Una reforma penal liberar¨¢ a decenas de presos espa?oles en Ecuador

Lo delataron sus labios secos. La tarde del 11 de septiembre de 2011 Fernando Garc¨ªa acababa de pasar con ¨¦xito el esc¨¢ner, el detector de metales y el control de pasaportes del aeropuerto internacional Jos¨¦ Joaqu¨ªn de Olmedo de Guayaquil (Ecuador), pero este frutero barcelon¨¦s no pod¨ªa evitar el nerviosismo. Tem¨ªa, adem¨¢s, que los dem¨¢s lo notaran. Se acababa de sentar, impaciente, a esperar su vuelo de la aerol¨ªnea chilena LAN con destino Madrid cuando se le acercaron dos polic¨ªas. Tras revisar de nuevo su documentaci¨®n se lo llevaron a la m¨¢quina body scan, esa que gener¨® tanta pol¨¦mica en Europa por hacer una radiograf¨ªa de los pasajeros. En su intestino descubrieron 43 preservativos rellenos de coca¨ªna. Jam¨¢s tom¨® ese avi¨®n.

De nada le sirvi¨® su justificaci¨®n. Que estaba buscando trabajo y que los narcos que lo captaron le prometieron que le ayudar¨ªan a encontrarlo. Que quien le contact¨® en Ecuador, un colombiano, le hab¨ªa enga?ado y le hab¨ªa mantenido secuestrado hasta que se trag¨® toda su carga, 1.560 gramos de coca¨ªna ya procesada. Dio igual que los polic¨ªas que lo detuvieron lo creyeran o que el tribunal no tuviera ninguna duda de que, efectivamente, hab¨ªa sido utilizado. Lo condenaron a ocho a?os de prisi¨®n en una penitenciar¨ªa con condiciones de cumplimiento infames comparadas con las de las c¨¢rceles espa?olas. A miles de kil¨®metros de su casa, de su familia, de su pa¨ªs...

Fernando, que aparece con nombre ficticio en esta informaci¨®n, es uno de los 85 presos espa?oles que cumplen condena en Ecuador por delitos de narcotr¨¢fico, seg¨²n el Ministerio de Asuntos Exteriores. En su inmensa mayor¨ªa no se trata de grandes delincuentes con antecedentes, ni capos de las organizaciones de narcos. Son simples mulas. Personas en muchos casos en situaci¨®n econ¨®mica desesperada que ceden a las promesas de dinero f¨¢cil de las bandas de traficantes. Ahora, gracias a una reforma penal aprobada por el gobierno de Rafael Correa, decenas de ellos podr¨ªan salir de la c¨¢rcel.

Hasta el pasado agosto, la ley ecuatoriana de Sustancias Estupefacientes y Psicotr¨®picas, ahora derogada, condenaba con una pena de entre 8 y 12 a?os a quienes efectuaran ¡°corretaje o intermediaci¨®n¡± en la venta de drogas. Daba igual que el procesado intentara sacar del pa¨ªs un gramo o 20 kilos de coca, la pena oscilaba siempre entre esos dos l¨ªmites. Sin embargo, el n¨²evo C¨®digo Org¨¢nico Integral Penal ¡ªaprobado en febrero pero en vigor desde el 10 de agosto¡ª modula el castigo en funci¨®n de la cantidad interceptada lo que, en el caso de la mayor¨ªa de las mulas ¡ªque no suelen portar cantidades superiores a dos kilos¡ª supone una importante reducci¨®n de condena.

Ahora, por cantidades de menos de 50 gramos el castigo queda reducido a entre dos y seis meses; entre uno y tres a?os si se portan menos de dos kilos; y hasta siete a?os (menos de la pena m¨ªnima prevista con la anterior legislaci¨®n) si la cantidad incautada est¨¢ entre los dos y los cinco kilos. La pena m¨¢xima, de entre 10 y 13 a?os, solo queda reservada para los traficantes que el c¨®digo denomina ¡°a gran escala¡±, los que superan los cinco kilos.

El mecanismo jur¨ªdico que permite esta rebaja del castigo es la retroactividad de las disposiciones penales m¨¢s favorables, un derecho fundamental que obliga a revisar las penas de los condenados a la baja en caso de que las leyes criminales aprobadas con posterioridad a sus sentencias las reduzcan. En el caso de Fernando, que se hab¨ªa tragado 1.560 gramos cuando fue detenido, la pena de ocho a?os podr¨ªa quedar reducida, como m¨¢ximo a tres. Como fue detenido el 11 de septiembre de 2011, ya habr¨ªa cumplido su condena con lo que tendr¨ªa que ser excarcelado.

Las reducciones de condena y excarcelaciones no solo afectan a los 85 espa?oles prisioneros en Ecuador. Tambi¨¦n a los 24 que se encuentran en c¨¢rceles espa?olas gracias al convenio sobre el traslado de personas condenadas firmado entre los dos pa¨ªses, a los que se sumar¨ªan los que est¨¦n ya en libertad condicional, seg¨²n fuentes de la Audiencia Nacional.

¡°El que quiera beneficiarse de esta reducci¨®n de condena debe solicitarlo designando a un abogado ecuatoriano. Es ese defensor el que tendr¨¢ que solicitar la revisi¨®n del caso al juez. Este convocar¨¢ una vista en la que se escuchar¨¢n los argumentos tanto del letrado del condenado como del fiscal antes de tomar una decisi¨®n¡±, explica Gerardo Esteva, abogado miembro de Atenci¨®n al Detenido en el Extranjero (ADE), un despacho de Motril (Granada) que se encarga de coordinar a abogados ecuatorianos que defienden a estos presos as¨ª como de intentar mejorar su vida en prisi¨®n y apoyar a sus familias en Espa?a. ¡°Si el preso ya ha conseguido su traslado a Espa?a, tras la audiencia en Ecuador, deber¨¢ presentar la resoluci¨®n de ese pa¨ªs en la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, la que se encarga de los asuntos penitenciarios. Ese tribunal es el que confirmar¨¢ la reducci¨®n de la condena o la salida de prisi¨®n si es el caso¡±, a?ade.

La primera de estas audiencias ante la justicia ecuatoriana solicitada por un preso espa?ol ya est¨¢ fijada para el pr¨®ximo 23 de septiembre. El condenado, una mula m¨¢s, como Fernando, fue detenido en el aeropuerto en octubre de 2013 con 1.970 gramos de coca¨ªna encima. Espera que el proceso de revisi¨®n de su condena se la reduzca a un a?o. Si lo consigue, podr¨ªa dejar la c¨¢rcel y volver a Espa?a en breve. El mes que viene.