¨®n malague?a. La golpe¨® con fuerza, la tir¨® al suelo, le rompi¨® los pantalones e "intent¨® introducirle su pene u otro objeto en la vagina", seg¨²n los hechos probados de la sentencia que conden¨® a Van der Dussen. Poco despu¨¦s, a las 5.30, la misma persona abord¨® a Mar¨ªa, le dio un pu?etazo en la cara y la inmoviliz¨® tratando de violarla. En ese momento apareci¨® un coche. El violador solt¨® a la mujer y march¨® corriendo con su bolso. Media hora m¨¢s tarde, sobre las 6, se ech¨® encima de Carolina, su tercera v¨ªctima. Despu¨¦s de darle pu?etazos por todo el cuerpo, intent¨® abrirle las piernas. Una vecina se asom¨® en ese momento por la ventana gritando que iba a llamar a la polic¨ªa. El violador cogi¨® la cartera de la chica y se alej¨®.

Las tres mujeres, que aparecen con nombres ficticios en este reportaje, sufrieron m¨²ltiples lesiones y quedaron aterrorizadas por el depredador sexual. Laura necesit¨® cuatro d¨ªas de hospitalizaci¨®n, 30 de curaci¨®n y padeci¨® un trastorno depresivo como secuela. Mar¨ªa y Carolina, con el cuerpo lleno de hematomas y heridas, tardaron en curarse 45 y 15 d¨ªas respectivamente. La polic¨ªa comenz¨® r¨¢pidamente a buscar sospechosos en sus ¨¢lbumes policiales. El holand¨¦s Romano van der Dussen aparec¨ªa en uno de ellos. Ten¨ªa 30 a?os entonces y antecedentes policiales ¡ªno judiciales, porque nunca hab¨ªa sido juzgado ni condenado¡ª por una pelea con su novia. Fue se?alado por las v¨ªctimas.

Una juez acaba de imputar al brit¨¢nico aunque Dussen
sigue en prisi¨®n

Dos de ellas, Mar¨ªa y Carolina, lo reconocieron "sin ninguna duda" en el acto del juicio y en un reconocimiento en rueda previo a pesar de que los delitos se cometieron de noche. Una de ellas dijo que el agresor ten¨ªa el pelo largo; otra, que lo ten¨ªa corto. Tambi¨¦n lo identific¨® la mujer que auxili¨® a Carolina desde su balc¨®n. En una de las ruedas de reconocimiento, Van der Dussen era el ¨²nico extranjero. Solo Laura, que padec¨ªa un fuerte estr¨¦s postraum¨¢tico con amnesia despu¨¦s del intento de violaci¨®n, dijo que no hab¨ªa visto la cara del agresor.

Romano van der Dussen, acusado formalmente de lesiones, robo con violencia, un intento de violaci¨®n y tres agresiones sexuales, asegur¨® en el juicio que el d¨ªa de los hechos estaba en Torremolinos, no en Fuengirola. Pero, seg¨²n la sentencia, no aport¨® datos para concretar su coartada. Fue condenado por la Audiencia Provincial del M¨¢laga a 15 a?os y medio de c¨¢rcel el 25 de mayo de 2005. En ese momento, llevaba ya un a?o y siete meses en prisi¨®n preventiva.

Las ¨²nicas pruebas que sostuvieron la resoluci¨®n judicial fueron los reconocimientos de dos de las v¨ªctimas y de una testigo. Se hab¨ªa obtenido ADN del posible agresor a trav¨¦s de restos org¨¢nicos hallados en uno de los intentos de violaci¨®n. No coincid¨ªa con el de Van der Dussen, pero se consider¨® que pod¨ªa ser de una tercera persona no involucrada en la agresi¨®n ¡ªalgo siempre cuestionado por la defensa del holand¨¦s¡ª. A pesar de todo, se guard¨® como ¨²nica prueba material del delito. Aparecieron tambi¨¦n unas huellas dactilares en el coche sobre el que el violador hab¨ªa tirado a Laura. Tampoco eran de Van der Dussen.

Dos a?os despu¨¦s de la condena, la polic¨ªa cient¨ªfica introdujo esos datos de ADN en el fichero Veritas. Mark Dixie hab¨ªa sido ya detenido en Reino Unido por asesinato y violaci¨®n. Se encontraron con que el material gen¨¦tico hallado tras el intento de violaci¨®n de Laura, que nunca encaj¨® con el ADN de Romano van der Dussen, s¨ª lo hizo con el de Dixie. Pesquisas posteriores de la polic¨ªa aportaron adem¨¢s otra informaci¨®n relevante: seg¨²n Interpol, el violador brit¨¢nico residi¨® en M¨¢laga desde finales de 2002 hasta octubre de 2003. Es decir, viv¨ªa all¨ª cuando se cometieron las agresiones sexuales.

El informe pericial, elaborado por el servicio central de an¨¢lisis de la Comisar¨ªa General de la Polic¨ªa Cient¨ªfica, tiene fecha de 23 de marzo de 2007. Fue remitido al juzgado de instrucci¨®n que se hab¨ªa encargado del caso. El informe recomendaba pedir una muestra nueva de ADN de Mark Dixie, para "ampliar el n¨²mero de marcadores gen¨¦ticos que no est¨¢n incluidos en el perfil difundido por Interpol" y una muestra indubitada tambi¨¦n de la v¨ªctima. En todo caso, el examen realizado se?alaba que era 54 millones de veces m¨¢s probable que el material gen¨¦tico estudiado fuera una mezcla de los perfiles de Mark Dixie y de la v¨ªctima que de cualesquiera otras dos personas.

Pero, a pesar del buen hacer de la polic¨ªa y a pesar de que puede haber una persona inocente en la c¨¢rcel, la justicia ha tardado en reaccionar. La Audiencia de M¨¢laga reabri¨® el procedimiento, pero ni el tribunal ni el juzgado de instrucci¨®n cumplimentaron correctamente la documentaci¨®n que solicitaba Reino Unido para aportar m¨¢s informaci¨®n y as¨ª se pudiera pedir el ADN de Dixie. El asunto se ha ido mareando de juzgado en juzgado sin resolverse.

Perplejo con la inacci¨®n judicial, el abogado de Van der Dussen present¨® cuatro a?os despu¨¦s un recurso de revisi¨®n ante el Tribunal Supremo con el informe de la Polic¨ªa Cient¨ªfica. Pero se trata de un recurso complicado, que exige al que ha sido condenado probar su inocencia. El Supremo no lo admiti¨® a tr¨¢mite por no "haber culminado la investigaci¨®n abierta por la polic¨ªa". Pero s¨ª orden¨® a la Audiencia de M¨¢laga, en una resoluci¨®n de fecha 14 de febrero de 2012, que cumplimentara "con car¨¢cter preferente y urgente" el oficio de la Polic¨ªa Nacional para que se llevaran a cabo las diligencias que ped¨ªan.

Pero los jueces a¨²n est¨¢n en ello. Una nueva magistrada de Fuengirola est¨¢ ahora impulsando el caso, siete a?os despu¨¦s. Ha pedido a Interpol las huellas dactilares de Dixie y a Reino Unido su ADN. El brit¨¢nico aparece ya como imputado. "Es una verg¨¹enza que Romano Van der Dussen siga en la c¨¢rcel sin que apenas se hayan llevado a cabo diligencias judiciales", opina su abogado, Silverio Garc¨ªa Sierra. "No puede ser que ante una posible condena err¨®nea se act¨²e con esta desidia. Un inocente en la c¨¢rcel deber¨ªa ser una prioridad para el sistema, pero a nadie le ha importado".

Dos acusados y un retrato robot

Romano van der Dussen (izquierda) fue condenado por tres agresiones sexuales cometidas en Fuengirola en 2003. Su ADN no coincide con el que se hall¨®.

El retrato robot del agresor sexual (centro) fue elaborado por una de las v¨ªctimas de los intentos de violaci¨®n. Recordaba a una persona con el pelo largo.

Mark Dixie (a la derecha) est¨¢ preso en Reino Unido por asesinato y violaci¨®n. Su ADN coincide con el de una de las agresiones sexuales de Fuengirola.