Espa?a tropieza con la Commonwealth y Brasil en Naciones Unidas
El Rey y Margallo echan el resto ante la votaci¨®n para lograr un sill¨®n en el Consejo de Seguridad
El Rey y el ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, echar¨¢n toda la carne en el asador durante la pr¨®xima semana en Nueva York para conseguir que el 16 de octubre Espa?a sea elegida miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU para el bienio 2015-2016. Espa?a ha formado parte del ¨®rgano decisorio de Naciones Unidas cada diez a?os (la ¨²ltima vez en 2003-04), por lo que no lograrlo ahora supondr¨ªa bajar un pelda?o en su peso en el concierto de las naciones.
Cuando Espa?a present¨® su candidatura, en 2005, la apuesta parec¨ªa segura, ya que solo Nueva Zelanda aspiraba tambi¨¦n a uno de los dos asientos reservados al bloque occidental. Pero la carrera se complic¨® con la irrupci¨®n de Turqu¨ªa, y nadie se atreve a pronosticar el resultado. El fiasco de la candidatura de Madrid como sede de los Juegos Ol¨ªmpicos de 2020 ¡ªeliminada en primera vuelta ante Estambul¡ª aconseja extremar la prudencia.
Seg¨²n los c¨¢lculos de Exteriores, Espa?a cuenta con casi 150 votos, suficientes para superar el list¨®n de los 129 ¡ªdos tercios de los miembros de la Asamblea General¡ª necesarios para sentarse en el Consejo de Seguridad. Pero los diplom¨¢ticos m¨¢s expertos recuerdan que el voto es secreto, por lo que ni siquiera cabe fiarse de aquellos pa¨ªses que se han comprometido por escrito. ¡°Habr¨ªa que restarles entre un 20% y un 30%¡±, advierten.
Entre los pa¨ªses que han dejado claro que no apoyar¨¢n la candidatura espa?ola destaca Brasil. Varias razones explican el rechazo del primer pa¨ªs receptor de inversiones espa?olas en el extranjero. En primer lugar, Espa?a no comparte su proyecto de reforma del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Mientras Brasilia aspira a ocupar un asiento permanente, aunque sin derecho a veto, Madrid aboga por mantener el car¨¢cter rotativo de los no permanentes, ampliando su n¨²mero y prolongando m¨¢s all¨¢ de dos a?os el mandato de potencias intermedias, como la propia Espa?a.
Tmor Oriental cambia su voto tras recibir una oferta de Turqu¨ªa
Adem¨¢s, Espa?a ha tenido varios desencuentros con Brasil en los foros internacionales, como cuando el exministro de Exteriores Miguel ?ngel Moratinos compiti¨® con el brasile?o Jos¨¦ Graziano por la direcci¨®n general de la FAO o cuando Espa?a no apoy¨® al brasile?o Roberto Azevedo al frente de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio. En ambos casos gan¨® Brasil.
El rechazo brasile?o no parece que arrastre mucho en Iberoam¨¦rica ¡ªla pr¨¢ctica totalidad de los pa¨ªses, incluida Cuba, han prometido su voto a Espa?a¡ª, pero puede tener influencia entre las potencias emergentes, los llamados BRICS (acr¨®nimo de Brasil, Rusia, India, China y Sud¨¢frica), que piensan que Europa ya est¨¢ suficientemente representada en el Consejo de Seguridad con sus dos miembros permanentes (Francia y Reino Unido). De hecho, Sud¨¢frica es otro de los pa¨ªses que han negado expresamente su apoyo a Espa?a.
En Europa, se cuenta con el respaldo de los socios de la UE, con excepci¨®n de Reino Unido, que no se ha pronunciado, pero no ver¨¢ con buenos ojos que Espa?a pueda llevar al m¨¢ximo ¨®rgano de la ONU el contencioso de Gibraltar. Adem¨¢s, se da por sentado que Londres apoyar¨¢ a Nueva Zelanda, como lo har¨¢ la gran mayor¨ªa de los 50 estados de la Commonwealth, la comunidad de excolonias brit¨¢nicas. El respaldo de esta organizaci¨®n y de decenas de diminutos estados insulares, cuyo voto vale lo mismo que el de China, son las grandes bazas de Wellington.
Inicialmente, Espa?a plane¨® aliarse con Nueva Zelanda, pero la batalla final se libra a cara de perro. Cada miembro de la Asamblea General dispone de dos votos, por lo que Espa?a se ha volcado en ara?ar el segundo voto de aquellos pa¨ªses que ya han comprometido el primero.
La campa?a llega en el peor momento para Espa?a, cuyos fondos de ayuda al desarrollo se han recortado en un 70%. Pa¨ªses como Timor Oriental ¡ªdonde Espa?a envi¨® guardias civiles y polic¨ªas con la ONU¡ª han cambiado su voto tras recibir una generosa oferta de cooperaci¨®n de Ankara, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas. Felipe VI y Margallo deber¨¢n desplegar en Nueva York todas sus dotes de seducci¨®n.
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