Podemos: asaltar, ?para qu¨¦?
Iglesias rechaza en su formaci¨®n el resolver conflictos pol¨ªticos por medios democr¨¢ticos
El momento culminante del mitin-asamblea de Podemos en Vistalegre fue la respuesta airada de Pablo Iglesias al diputado europeo Pablo Echenique, partidario de rebajar el nivel de autocracia que implicaba la propuesta de organizaci¨®n: ¡°El cielo no se conquista por consenso, sino por asalto¡±. La frase dio lugar a comentarios eruditos sobre la fuente de la conocida expresi¨®n, posiblemente el filme de Tom¨¢s Rioyo sobre el asesino de Trotski, sin m¨¢s lecturas. Pero sin duda no era esto lo que contaba, sino el rechazo tajante de Iglesias a cualquier forma de compromiso, e impl¨ªcitamente a la resoluci¨®n de los conflictos pol¨ªticos en Podemos por medios democr¨¢ticos. Lo hab¨ªa anunciado con anterioridad, frente a la propuesta de direcci¨®n colegiada de ¡°Sumando podemos¡±: no iba a aceptar ning¨²n cambio sustancial a su proyecto, de manera que si se impon¨ªa la alternativa, ¨¦l dejaba la direcci¨®n del nuevo partido. De este modo ca¨ªa por tierra la pretensi¨®n de que la llamada ¡°Asamblea Constituyente¡± fuese la m¨¢xima expresi¨®n de la democracia en nuestro pa¨ªs.
Lo sucedido recuerda a un viejo anuncio de autom¨®viles bajo el franquismo: pod¨ªa elegirse cualquier color de veh¨ªculo, siempre que fuese negro. Los miembros de Podemos tienen as¨ª la facultad de decidirlo todo, siempre que su decisi¨®n coincida con la previamente adoptada por el Secretario General. A lo mejor esto les hace sentirse libres, una pizca revolucionarios, y m¨¢s felices. Pueden contentarse con el voto accesorio sobre las cien resoluciones presentadas, causantes de escaso entusiasmo: la de la reestructuraci¨®n de la deuda, introducida para limar asperezas del pasado, obtuvo menos del 7% de preferencias sobre el total de posibles votantes. Y por fin a los disconformes, igual que a los inevitablemente perdedores, les toca apartarse. Por si acaso, mientras se vota, la p¨¢gina web no recoge los discursos de la pol¨¦mica Echenique-Iglesias. Todo el poder para el pueblo, con el pueblo ilusionado con esta concesi¨®n, y luego uno decide. Uno, con su reducido grupo de amigos y correligionarios, ya conocidos. La Asamblea Constituyente no es as¨ª un ¨®rgano de decisi¨®n, sino de ratificaci¨®n.
En fin, ?para qu¨¦ asaltar el cielo? Los documentos de la Asamblea dan muchos datos sobre necesidad de cambio, muy pocos sobre los objetivos principales. Marketing obliga. Aunque ¡°asaltar el cielo¡± ya sugiere una inequ¨ªvoca posici¨®n antisist¨¦mica. Lo ¨²nico claro, con una frase del proyecto y el art¨ªculo de Monedero en la mano, es que van a cargarse mediante ¡°una fase destituyente¡± (sic) el exhausto, elitista y olig¨¢rquico ¡°r¨¦gimen de 1978¡±. Implantar¨¢n una ¡°democracia plebeya¡±. Algo suena aqu¨ª a Ch¨¢vez, o a algo peor: el poder personal de alguien que se presta a la venta de camisetas con su imagen multiplicada hasta el infinito.
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