El presidente ha dicho algo maravilloso

La noticia tiene dos titulares distintos. Primero, y antes que nada, el presidente del Gobierno ha retirado el proyecto de ley con el que se pretend¨ªan endurecer las condiciones en las que las mujeres pueden ejercer su derecho a abortar. A la espera de la pr¨®xima sentencia del Tribunal Constitucional, la legislaci¨®n espa?ola sigue siendo, pues, equiparable a la legislaci¨®n europea y esa es una noticia muy satisfactoria, que hay que agradecer al presidente y, sobre todo, a la presi¨®n ejercida por la opini¨®n p¨²blica.

El anuncio de que tambi¨¦n se retira de la pol¨ªtica activa es una consecuencia l¨®gica, porque hubiera resultado un poco rid¨ªculo verle sentado al d¨ªa siguiente en su esca?o de diputado

Mariano Rajoy dijo este martes adem¨¢s algo sorprendente y maravilloso: "No se pod¨ªa seguir adelante con una ley que el pr¨®ximo Gobierno fuera a derogar al minuto uno". Una declaraci¨®n extraordinaria que supondr¨ªa un giro formidable en su pol¨ªtica, si fuera consecuencia de una reflexi¨®n y no de su extra?a forma de expresarse, porque implicar¨ªa, entre otras cosas, que tiene la intenci¨®n de renunciar a todas aquellas iniciativas que le conste que tienen en contra a la oposici¨®n en pleno, a los profesionales y a la mayor¨ªa de la ciudadan¨ªa, como la nueva ley de educaci¨®n, por ejemplo.

La segunda noticia es que el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, que patrocin¨® e impuls¨® ese proyecto de ley tan regresivo, ha considerado que quedaba desautorizado y deb¨ªa presentar la dimisi¨®n. El anuncio de que tambi¨¦n se retira de la pol¨ªtica activa es una consecuencia l¨®gica, porque hubiera resultado un poco rid¨ªculo verle sentado al d¨ªa siguiente en su esca?o de diputado o asistiendo a las reuniones del Comit¨¦ Ejecutivo del Partido Popular, un ¨®rgano que, claramente, no le comprende.

Es bastante probable que Gallard¨®n sacara conclusiones apresuradas, porque muchos de sus colegas populares piensan que es uno de los pol¨ªticos con menos olfato pol¨ªtico de la historia reciente de la democracia

Gallard¨®n, en un tono suave y pretendidamente pac¨ªfico, dijo, por activa y por pasiva, que el proyecto de ley retirado hab¨ªa sido aprobado en Consejo de Ministros, que lo habl¨® en varias ocasiones con Rajoy y que estaba absolutamente convencido de que correspond¨ªa a la doctrina del partido y al encargo del presidente del Gobierno. Sin embargo, es bastante probable que Gallard¨®n sacara conclusiones apresuradas, porque muchos de sus colegas populares piensan que es uno de los pol¨ªticos con menos olfato pol¨ªtico de la historia reciente de la democracia y que nunca ha entendido la manera de hacer las cosas de Mariano Rajoy. Seguramente, crey¨® que con un proyecto de ley tan absolutamente regresivo hac¨ªa m¨¦ritos personales, reforzaba al PP con un plato fuerte de ideolog¨ªa y encaminaba su carrera pol¨ªtica, sin percatarse de que su partido y su presidente entraban ya en campa?a electoral.

En cualquier caso, todo este indecente episodio de hacer pagar a las mujeres la falta de se?as de identidad del PP parece haber terminado bien, aunque de forma un poquito rara. Cuando se nos aseguraba que todo estaba milim¨¦tricamente preparado para hacer frente a un pretendido desaf¨ªo soberanista en Catalu?a, resulta que el presidente del Gobierno tiene un viaje programado a China, que el ministro de Justicia dimite y que el Rey se encuentra en Estados Unidos. Es posible que todo salga razonablemente bien, pero raro, es.