Los vecinos de la enfermera pidieron auxilio sin ¨¦xito a tres instituciones
Solo el servicio de emergencias atendi¨® la llamada desesperada de los residentes
En la ma?ana de ayer casi una decena de vecinos de la mujer infectada por ¨¦bola, Teresa Romero, llamaron alertados a la administradora de fincas. ¡°?Qu¨¦ hacemos? ?Nadie nos dice nada? ?Mis ni?os! ?Sub¨ª con ella en el ascensor!¡±. As¨ª que ante la creciente alarma vecinal, Lola, trabajadora de esta gestora de Alcorc¨®n, llam¨® al Ayuntamiento: no le cogieron. Luego, telefone¨® a las polic¨ªas nacional y municipal, que tampoco la atendieron, y finalmente al servicio 112 (asistencia inmediata), donde un m¨¦dico del SUMMA le explic¨® el protocolo que deb¨ªa seguir en una larga conversaci¨®n.
Lola reclamaba que se precintase la puerta de acceso al bloque y comenzase la desinfecci¨®n. La idea del Ministerio de Sanidad no es solo actuar dentro del piso ¡ªincluidas las tuber¨ªas¡ª sino limpiar de rastros los coches de la pareja que se encuentran en el garaje.
Pero, durante horas, la petici¨®n de Lola cay¨® en saco roto. La polic¨ªa ¡ªcinco agentes de la nacional y municipal¡ª no lleg¨® hasta las tres de la tarde y, aunque la Consejer¨ªa de Sanidad inform¨® de que por la tarde se proceder¨ªa a desinfectar la finca, al cierre de esta edici¨®n estas labores no hab¨ªan empezado. La presencia de muchos medios de comunicaci¨®n en la entrada podr¨ªa ser, en opini¨®n de fuentes municipales, la causa de la demora hasta ma?ana.
Hasta la llegada de la polic¨ªa a las tres de la tarde, tan solo el portero intentaba frenar la entrada de forasteros a la finca. Este diario consigui¨® sin dificultad subir hasta su rellano, en el sexto piso, y comprobar que la puerta de entrada al domicilio no estaba precintada. Dentro se encontraba solo desde la madrugada del domingo Excalibur, el perro del matrimonio, que no ladra cuando suena el timbre de su casa pese a su soledad.
¡°Hemos tenido que actuar por nuestra cuenta porque el tel¨¦fono en la oficina no paraba de sonar. Es mucho peor no informar¡±, contaba sorprendida Lola. Un portavoz del Ayuntamiento de Alcorc¨®n explic¨® que todas las Administraciones no pueden ¡°meter baza¡± y que el Consistorio se ha puesto en manos de la Consejer¨ªa de Sanidad y el ministerio para lo que dispongan. ¡°No podemos estar mandando una nota informativa a los vecinos o reuni¨¦ndolos. Es un tema muy delicado y debe tratarlo gente especializada, no nosotros. No se puede jugar con el miedo de la gente. Es peligros¨ªsimo¡±, cuenta el portavoz. Este diario no ha conseguido conocer la explicaci¨®n de la Consejer¨ªa de Sanidad con respecto a la demora informativa.
En la ma?ana de ayer una treintena de ciudadanos llamaron al 010 del Ayuntamiento de Alcorc¨®n preguntando qu¨¦ hacer. En todos casos se les invit¨® a visitar la web de Sanidad que informa del ¨¦bola. El alcalde, David P¨¦rez, no quiere hablar y remite a las autoridades auton¨®micas y nacionales.
Ante la desinformaci¨®n de las autoridades, muchos vecinos se enteraron por los medios de la presencia de la contagiada en su propia comunidad. Su vecina del segundo no pod¨ªa articular palabra. ¡°No s¨¦ qu¨¦ puedo tocar y que no. Me da miedo hasta abrir la puerta¡±, explicaba temblando mientras la abr¨ªa con la ayuda de un pa?uelo de papel en la mano para no posar la mano en el pomo.
El boca a boca corri¨® con rapidez por Alcorc¨®n (170.000 habitantes), donde las redes sociales empezaron a echar humo alrededor de la una de la tarde. Fue entonces cuando se confirm¨® la identidad de la auxiliar de enfermer¨ªa. ¡°Estoy muy sorprendida y en cierto modo preocupada. La verdad es que no he tenido mucha relaci¨®n con ella. Me acabo de enterar por un grupo de Whatssap [mensajer¨ªa instant¨¢nea] de un grupo de amigas¡±, se?alaba con cierta preocupaci¨®n Pilar Valencia, que reside en el inmueble desde hace tres a?os. ¡°No quiero alarmarme pero estoy asustada sobre todo por mis hijos¡±, a?adi¨®.
El marido de Teresa, el soldador Javier Lim¨®n, tiene una estrecha relaci¨®n con la administraci¨®n de fincas porque desde hace un a?o es el presidente de esta comunidad con piscina y zonas verdes conjuntas, y que habitan sobre todo parejas j¨®venes con hijos. ¡°Como ellos no tienen hijos, no tenemos mucho contacto con ella. Si bajan a la piscina, hablan entre ellos y se relacionan entre ellos m¨¢s que nada¡±, comenta otra vecina. En principio, ninguna, reunidas en corrillo, quiere hablar por respeto a la contagiada ¡ª¡°a ver si al final no va a ser y yo contando cosas¡±, se excusa m¨¢s de una incr¨¦dula con el carrito de la compra en la mano¡ª, pero no pueden evitar cruzar comentarios entre ellas en presencia de un periodista.
La urbanizaci¨®n se construy¨® hace 14 a?os y desde el principio el matrimonio ha residido all¨ª. Seg¨²n los vecinos, Teresa Romero no es ¡°expansiva¡±, pero Javier Lim¨®n mantiene una relaci¨®n muy estrecha con los vecinos. ¡°Desde antes de ser presidente, ya se preocupaba por los problemas del vecindario¡±, afirm¨® Lola, la administradora de la finca. ¡°Yo estuve reunida la semana pasada con ¨¦l y estaba un poco cabizbajo. Estaba de baja por una lesi¨®n en una pierna¡±, a?adi¨®.
El vecindario reaccion¨® de manera diversa. Hubo alg¨²n vecino del mismo portal que se encontraba muy tranquilo, ya que, seg¨²n dec¨ªa, no hab¨ªa tenido ning¨²n contacto directo con la pareja ni con su perro. ¡°Como hemos estado durante tiempo de vacaciones en Santiago de Compostela, no hemos tenido contacto con ellos¡±, se?alaba este hombre, de 86 a?os, que no quer¨ªa identificarse. ¡°La que est¨¢ muy afectada, con paracetamol y todo, es mi mujer, que no se cree lo que est¨¢ pasando¡±, a?adi¨® el hombre.
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