Portugal abre un buz¨®n electr¨®nico para denunciar las novatadas
El Ministerio de Educaci¨®n quiere frenar estas vejaciones tras los seis fallecidos en 2013
Quien estos d¨ªas camine por Lisboa, Coimbra, ?vora o cualquier otra ciudad universitaria portuguesa se tropezar¨¢ por las calles con j¨®venes arrodillados, con carteles en el cuello, que gritan "soy idiota", "soy marica", "soy un cerdo", rebuznan o cacarean. No hay de qu¨¦ preocuparse, es normal. Estamos en ¨¦poca de comienzo de curso y con ¨¦l las praxes, las novatadas de las hermandades de veteranos a los nuevos universitarios que se someten a estas pr¨¢cticas con el fin de ser populares.
Las praxes no llegan a los niveles de crueldad de las hermandades norteamericanas, pero s¨ª que gozan de una popularidad tan grande que ni siquiera la tragedia ocurrida el curso pasado en la playa de Meco las han cortado. El 15 de diciembre de 2013, seis j¨®venes murieron mientras se somet¨ªan a los rituales de una hermandad de la Universidad Lus¨®fona.
El Dux, el jefe m¨¢ximo de la hermandad, hab¨ªa alquilado para el fin de semana una casa junto a la playa. All¨ª se iban a reunir con diez novatos que durante el fin de semana actuar¨ªan a su capricho. En la noche del d¨ªa 15, cuando los novatos eran obligados a acercarse de espaldas al agua, una ola gigante les pill¨® por detr¨¢s desprevenidos y de la violencia del golpe murieron seis j¨®venes. En julio, el juez decret¨® que hab¨ªa sido un desafortunado accidente y no encaus¨® a nadie. Ahora los padres de las v¨ªctimas han recurrido.
A resultas de la tragedia se abri¨® un debate nacional sobre la conveniencia o no de seguir con esta costumbre que siempre es denigrante y vejatoria para quien se somete a ella. Gan¨® la tendencia de que es una tradici¨®n universitaria y que, si no se abusa, no hace mal a nadie. Pese a la popularidad de esta pr¨¢ctica, no siempre ha sido as¨ª. En 1910, con la Rep¨²blica, fue prohibida; posteriormente, con la dictadura de Salazar se permiti¨®, volvi¨® a decaer tras la Revoluci¨®n del 1974 y desde hace unas d¨¦cadas hay un ascenso imparable.
M¨¢s de 37.000 nuevos alumnos han llegado a la universidad este a?o. Desde septiembre a diciembre se extender¨¢n estas novatadas. Las hermandades van de negro riguroso, ellas y ellos, con ropas que cuestan varios cientos de euros. Con sus capas y su aire severo, planean y dirigen las novatadas. Las hay t¨®picas, como desfilar a cuatro patas por la avenida Libertade, o m¨¢s sofisticadas, como la que se desarroll¨® en Meco. La originalidad o crueldad de estos rituales dependen del Dux.
En los primeros cinco d¨ªas de curso, al buz¨®n llegaron 32 denuncias, de las que solo se han tomado en cuenta 18
A ra¨ªz de la tragedia, el Ministerio de Educaci¨®n ha abierto este a?o un buz¨®n electr¨®nico, A ¨¦l llegan denuncias an¨®nimas de abusos. En los primeros cinco d¨ªas de curso, llegaron 32 denuncias de las que solo se tomaron en cuenta 18, que est¨¢n bajo investigaci¨®n. Asimismo, el ministerio ha distribuido a los estudiantes folletos informativos en los que les aclara que estas pr¨¢cticas ¡°no pueden ser de naturaleza vejatoria, o de ofensa a la naturaleza f¨ªsica o moral de los participantes o de cualquier otras personas¡±, es decir, que depender¨¢ de la piel de cada uno, si se siente vejado por ir a clase en calzoncillos o en bragas y sujetador.
El ministerio recuerda que la responsabilidad es de los centros universitarios, a los que recomienda que en sus reglamentos disciplinarios se incluya la prohibici¨®n de realizar pr¨¢cticas violentas o de coacci¨®n f¨ªsica o psicol¨®gica sobre los estudiantes. Por lo que se ve estos d¨ªas por las calles del pa¨ªs, o las universidades no han hecho mucho caso o es que a los estudiantes les va la marcha.
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