Las dos Espa?as de Internet
Castelser¨¢s es un hervidero de empresas. A su lado, F¨®rnoles decae aislado sin cobertura
El silencio responde al otro lado del tel¨¦fono. Tras unos segundos una voz mecanizada informa de que ¡°el tel¨¦fono m¨®vil al que llama est¨¢ apagado o fuera de cobertura¡±. El de Paul Reynolds no est¨¢ apagado. Se encuentra claramente fuera de cobertura. Hay que intentarlo hasta 10 veces para lograr escuchar un ¡°hello?¡±.
Este ingl¨¦s de 50 a?os regenta una casa rural en F¨®rnoles, (Teruel). La se?al de la Red apenas llega a su pueblo. Esta comarca es una de las regiones espa?olas m¨¢s golpeadas por la brecha digital que acent¨²a la marginaci¨®n de muchas zonas rurales. La exclusi¨®n tecnol¨®gica impide el desarrollo de empresas y tambi¨¦n propicia ¡°el desamparo de los ancianos¡±, como asegura Mar¨ªa ?ngeles Rubio, profesora de la Universidad de Zaragoza, que ha realizado un estudio sobre tecnolog¨ªa aplicada a mayores en pueblos. La carencia de telecomunicaciones acrecienta el aislamiento ya impuesto por la geograf¨ªa y se convierte en un factor de despoblaci¨®n.
En la comarca del Matarra?a, donde se asienta la casa rural de Reynolds, cuando se pregunta por un pueblo desconectado la primera respuesta siempre es la misma: ¡°F¨®rnoles, habla con Paul¡±. Le siguen una retah¨ªla de pueblos encastrados entre monta?as de pinos y sabinas. F¨®rnoles apenas cuenta con 93 habitantes, aunque en los a?os cincuenta eran m¨¢s de quinientos. Reynolds promociona su casa rural en una web a pesar de que tampoco consigue conectarse regularmente. ¡°Acabo de colgar el tel¨¦fono a la compa?¨ªa de Internet¡ te prometen mucho, pero sabes que es mentira¡±. Se vio obligado a invertir en una instalaci¨®n dom¨¦stica que amplificase la se?al de la antena m¨¢s pr¨®xima.
¡ª?Funciona?
¡ªCuando quiere.
Apenas a media hora de F¨®rnoles, una carretera secundaria conduce a Castelser¨¢s, un hervidero de empresas online. All¨ª no hay vecino ¡ªy son 800¡ª que no est¨¦ vinculado a alg¨²n negocio que ofrezca sus servicios o distribuya sus productos a trav¨¦s de Internet. Hay tiendas de segunda mano, distribuidores de suministros inform¨¢ticos, de hosteler¨ªa, consultores de marketing. Una diversidad econ¨®mica a la que el pueblo de Reynolds no puede optar. En Castelser¨¢s puedes comprar en la web de la cooperativa local pan reci¨¦n hecho, aceite o jam¨®n: ¡°Te lo descuelgan del secadero para llev¨¢rtelo a casa¡±, explica Ricardo Lop. Todos le conocen, es el espejo donde cualquier peque?o empresario se quiere reflejar. Lop descubri¨® la Red gracias a un curso que ofrec¨ªa la asociaci¨®n de empresarios de la zona, de la que ahora es presidente. ¡°Alucin¨¦ con aquello de poder ver cosas que estaban al otro lado del mundo¡±, recuerda todav¨ªa asombrado. Aparc¨® el tractor y mont¨® una web en la que ni sab¨ªa qu¨¦ iba a vender. ¡°Oje¨¦ un cat¨¢logo en la tienda de cuchillos de mi hermano y dije: ?esto!¡±. Quince a?os y mucho esfuerzo despu¨¦s, su obstinaci¨®n le ha reportado 45.000 clientes en m¨¢s de 140 pa¨ªses. Ya no vende solo cuchillos. Desde Aceros Hispania env¨ªa sables, armas medievales y de fogueo. Vende perdigones a Pakist¨¢n y navajas suizas... a Suiza. F¨ªsicamente su oficina est¨¢ a escasos metros de su casa, frente a los establos de ovejas del pastor del pueblo, pero sus almacenes est¨¢n ¡°donde hace falta¡±. ¡°Ventajas que da la Red, no necesitas estar en la ciudad¡±, dice.
Internet puede marcar la divisi¨®n entre la prosperidad y la decadencia. El 30% de los hogares espa?oles no tiene conexi¨®n a Ia Red, seg¨²n datos del INE, 10 puntos m¨¢s que la media europea de 2013. La mayor¨ªa reconoce que es porque no puede asumir los gastos. Lo sabe bien Paul Reynolds, que invirti¨® 900 euros en su antena amplificadora de se?al.
El 30% de los hogares espa?oles no tiene conexi¨®n a la Red, 10 puntos m¨¢s
que la media europea
¡°Las telecomunicaciones son herramientas b¨¢sicas. En el caso de las ¨¢reas rurales, no disponer de cobertura para el m¨®vil o no tener una conexi¨®n r¨¢pida a Internet es una limitaci¨®n grave. Sin duda, acent¨²a el car¨¢cter perif¨¦rico de un lugar¡±, explica Luis Antonio S¨¢ez, profesor de la Universidad de Zaragoza y miembro del Centro de Estudios sobre la Despoblaci¨®n y Desarrollo de ?reas Rurales. Aclara que tenerlas no a?ade una ventaja, es su carencia la que ¡°juega en negativo¡±.
Los que tienen un negocio en los pueblos de Teruel recalcan que el perjuicio es enorme. Las frases se repiten: ¡°Pierdes reservas¡±; ¡°te pasa algo y no puedes ni llamar¡±; ¡°somos los olvidados¡±. Javier Moragrega suscribe estas ideas. Due?o de un hotel en Beceite, un espectacular enclave, lo experimenta cada d¨ªa. Su dependencia de Internet es absoluta, asegura que ya no hay cliente que no pase por la web, ¡°es un escaparate al mundo¡± y, sin embargo, pasa d¨ªas sin conexi¨®n.
La mayor¨ªa de la poblaci¨®n de las zonas perif¨¦ricas es mayor, la menos familiarizada con el mundo virtual. La profesora Rubio ha trabajado con ellos: ¡°En muchas ocasiones los ancianos abandonan los pueblos, no porque sean personas dependientes, sino por el miedo, por no tener una ayuda cerca¡±. Su departamento de la Universidad hizo un estudio sobre el terreno. Llevaron diferentes aparatos electr¨®nicos para acercar a los mayores las funciones que ofrec¨ªan y ¡°la predisposici¨®n a usarlos fue muy positiva¡±. Con un smartphone pod¨ªan contar con un servicio de teleasistencia fuera del hogar, con localizadores por si se desorientan y recordatorios para la medicaci¨®n o las citas. ¡°Se sent¨ªan m¨¢s seguros y comunicados con su entorno¡±. Rubio querr¨ªa desarrollar el proyecto para conseguir que los mayores no abandonen su lugar de origen. Pero choca con la falta de financiaci¨®n y las deficientes telecomunicaciones.
¡°Son tan imprescindibles como el agua corriente¡±, afirma Fernando Beltr¨¢n, profesor de Ingenier¨ªa y ex director general de Tecnolog¨ªas para la Sociedad de la Informaci¨®n del Gobierno de Arag¨®n. Beltr¨¢n se?ala la dificultad de llevar a cada rinc¨®n de Espa?a una tecnolog¨ªa que requiere primero de inversi¨®n p¨²blica y despu¨¦s del inter¨¦s privado, pero reconoce y reivindica la importancia de hacerlo: ¡°El no acceso a Internet trunca las expectativas vitales de una familia. Puede que no consigamos atraer poblaci¨®n [con buenas telecomunicaciones], pero s¨ª fijarla¡±.
Los lugare?os aclaran que no se trata de conseguir lo mismo que en una ciudad, pero s¨ª un servicio digno que les iguale en oportunidades. ¡°El rural aporta mucho: turismo, alimentos, compensa la contaminaci¨®n¡ damos y queremos recibir¡±, defiende el hotelero Javier Moragrega, quien pasa d¨ªas incomunicado por el mal tiempo: ¡°Saltan los fusibles que nos dan se?al, hasta que va el alcalde a levantarlos¡¡±.
El pasado marzo la Uni¨®n Europea (UE) public¨® un informe en el que consideraba que los usuarios de Internet est¨¢n expuestos a una ¡°loter¨ªa geogr¨¢fica en lo que respecta al precio, la velocidad y la oferta de servicios de banda ancha¡±. Los que siempre ganan son los n¨²cleos urbanos m¨¢s grandes ¡ªMadrid y Barcelona concentran el 62% de la fibra ¨®ptica de Espa?a¡ª. La UE ha fijado unos objetivos para 2020 en materia digital que incluyen que ¡°toda la poblaci¨®n cuente con acceso a Internet de banda ancha¡±. Las zonas rurales esperan que ese momento llegue mientras otean un horizonte desconectado.
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