Una cadena de errores cuestiona la actuaci¨®n en el caso de ¨¦bola
La investigaci¨®n apunta a que Teresa Romero se contagi¨® al quitarse el tercero de los trajes de protecci¨®n Sanidad admite que se debi¨® adelantar su ingreso
Una cadena de errores ha llevado a la situaci¨®n actual del ¨¦bola en Espa?a, con la auxiliar sanitaria Teresa Romero Ramos, de 40 a?os, infectada; su marido, Javier?Lim¨®n Romero, en aislamiento y m¨¢s de 50 personas en observaci¨®n, de los que 22 son sanitarios, amigos y familiares que, sin la protecci¨®n adecuada, estuvieron en contacto con la t¨¦cnica cuando ya estaba enferma. Los otros 30 son los profesionales que compartieron con Romero el cuidado de Manuel Garc¨ªa Viejo, el misionero repatriado que falleci¨® de ¨¦bola el 25 de septiembre en el Hospital Carlos III, donde trabaja la afectada. Una aplicaci¨®n estricta de los protocolos y una serie de decisiones y retrasos poco claros se sucedieron hasta agravar lo que ya era de por s¨ª una situaci¨®n muy preocupante: el primer contagio entre humanos de esa enfermedad fuera de ?frica.
El primer error es el que ocasion¨® la infecci¨®n en s¨ª misma. Tanto las autoridades como los sanitarios implicados insisten en que todo se hizo de acuerdo con los estrictos protocolos de seguridad. Todav¨ªa no hay conclusiones definitivas sobre lo que sucedi¨®, pero fuentes de la investigaci¨®n apuntan a que el fallo pudo producirse al quitarse Romero el tercero de los trajes superpuestos que llevaba como protecci¨®n.
Ese fallo, si se confirma que fue as¨ª, pas¨® inadvertido para la mujer, quien en ning¨²n momento inform¨® de que hubiera habido problemas ¡ªni guantes rotos ni pinchazos con agujas o salpicaduras indeseables¡ª. Su ¨²ltima tarea fue limpiar la habitaci¨®n donde hab¨ªa fallecido Garc¨ªa Viejo en el complejo hospitalario La Paz-Carlos III. Despu¨¦s, se fue de vacaciones. Solo ten¨ªa una instrucci¨®n: vigilar su temperatura dos veces al d¨ªa y, si notaba algo anormal, contactar con el Servicio de Riesgos Laborales del hospital. Es el seguimiento que reciben todos los que han estado en contacto con enfermos de ¨¦bola.
Pero, pocos d¨ªas despu¨¦s, comenz¨® a sentirse mal. Ello no le impidi¨® presentarse con otras 20.000 personas, el pasado 27 de septiembre, a las oposiciones para consolidar su plaza de auxiliar en la Comunidad de Madrid.
El primero de los puntos negros de la historia ocurri¨® poco despu¨¦s, el 30 de septiembre, fecha que dio el lunes el director general de Atenci¨®n Primaria de la Comunidad de Madrid, Alberto Alemany, o el 29, seg¨²n otras fuentes. La mujer, con febr¨ªcula ¡ªtemperatura inferior a 38 grados¡ª y astenia ¡ªdebilidad¡ª, llam¨® al hospital. Los s¨ªntomas todav¨ªa eran vagos, como explic¨® Alemany, y le indicaron que acudiera a su centro de atenci¨®n primaria, en Alcorc¨®n (Madrid), donde reside. Fuentes del ambulatorio han informado de que en ning¨²n momento se identific¨® como una profesional que hab¨ªa estado con enfermos de ¨¦bola, y se fue a su casa con una receta de paracetamol.
Este primer contacto para notificar un empeoramiento en su salud parece clave en el proceso. Tanto que ayer el coordinador del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Sim¨®n, admiti¨® en declaraciones a la SER que quiz¨¢ no se ten¨ªa que haber seguido al pie de la letra la reglamentaci¨®n. ¡°Ante una persona en seguimiento, quiz¨¢ habr¨ªa que haber aplicado un protocolo de aislamiento¡±, dijo. Esa posibilidad se descart¨® porque ¡°la fiebre era baja, lo que hac¨ªa que el cuadro no fuese obvio¡±. Las instrucciones de los servicios sanitarios son esperar hasta que la fiebre supera los 38,6 grados para considerar que se trata de un posible caso de ¨¦bola. Con ello se intenta evitar ingresar a todas las personas que tengan un proceso febril, ya que se supone que esa temperatura es un umbral bajo el cual el afectado no tiene un virus demasiado activo, y, por tanto, no es contagioso.
Las compa?eras de Romero supieron de su fiebre desde el principio. En el chat que comparten, ella avis¨® de que ten¨ªa unas d¨¦cimas y pregunt¨® a qu¨¦ temperatura deb¨ªa llegar para avisar. Oficialmente son 38,6 grados. Sus colegas critican que eso se deber¨ªa haber aplicado para alguien que ¡°pasaba por all¨ª¡±, no para una sanitaria que tuvo contacto directo con los dos pacientes fallecidos ¡ªGarc¨ªa Viejo y el tambi¨¦n misionero repatriado Miguel Pajares¡ª. Igual opinan fuentes sindicales del hospital: ¡°?Por qu¨¦ no la trataron antes?¡±. La paciente est¨¢ siendo tratada con anticuerpos de supervivientes del contagio.
El relato de lo sucedido desde entonces var¨ªa seg¨²n las fuentes. D¨ªas despu¨¦s ¡ªal menos el 2, y, seg¨²n una portavoz de CSIF, m¨¢s veces¡ª Romero volvi¨® a llamar al hospital para informar de su malestar. Ese d¨ªa resulta otro momento clave. Seg¨²n fuentes sindicales, ya ten¨ªa m¨¢s de 38,6 grados, pero no se activ¨® ning¨²n protocolo ni se decidi¨® su aislamiento. Medios oficiales indican que esta temperatura no se alcanz¨® hasta el 6.
Ah¨ª hay otra de las actuaciones incomprensibles en este caso. Seg¨²n fuentes sanitarias, el lunes pasado, la mujer telefone¨® al Carlos III porque se encontraba ¡°fatal¡±, pero le indicaron que llamara al Servicio de Urgencias de Madrid (SUMMA) y acudiese a su hospital de referencia, el de Alcorc¨®n. Eso hizo, y fue trasladada por personal sin protecci¨®n especial que la llev¨® a un centro no especializado donde estuvo varias horas en urgencias. Parte de las 21 personas ahora en observaci¨®n son quienes estuvieron en contacto con ella en ese periodo.
Tampoco el proceso en el hospital result¨® muy diligente. Trabajadores del Hospital de Alcorc¨®n aseguran que la mujer lleg¨® avisando: ¡°Me temo que tengo ¨¦bola¡±. Pero la bajada de la ambulancia y el primer tratamiento hasta que fue aislada en un cuarto de urgencias lo realiz¨® sin m¨¢s protecci¨®n que unos guantes y una mascarilla. Ah¨ª estuvo desde primera hora de la ma?ana hasta pasada la medianoche, cuando fue trasladada al Carlos III. De ese tiempo, m¨¢s de seis horas fueron las que pasaron desde que se confirm¨® el diagn¨®stico hasta que la recogi¨® la ambulancia: no hab¨ªa un transporte adecuado.
Con informaci¨®n de Pilar ?lvarez, Elsa Garc¨ªa de Blas, Alejandra Torres y Raquel Vidales.
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