Instalados en el ¡®impasse¡¯

En un debate en Philosophie Magazine, Pierre Manent, fil¨®sofo, disc¨ªpulo de Raymond Aron, replica a Peter Thiel, empresario de Silicon Valley, cofundador de Paypal, en estos t¨¦rminos: ¡°No podemos vivir sin novedad, pero, contrariamente a lo que usted piensa, para m¨ª lo nuevo en la historia no proviene esencialmente de la tecnolog¨ªa, sino de las asociaciones religiosas o de los nuevos cuerpos pol¨ªticos, porque se trata entonces de nuevas formas de vida¡±. En cierto modo, el propio empresario libertario confirma la idea de Manent. Peter Thiel es uno de los promotores del Seasteading Institute, que quiere construir en aguas internacionales, frente a San Francisco, plataformas flotantes libres, comunidades emancipadas de la tutela del Estado y de las regulaciones de todo tipo que impiden a los individuos vivir como ellos quieren.

Sirva esta larga cambiada para dar un poco de aire al desconcierto espa?ol. Los problemas de este pa¨ªs, desde el malestar por una pol¨ªtica monopolizada por los partidos hasta el proceso soberanista catal¨¢n, no son fatalidades hisp¨¢nicas; m¨¢s all¨¢ de los desencuentros hist¨®ricos o los episodios recientes que los alimentan, se inscriben en procesos de reajuste entre las fantas¨ªas de unas ¨¦lites globalizadas y la realidad de unos ciudadanos que sienten que los Estados han dejado de atenderles y reconocerles.

Quiz¨¢s abrir la perspectiva ayude a salir del impasse, a ver los problemas como una oportunidad. Lo que caracteriza el desarrollo del conflicto catal¨¢n es su previsibilidad. No habr¨¢ consulta, porque en la actual relaci¨®n de fuerzas la ruptura de la legalidad ser¨ªa suicida para el independentismo; el Gobierno espa?ol no har¨¢ ninguna propuesta digna de este nombre porque la sobreactuaci¨®n en la defensa de la unidad de Espa?a es la ¨²nica bandera electoral que le queda. El soberanismo seguir¨¢ acumulando fuerzas. Llegar¨¢n unas elecciones municipales y auton¨®micas que le dar¨¢n nuevos br¨ªos, y as¨ª sucesivamente.

La ¨²nica bandera electoral que le queda al Gobierno es sobreactuar en la defensa de la unidad de Espa?a

El resurgimiento del conflicto catal¨¢n es una derivada de la crisis de un r¨¦gimen muy deteriorado, en Espa?a como en Catalu?a. Es hora de emprender cambios de calado. Pero el Gobierno espa?ol se niega reconocerlo. El propio Artur Mas lucha por seguir liderando el proceso, y lo va consiguiendo con la ayuda del PP, que le ha convertido en enemigo n¨²mero uno, pero el movimiento independentista actual surgi¨® precisamente de la voluntad de pasar p¨¢gina del sistema CiU-PSC, que durante los a?os del pujolismo se reparti¨® Catalu?a. Por eso el caso Pujol no ha tenido impacto en la movilizaci¨®n independentista.

Si seguimos por el previsible camino actual, habremos inventado un triste modo de vida: el estancamiento y el mal rollo permanentes. Negando a Catalu?a la condici¨®n de parte, no somos dos, somos uno, las instituciones espa?olas asumen la bronca permanente como mal menor, antes que buscar una nueva y civilizada relaci¨®n en una pareja que para ellas no existe. Y ah¨ª est¨¢ el problema que hace la soluci¨®n imposible: la negaci¨®n del reconocimiento.